La Luz de la Sirena - Jenlisa

Final

«Te encontraré, Jennie, te lo prometo».

«¡Lisa!» Grito mientras me siento apresuradamente con mi mano en mi pecho agitado. Rápidamente miré a mi alrededor y sentí que mi corazón latía con anticipación cuando escuché pasos apresurados que se dirigían a mi habitación, pero viendo que Rosé se apresuraba a entrar, de repente estallé en un fuerte llanto mientras enterraba mi rostro en mis manos.

«¡Oh, Dios mío, Jen!» Rosé se sienta rápidamente a mi lado y me abraza con su mano envuelta alrededor de mi cuello. Rápidamente quité mi mano de mi rostro y luego la envolví alrededor de su cintura mientras enterraba mi rostro en su cuello para amortiguar mi llanto.

Era como si finalmente estuviera afligido por la muerte de mi padre y por perder a Lisa al mismo tiempo y dolía. Oh, cómo dolía.

«¡Se ha ido, Rosie! ¡Ella me dejó!» Grito mientras la abrazaba con más fuerza. Rosé suspira y resopla levemente mientras comienza a frotar círculos relajantes en mi espalda.

«Jisoo está ahí afuera buscándola ¿de acuerdo?» Rosé tranquiliza, pero, ¿cómo puedo sentir algún tipo de tranquilidad cuando ya ha pasado una semana desde la última vez que la vi? Cuando me desperté al día siguiente, todo lo que encontré fue una nota de su horrible pero linda letra que decía 'Lo siento'.

«¿Qué pasa si realmente se ha ido Rosie? ¿Y si se convierte de nuevo en una Sirena y se olvida de mí?» Lloriqueo. Rosé se echa hacia atrás e inmediatamente puso su mano en mis mejillas manchadas de lágrimas.

«Nos queda una semana, ¿vale? Y no creo que lo haga, considerando el miedo que le tiene al mar». Dice Rosé, suspiro y lloro silenciosamente.

«Si lo hizo, ¿por qué no está aquí conmigo ahora mismo?» Pregunto. Quería a Lisa conmigo, quería que ella me abrazara y me dijera que todo va a estar bien. Necesitaba a Lisa porque...

La amo.

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«¿Hola?»

«Mamá». Susurro a través del teléfono mientras me acuesto en mi cama mirando fijamente al techo. Me sentí vacía.

«¿Qué ocurre, bebé?» Mi madre pregunta de inmediato. Me quedo en silencio por un momento y suspiré mientras otra lágrima rodaba por mi mejilla.

«Lo recuerdo». Le susurro.

«¿Qué? No puedo escucharte». Dice ella. Trago un sollozo.

«Recordé cómo murió papá». Dije un poco más fuerte. Aguanto la respiración mientras la línea se quedó en silencio.

«¿Cómo?» Mi madre pregunta a la ligera, pero pude escuchar el temblor en su voz. Dejé escapar un largo suspiro mientras me limpiaba las lágrimas.

«No importa. ¿Por qué no me dijiste?» Pregunté. Muerdo mi labio mientras mi madre permanece en silencio una vez más antes de suspirar derrotada. Escuché el chirrido de una silla raspando el piso de madera, lo que indica que probablemente ahora estaba sentada.

«La policía me dijo que cuando te encontraron a ti y a tu padre tirados sin vida en la playa, pensaron que también estabas muerta, pero saltaste gritando y llorando, así que tuvieron que sedarte de inmediato y cuando fui al hospital para verte, te veías tan sin vida, bebé. Dabas vueltas y vueltas y murmurabas palabras, incluso estabas rogando por olvidar y llorando en sueños que no pude encontrar el corazón para decirte cómo murió tu padre después de descubrir que tenías amnesia». Explica mi madre. Podía escuchar sollozos.

«Y me lo hiciste más fácil cuando nunca me preguntaste cómo murió. Simplemente lo aceptaste». Dice ella. Aprieto los ojos con fuerza mientras más lágrimas continúan rodando por mis ojos. Me siento y apoyo mi espalda contra la cabecera de la cama mientras coloco un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.