Cap. 12 Ángel caído

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POV KAGOME


Mire a las serpientes enrollarse en el cuerpo de Inuyasha, quien estaba aún muy débil y herido, Rin lanzo flechas, pero ninguna le dio mientras lo llevaban, vi a Banky saltar fuera de esta, con la espada, Rin se adentró al castillo era notoria su preocupación, el sol estaba oscureciendo, el día se volvía noche, pronto llegaría el momento de actuar, una vez dentro del castillo no habría vuelta atrás, ella, la mujer que estaba causando todo tenía que morir, el daño que había causado era demasiado, si de mis manos ha de correr sangre que sea por una razón valiosa.

Tome con determinación el arco y me adentre, en esta historia había demasiadas mentiras, y todos caímos en ella, no sé en qué le beneficiaba engañarnos, el demonio es el demonio, nada lo cambia, entonces qué razón retorcida tendría para ello.

Las serpientes dejaron a Inuyasha en la habitación donde Kikyu se encontraba, miro consternado a su primo, pero estaba demasiado débil para pararse e intentar acerarse a él, miro a Kikyu caminar hacia él, la mano de esta, saco una reluciente luz que lo atravesó de pies a cabeza, lanzo un grito cuando sintió un punzante dolor en el cuerpo, Sesshomaru no entendía que hacia la mujer, parecía que curaba las heridas, que CARAJO pretendía Kikyu.



POV KAGOME


Todos tenemos demonios que nos hieren, gritan por salir, nos vuelven personas que no queremos ser, surgen cuando menos esperamos, no tienes que ser malo o tener odio en tu interior, inclusive aquel que sea inocente tarde o temprano sucumbirá, si busco en google su definición, me dirá que es un ser sobrenatural descrito como algo que no es humano, pero si, malévolo, volviéndolo un espíritu impuro.

¿Cómo nuestro demonio se volvió impuro? Fácil, fue marcado por un Ángel caído, nombre que se le dio a los hijos de personas de tiempos diferentes.

La profecía verdadera decía:

“El demonio surgirá de aquella que fue elegida por el Ángel caído y lleva su marca, en la séptima luna dejará el cuerpo tomando su forma real, solo aquel que dejo su marca podrá traer de nuevo su alma del mar de los muertos, su vínculo creará un hilo de equilibrio entre el bien y el mal, logrando que regrese de nuevo a su cuerpo humano al que pertenece”

Nunca hubo una elegida, nunca hubo una marca para ello, solo fue un maldito engaño para traer al demonio a este mundo y ser utilizado para volver inmortal a un ser despreciable, y ella era a la que necesitaba.



POV SESSHOMARU


Mire como Inuyasha se curaba de sus heridas, la mire sonreír satisfecha al verlo pararse, este me miraba con intensidad, ninguno sabía cuál era su propósito de esta loca mujer.

- qué lindo los primos de nuevo se reencuentran- sonrió mirando a uno y otro- así es Inuyasha traje de vuelta a tu querido primo.

-¿que pretendes?- exigió Sesshomaru.

-a mí, yo soy el demonio- murmuro Inuyasha.

-error- se carcajeo Kikyu disfrutando la cara de Inuyasha- mirad- señalo por la ventana un puente que conectaba a la torre, Rin venia corriendo al encuentro de Inuyasha- ¿quieres que muera?

- a ella déjala en paz, no tiene nada que ver- amenazo.

-no me lo digas a mí, díselo a ella- sonrió al ver aparecer a Kagome- mátala antes de que ella mate primero a tu amada.

Kagome tenía que matar al demonio, era necesario, pero si Inuyasha pretendía hacerle algo no podría evadirlo, tendría que atacarlo, esa maldita mujer era perversa, nos enfrentaría para liquidarnos y ella poder lograr su objetivo, pero podía detener a Inuyasha, si escuchaba las razones podría entender, o ¿no?




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