Decisiones

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Draco

En cuanto voy saliendo de mi oficina me sorprendo al ver a Astoria llegar con la intención de entrar.

-Draco, que casualidad -me saluda con un beso en la mejilla.

-Tori, ¿que haces aquí?.

-Quería verte y además pedirte un favor. ¿Vas de salida? -pregunta con una sonrisa risueña.

Yo asiento- Tengo que ir al departamento de aurores, Potter quiere hacer un pedido.

-Que casualidad, yo también voy para allá a ver a Daphne. ¿Vamos y así te platico bien?.

Accedo y en seguida se guinda de mi brazo como si su vida dependiera de ello.

Aprecio a Astoria, la quiero pero no como sé que ella espera que lo haga. Sin embargo creo que no se lo dejado muy claro. La manera en que siempre busca un pretexto para buscarme en ocasiones me ocasiona tedio.

No quiero herirla más creo que ya es hora de ir dejándole las cosas claras para que no se haga ideas raras sobre nosotros. La última vez que fuimos a la mansión de los Greengrans si madre estaba balbuceando una cantidad de cosas absurdas sobre nosotros.

En el camino habla sobre el pronto cumpleaños de Daphne y la fiesta sorpresa que está preparándole a su hermana. Yo accedo a presentarme ya que Daphne también es mi amiga desde hace mucho tiempo, actualmente es Aurora y cualquiera que la conoce sabe inmediatamente que sus intereses no están precisamente sobre los hombres. Una razón más por la que es de las pocas amistades que he mantenido.

En cuanto llegamos al departamento de aurores y uno de ellos va en búsqueda de su jefe.

Unos minutos después de que sale veo a Potter saliendo de su despacho acompañado de Granger, la reconocí por su indomable cabellera a pesar de estar de espalda.

-¿Tardarás mucho? -pregunta.

-No te preocupes sólo serán unos minutos -le digo.

En cuanto desvío mi mirada de Astoria hacia al medio trío de oro, me quedo de piedra ante la intensa y fija mirada de Granger. Extrañamente me siento indefenso y siento como si algo dentro de mi intentara salir.

Un escalofrío me recorre y oigo a Potter hablarle pero a ella no parece importarle porque continúa mirándome fijamente. Intento apartar la mirada pero me sorprendo al notar que realmente no quiero hacerlo, hay algo acerca de esta extraña y embarazosa situación que no me deja ir... Como si no tuviera control de mí.

Siento la mano de Astoria deslizarse por la mía y sé que odia ya no ser lo centro de atención, el ambiente se corta rápidamente como si hubiese estado bajo un imperius y luego me dejaran ir. Miro a Astoria y veo que tiene el ceño fruncido hacia Granger.

-¡HERMIONE! -Grita Potter y cuando volteo de regreso solo siento como si un torbellino hubiese pasado frente a mí.

Sin darme tiempo a prepararme para reaccionar Granger se lanza sobre Astoria tirándola al suelo y en cuanto alza su mano yo meto mi mano dentro de mi túnica buscando mi varita, me horrorizo al ver unas enormes garras emergiendo de sus dedos aterrizando sobre el cuello de Astoria.

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