Dos días después, Bankotsu y los demás llegaron al templo, el cual estaba cerca del Reino del Oeste, el gordo maestro del veneno, Mukotsu miro sonriendo al grupo, su jefe había regresado.-hasta que aparece jefe.
-Mukotsu, como va todo por aquí, alguna novedad.
- nosotros nos hemos mantenido al margen de la guerra como nos pidió, los demás están dentro, pero hace dos días un tal Naraku ataco al campamento en el bosque del silencio.
-¿Estas seguro que fue Naraku?- pregunto desconcertada Kagome.
-y la sacerdotisa esa- contesto- algunos de los aliados decidieron dejarlos y unirse al señor oscuro, muchos otros murieron en esa batalla, por lo cual ahora está la situación tensa en el campamento.
-Hey Renkotsu- llamo al entrar Banky.
-así que el líder se dignó a regresar- miro a Kagome- si sigues siguiendo a mujercitas bellas terminaremos muertos.
-por fin Jakotsu ha regresado- menciono un hombre con un libro en su mano- muero de hambre ve y cocina algo bueno, el maldito de Mukotsu fue el encargado de ello, pero nadie lo comió, nunca se sabe si está haciendo una sopa o veneno.
-bien- murmuro molesto dirigiendose a la cocina.
Kagome retrocedió al observar al hombre que más parecía un robot enorme entrar al lugar, su sonrisa extremamente grande y ese brazo metálico, Koga la sujeto y mantuvo en su lugar.
-no te dejes impresionar-murmuro- estos sujetos son unos grandes mercenarios, podría decir que son los mejores de este mundo.
-y todos son hermanos de Bankotsu.
-no, pero así se sienten, cada uno posee una habilidad que será de gran ayuda.
-Bankotsu les pedirá ayudarnos.
-se los ordenara- sonrió- es el jefe y no se negarán, además, aunque no parezca aprecian a su líder.
-y tu Koga- se giró para mirarlo, mientras los hermanos se reunían en la cocina y platicaban- nunca me dijiste como murió tu padre, todo tu clan desapareció.
- Mi clan se asentaba muy cerca del pozo, su poder era desconocido por todos, menos para un hombre, la paz estaba firmada con el gran Lord Inu no, esa noche se vio en el bosque fuego, mi padre fue a averiguar qué había pasado, ahí estaba el príncipe Onigumo, al parecer y según los rumores había solicitado permiso para abandonar el reino, pero a pesar de que el Rey se lo concedió, hubo gente a la cual no le pareció, entre ellos el Comandante Takemaru, este con su gente lo mataron al ingresar al bosque del silencio, mi padre fue testigo de ello, al ver que abandonaban el cuerpo, trato de auxiliarlo pero ya no había nada que hacer, su último deseo fue que protegieran el pozo y evitaran que alguien supiera de su poder, el cual le fue revelado a mi padre- narro pegado a la pared y con los brazos cruzados.
-mataron a tu clan para revelar su ubicación.
-si- apretó los puños con fuerza- mataron frente a mi padre a su gente, para obligarlo hablar, cuando mi madre iba a ser asesinada, él no aguanto más y conto todo, pero ellos la mataron sin piedad, después a mi padre y cuando seguía mi turno, Kikyu pensó que podía serle útil, así que me llevo con ella.
-quien… quien estaba ordenando todo… tú sabes quién es el señor oscuro ¿cierto?
-Sí, aunque me gustaría ser yo quien lo acabe, algo me dice que solo tú puedes.
-te juro que vengare a tu pueblo, pero a cambio necesito que ayudes a Inuyasha y los suyos en la batalla.
-matare con gusto a algunos cuantos guerreros de la muerte- sonrió de lado- por cierto-bajo la cabeza- la perla sabes dónde está.
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El Demonio
FanfictionA veces hay que elegir el mejor camino para los demás, aunque eso signifique no tener el final que deseamos. Está es la continuación de la Marca del Demonio.