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Capítulo veintidós

CAPÍTULO VEINTIDÓS:
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LILYANNE MACMILLAN Y SERAPHINA PICQUERY

╰➤♪ traitor - oliva rodrigo

—Alguien cerró la maleta desde afuera.

A Lily la sangre le bajo a los tobillos.

—Eso... eso es imposible. —susurró, pero en vez de probar abrir la maleta, descendió por los escalones y retrocedió con la mirada perdida.

Era el hecho de estar atrapada en una maleta (cosa que era bastante chocante) lo que volvía insanamente inquieta a Lily. Dentro de la valija eran tan dóciles como fruta en un mercado.

Tenía varias preguntas, pero la  que superaba a todas era: ¿quién? ¿Quién los había visto entrar a la meta y decidió llevárselos? Lily no recordaba a nadie en el parque más que ellos. Y a no ser que los animales fueran los suficientemente inteligentes como para transportar una maleta por las calles de Nueva York sin que nadie viera nada, Lily no encontraba solución al enigma.

Newt probaba con su varita abrir la maleta, pero no daba resultado. Jacob, en cambio, pateaba las paredes del taller de Newt, como si fueran de fibra delgada.

Era inútil: estaban atrapados.

Al cabo de un poco, la maleta comenzó a sacudirse desenfrenadamente. Se movía para los costados y para arriba, como si la persona que los llevaba estuviera escalando una montaña. 

El suelo temblaba y no se podían quedar parados. Newt se aferró a la escalera para no caerse mientras seguía golpeando la parte superior de la maleta, tratando de hacer entender a la persona del exterior que había personas adentro. Parecía importarle un bledo a Newt si lo descubrían, por su expresión se podía adivinar que no la estaba pasando bien.

En el suelo, Lily y Jacob eran impulsados a saltar aún tratando de mantener el equilibrio perdido.

Al cabo de un poco, resonó en el interior de la maleta un ruido profundo que hizo un eco aún más profundo.

—Es un reloj. —dijo Jacob, que luego de decir eso cayó al suelo de bruces.

—Creo que sé donde estamos. —dijo finalmente Newt, cuando el movimiento en la maleta disminuyó gradualmente.

—Apreciaría que me lo dijeras, Newt —se expresó Lily, llevándose una mano a la cabeza luego de ponerse de pie.

Los pasos de la persona que los transportaba se redujeron y unas voces anónimas se incrementaron. Parecían estar discutiendo porque se interrumpían constantemente y no se dejaban terminar las oraciones.

—Magicongreso Único de la Sociedad Americana. 

Le entraron ganas de reír a Lily cuando Newt dijo eso. ¿El mundo mágico tenía su propio gobierno? Cada vez podía ser menos probable que Newt le estuviera haciendo una broma de mal gusto. Todo estaba llegando demasiado lejos.

Para empeorar la situación, y antes de que Lily pudiera soltar la primera carcajada, se escuchó del exterior una voz que resultó muy familiar a primera instancia. Esa voz les ofreció casa y comida aún cuando Newt dudaba si quedarse o no.

—Señora Presidenta, lamento interrumpir, pero es de suma importancia...

La voz se fue apagando a medida que sus zancadas se reducían.

—Tina. —masculló Lily. ¿Cómo no lo supo antes?

Los tres miraron hacia arriba. Tina no sería capaz de delatar a Newt.