La Luz de la Sirena - Jenlisa

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Me duele más cuando estoy perdido, pero también cuando no tengo nada. A veces soy el más difícil de expresar, pero el más fácil de ignorar. Se me puede dar a muchos, o solo a uno.

«Maldito mar». Murmura Lisa enojada mientras se deja caer boca abajo en mi cama. Resoplé cansadamente mientras dejo caer mi bolso a un lado y me acuesto de espaldas al lado de Lisa.

Finalmente llegamos a casa después de cuatro días de navegación y nunca me había sentido tan frustrada y cansada en mi vida. Se revelaron tantas cosas y, sin embargo, todavía faltaba algo. Intenté hablar con Lisa sobre eso, pero cada vez que lo hacía, ella lo ignoraba o simplemente cambiaba de tema.

Ella esconde algo.

«Lo sé». Suspiro. Lisa voltea su rostro hacia mí con los ojos cerrados y suspira.

«Extrañaba este mundo». Hace un puchero. Me río entre dientes, giro la cabeza para mirarla y tarareé de acuerdo. Ella abre los ojos y me envía una pequeña sonrisa.

«Bueno, ese fue un viaje loco, ¿no?» Pregunta juguetonamente. Me río y asiento con la cabeza mientras vuelvo la mirada al techo.

«Nada que no pueda manejar». Bromeo. Lisa se ríe y me da un leve codazo. Me río mientras volteo mi mirada hacia ella y frunzo mis cejas en confusión con la misma sonrisa cuando noté su silencio y sus ojos persistentes.

«¿Qué?» Pregunto.

«Eres tan atractiva, es una locura». Dice casualmente con un guiño que provocó que un ruido —fuerte— no deseado comenzara en mi pecho. Un color rosa claro crece en mi mejilla, lo que me hace entrecerrar los ojos y pellizcar su mejilla. Ella sisea y aleja mis manos.

«No empieces conmigo, sirena». La amenacé en broma, no queriendo que ella fuera testigo del caos que estaba sucediendo en mi corazón. Ella sonríe y niega con la cabeza.

«¿Entonces qué pasará ahora?» Ella pregunta. Me volteo de lado para mirarla de frente y sonrío tranquilizadoramente.

«Bueno, ahora vas a trabajar en la biblioteca conmigo porque te convertirás en una humana Lisa y tendrás una vida maravillosa como tal». Dije, sintiéndome seguro de que encontraremos la respuesta que estamos buscando para ella, para quedarse a mi lado—

Quiero decir, quedarse en el mundo conmigo... Quiero decir, ¡con nosotras!

Lisa amplía su sonrisa mientras se acerca y toma mi mano entre las suyas.

«Gracias por todo Nini». Susurra mientras cierra lentamente los ojos. Sentí que mi corazón se hinchaba al ver sus perfectos rasgos durmientes y una sonrisa contenta creció en mí. Extendí la mano y comencé a deslizar mis dedos sobre su suave piel y sentí mi corazón duplicar el ritmo mientras sus labios carnosos se levantaban en una suave sonrisa.

Ella se acurruca más cerca de mí y esa acción me hizo darme cuenta de algo.

¿Sabes qué?

Sí.

La necesito en mi vida.

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«¡Pero Jennie, estoy demasiado cansada!» Lisa lloriquea mientras aleja mis manos de ella con una mano mientras la otra agarra la manija de la puerta del auto con fuerza.

«¡Ya te lo dije anoche, ahora estás trabajando para mí, así que suelta la maldita puerta!» Grito en respuesta cuando finalmente pude sujetar su muñeca. Ella se queja y hace un pequeño puchero mientras se obliga a soltar la manija de la puerta y me deja arrastrarla a la biblioteca.