-quien soy- pregunto incorporándose.-El Señor oscuro- respondió con una gran sonrisa.
El hombre se levantó sin pudor, camino hasta un gran espejo donde se vió desnudo, su cuerpo musculoso, cabello negro y sus ojos captaron su atención.
-Porque no recuerdo nada.
-tuvimos una pelea y recibiste un golpe- improviso kikyu nerviosa y sintiendo alivio.
Ella no tenía la menor idea de que podría suceder si lo despertaba, Kanna se lo había dicho, una vez que interfieren en el pasado el futuro se vuelve incierto, por lo cual ahora caminaba a ciegas rogando poder obtener lo que tanto preciaba.
-que hacia en una batalla- pregunto el hombre buscando algo que taparse.
- tú estás en guerra con el Reino del Oeste, estamos buscando al demonio para matarlo y poder abrir el cáliz del poder sagrado que te dará la inmortalidad- sacando una de las ropas de Naraku.
-para que quiero la inmortalidad- pregunto mientras se ponía la ropa morada, apretaba el cincho y se observaba en el espejo, por alguna razón no se sintió cómodo con ello.
-para vivir eternamente y mirar como aquellos que te subestimaron o quiénes te creyeron inferior caen ante tus ojos.
- es algo demasiado molesto- susurró- ¿y tú qué?
- soy tu fiel sirvienta y haré todo lo que quieras- se acercó acariciando su rostro y besando sus labios.
Estaban cerca del campamento, Koga sabía su ubicación y fue fácil cambiar de rumbo, por la noche Kagome se sintió extrañamente inquieta, Bankotsu al percatarse cuestionó su actitud, al final decidieron ir a la mansión a investigar, pero para ello debían pasar primero por el bosque del silencio, rodearlo supondría pérdida de tiempo, así que por fin llegarán a la poderosa barrera, la cual pudieron traspasar sin problema, un grupo de soldados los recibió, quien levantó la barrera debía percibir a Kagome.
-quienes son ustedes- exigió Miroku.
-solo queremos cruzar- respondió Bankotsu.
-quiero hablar con Inuyasha- la voz de Kagome fue firme.
-¡kagome!- Rin corrió a ella y la abrazo.
- es bueno saber que estás bien- mencionó mirándola con la vestimenta de sacerdotisa.
-Sango, Miroku dejenlos- ordenó Inuyasha.
POV KAGOME
Él estaba caminando a mí, lo miré sorprendida de mi mejor amigo no quedaba rastro alguno, su mirada se había endurecido, su cabello largo le daba un porte chico malo, su vestimenta poseía algunos cortés, tal vez habían peleado, pero sus ojos seguían siendo los mismos, se acercó y me abrazo, sentí su afecto recorrer mi cuerpo, tuve que controlarme para no llorar.
- necesitamos cruzar- murmure.
Mientras más lejos estuviera de ellos, más fácil sería mí misión, además mirarlos me traía recuerdos que no estaba preparada para afrontar.
- ellos te han cuidado- pregunto separándose y mirando a mi grupo.
-mirala sana y salva Inuyasha- respondió Koga.
- entonces dejaste a esa mujer.
-me agrada más seguir a Kagome.
-pero que tenemos aquí- sonrió de buen humor Jakotsu- un espesimen nuevo y delicioso- se acercó y acarició su brazo.
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El Demonio
FanfictionA veces hay que elegir el mejor camino para los demás, aunque eso signifique no tener el final que deseamos. Está es la continuación de la Marca del Demonio.