Cap. 16 Deseo Oculto

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Él, manejaba desesperado, su auto deportivo rugía al avanzar a tal velocidad, CARAJO ya era muy tarde, ella lo mataría, había prometido llegar a tiempo, pero como siempre una cara bonita lo hizo demorar, bueno, sonrió orgulloso, pasando la mano por su cabello negro y tratando de acomodarlo, fue un delicioso rapidín en el estudio de su padre, la universidad tenía sus ventajas, hacerlo donde sea, con quien sea, sin ataduras o promesas, tenía suerte de que sus padres anduvieran en el extranjero por negocios, de lo contrario estaría en serios problemas, la casa estaba de cabeza debido a la fiesta de anoche, suspiro, ¡ah! Que suculenta fiesta… por fin llego.

El prestigioso colegio se vestía de fiesta, se estaciono y corrió por los pasillos buscando ansioso el lugar correcto, tantas veces ahí y aun se perdía. Si no llegaba se le armaría en grande, ella no lo perdonaría, se dobló cansado por la carrera echada, respiro hondo y se incorporó, miro a su alrededor, parecía que estaba a tiempo, busco un lugar en la grada y se sentó, satisfecho cuando su reloj marco las 10 am, justo a tiempo, saco su móvil al sentirlo vibrar, sonrió aún más cuando vio que era ella quien le envió un whatsaap.

- ¿llegaste? - le preguntaba.

-justo a tiempo, aun no sales.

-tonto, ni te percataste que ayer cambie tu hora, la adelante dos horas, en caso contrario ni habrías llegado a tiempo.

-QUEEEE… esto me la pagaras, carajo maneje como loco, casi muero en una curva.

-bah, eres buen conductor, acaso no corres en carreras, mis amigas me han dicho lo guapo que te ves con tu chamarra negra tras del volante, malo deberías llevarme la próxima vez.

-ni loco, para que mis amigos traten de filtrear contigo, eso NO, JAMÁS.

-mmm… me llaman… si quieres puedes ir por alguna bebida, café tal vez, anoche tu fiesta estuvo muy intensa.

-como lo sabes si no estuviste.

-tengo mis contactos, nos vemos al rato.

-bien, esfuérzate- colgó enojado- maldita mocosa.

El chico se levantó y salió del lugar, así que se había levantado a las 7 am, creyendo que eran las 9, había llegado dos horas antes, enserio esto se lo pagaría, salió del edificio, camino directo a la cafetería, pidió un café cargado, porque ahora que su cuerpo sabia del engaño, empezaba a pesarle los parpados, regresaba bostezando cuando una chica salió de la nada por un pasillo, ocasionando que ambos chocaran y el café termino en su blusa blanca, enseguida esta transparento su sostén y parte de su piel bajo la tela, el chico sonrió por la visión.

-disculpa no fue mi intención- levanto la mirada y frunció el ceño.

- ¡TÚ!!! En buena onda deja de seguirme, te veo en todos lados, maldito pervertido- se cubrió y retrocedió.

-pues a ver si tienes más cuidado princesita, tú fuiste quien me choco, ahora págame el café- exigió.

-ni loca, págame la tintorería de la blusa- se puso en jarras olvidando su blusa.

-deberías tener cuidado- menciono mirándola con morbo.

-idiota- se cubrió.

-no ha sido un placer verte, pero tampoco puedo dejarte ir por ahí así- se quitó la chamarra, se la ofreció, a regañadientes lo acepto y lo vio alejarse.

-hey- lo detuvo y este se giró- gracias Kotsu.

-de nada Yasha- sonrió de lado y siguió su camino.

Ella era una hermosa chica de cabello blanco, sus ojos dorados y esas piernas siempre habían atraído a Kotsu, pero ambos se odiaban, por alguna extraña razón siempre terminaban peleando, bueno tampoco muy extraño, tomando en cuenta que él, movió la cabeza ante el recuerdo, iban a la misma universidad, pero era raro encontrarla ahí, pensó, el lugar ya estaba lleno, apenas consiguió un lugar donde sentarse, al poco la vio aparecer parecía estar como él antes, pero pronto un sujeto le ofreció lugar, dejo de prestarle atención y se dispuso a disfrutar de la competencia.

De los vestidores por fin salieron los competidores, su chica parecía tímida, era su primera competencia oficial, estaba emocionada, al igual que su familia, sin embargo, a último momento sus padres tuvieron que viajar, la miro buscando su mirada, así que levanto la mano y le sonrió, esta le contesto tímida, una vez que inicio se quitó la chamarra y calentó, moviendo los brazos.

-bien chicas es el momento, éxito.

Estás ocuparon su posición y la bocina sonó para que diera inicio la competencia, su hermosa figura de 17 años entro al agua, nado dando largas brazadas, disfrutaba del agua, desde niña se sentía tan bien en el agua, nadar era algo que la complementaba, giro al tocar el extremo contrario y nado sin parar hasta la meta, por fin llego, sonrió emocionada al ser la ganadora.

Después pasaron los chicos, Yasha no paro de gritar durante la competencia, salto emocionada al ver quien ganaba, le mando un beso volado al joven que la miro serio, una vez finalizado se dispusieron a entregar las medallas.

Han pasado décadas desde aquella batalla en contra del demonio, en aquella ocasión:

-Rin- Bankotsu se acercó a ella- al pedir tu deseo debes ser firme y además realmente sentirlo.

-no sé cómo formularlo, si lo hago mal- menciono nerviosa.

-es simple solo di: DESEO QUE TODAS LAS PERSONAS QUE MURIERON A CAUSA DE TSUBAKY REVIVAN SIN RECORDAR AQUEL SUCESO.

- ¿y ya??- lo miro sorprendida.

- sí, pero… yo quiero que desees de corazón sin mencionarlo que Kagome sea parte de mi descendencia y un día se encuentre con Sesshomaru, podrías intentarlo.

-lo hare.

Rin tomo la perla en su mano y en silencio pidió:

Perla de Shikon este deseo no es solo mío, muchos deseamos antes de olvidarla que Kagome forme parte de la descendencia de Bankotsu y en algún momento se reencuentre con Sesshomaru.


Clavo la perla en la punta de la flecha y lanzo al cielo.


Muchos, pero muchos años después…


-en el ramo femenino la ganadora fue Shinanthi Kagome- la chica saludo con una mano y se inclinó para recibir la medalla.

- en el ramo varonil el ganador fue Taisho Sesshomaru- el chico recibió la medalla y saludo al público, pero no vio a Yasha donde apenas unos minutos antes gritaba emocionada.

Sus miradas se encontraron y muy dentro sintieron una corriente recorrer su cuerpo, ella se sonrojo y apretó fuerte la pulsera que llevaba como amuleto en la bolsa de la chamarra, el dije de una gota tenía una S grabada, había pasado de generación en generación a lo largo de los años en su familia, ahora le pertenecía.

-no me digas que ahora eres una asalta cuna Yasha- menciono Kotsu pegado a la pared esperando a su chica especial.

-no me digas que…- guardo silencio al mirar como una chica se lanzaba en sus brazos, emocionada y este, la hacía girar sin importarle el público.

-nunca cambias- suspiro y se alejó, decepcionada de nuevo por el comportamiento de su ex novio.

El chico peli plata miro la escena, desde que esa chica se incorporó a la escuela hace dos meses, la había evitado, lo cual era muy difícil debido a que pertenecían al equipo de natación, pero fue ese primer día que la sorprendió en la piscina, parecía una sirena idiotizándolo con su cuerpo, su sonrisa y esos malditos ojos chocolates, se sintió tentado de lanzarse, hacerla suya ahí mismo, no entendía porque, pero, se había vuelto un deseo oculto.

Continuara…

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