Eren

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¿Cuántos entrenados como Eren? Esa es la pregunta que hacen en los centros de seguridad mágica que a visitado.

El General Gaall conocido mundialmente como uno de los mejores para entrenar Aurores y Hit-Wizards de todo el mundo mágico es buscado para entrenar a todo tipo de reclutas que anhelan ser como él. Inclusive había formado parte del entrenamiento que había recibido el mismísimo Kingsley y más tarde Harry Potter.

Kingsley ahora es el actual ministro de magia y Harry Potter el actual jefe de aurores lo que demuestra que el no entrena perdedores y que todos los que pasan por su mano dura y su fuerte disciplina están destinados a cosas grandes.

Eren era tan solo un niño de 8 años cuando Aína se lo llevó para ser entrenado y el General había dudado si aceptarlo o no alegando que un varón nacido bajo el seno de una familia real no era apto para la guerra... Lo que no esperaba es que aquellas palabras se quedasen en la mente de ese niño y en la semana siguiente le demostrase que era más que apto para tal entrenamiento.

Inclusive en tan solo dos meses había superado a todos los de su clase. Eren alcanzó a los 15 un nivel que muchos tardan más en conseguir. Era el mejor en todo, el más avanzado, el más hábil y el más leal.

Su transparencia fue lo que le abrió las puertas de millones de centrales en el mundo para ayudar al General a entrenar a otros. Formando parte de diferentes batallas y diferentes riñas que lo hicieron famoso entre sus colegas.

Los llamados hacia el General iban acompañados de la misma pregunta, ¿cuántos entrenados como Eren? A lo que él solo reía con soberbia antes de contestar lo de siempre...

—"¿Entrenados como él?, Todos... ¿Como él?... Ninguno".

El general tenía un secreto que solo un grupo selecto conocía, era una veela.

Su trabajo era más que con el mundo mágico, con los suyos y por tal razón su ejército no tenía comparación. En el estaban todos los rezagados a los que el mundo temía solo por ser "diferentes".

Como Eren no había otro, pues él era único. Fue engendrado por un veela macho que tenía un vínculo directo con la realeza, pues su padre había sido pareja de la Riona del momento... Sin embargo su amor por ella no había sido lo suficientemente fuerte como para serle fiel, así que se enamoró de una elfa llamada Morphie con quien se sostuvo relaciones sexuales y de tal encuentro se creó a un ser único en su especie.

Eren era un híbrido, mitad veela, mitad elfo. Su magia era poderosa, pero esa es tan solo una de las muchas cualidades que poseía. Su fuerza y resistencia física eran iban a lo inhumano.

El mismo se describe como "defectuoso", pues desde su nacimiento hasta los momentos había nacido sin la capacidad de llorar. Simplemente no puede hacerlo. Cuando su madre murió siendo apenas un niño sintió que su mundo se le veían encima, sin embargo no pudo expresarlo, las lágrimas se negaron a salir. 

Luego falleció su padre, pero por el si no sintió pesar pues reconocía que su progenitor era todo menos una buena persona y lo odiaba. Ni siquiera reaccionó cuando Aína su media hermana falleció y vaya qué tal echo le había dolido. Ella aparte de su madre había sido la única que no lo había tratado como un fenómeno o un estorbo, no... Ella había creído en él y le había ayudado a convertirse en el guerrero ejemplar que era ahora.

Las mujeres tanto brujas como veelas que tenían el placer de contemplarlo se aturdían ante su belleza. Su mirada azul profunda tenía la capacidad de derretir a cualquier y podía conseguir lo que quisiese incluso sin hacer uso de la hipnosis que poseía como don innato.

Conseguir mujeres jamás había sido un problema para él, mantenerlas ya era otro asunto. Según su propio criterio aún no conocía a la indicada y él quería ser muy cuidadoso al respecto porque aunque como híbrido tuviese la capacidad de elegir libremente la ley natural estipulaba que a quien eligiese esa sería su pareja de por vida.

El harén real había sido su hogar por mucho tiempo. Mujeres iban y venían pues si había algo que regía a una veela era la lujuria, con el tiempo la sed de placer iba incrementando y de alguna u otra manera había que drenarlo.

La única regla era clara... Nada de besos.

Los labios de Eren no había tocado los labios de ninguna, pues quería mantener algo de sí mismo intacto para la elegida.

Su fisco era perfecto y su aura emanaba masculinidad por todos lados. Su sonrisa peligrosa y algo sarcástica le daba un aire misterioso que lo volvía aún más irresistible, tan fuerte como un roble y tan alto como un poste.

Serio ante todos, leal con los suyos, sensible con los que ama y lujurioso cuando de sus deseos se trata. Las que habían pasado por su cama quedaban marcadas para siempre y su única desilusión era que él no repetía con una mujer para evitar sentimientos profundos.

Cuando Aína le pidió que cuidase de la nueva Riona le juró que así lo haría, pero jamás imagino qué tal decisión sería su ruina.

Hermione Granger terminó siendo más de lo que esperaba. Los genes veela la convirtieron en una Ninfa de cabellos castaños y ojos dorados. Cuando la vio por primera vez algo dentro de él se quebró... Ese muro que él mismo había creado para aislarse de todo sentimiento cedió ante su belleza.

Por primera vez inclinarse ante alguien para él era el mayor de los placeres. Verla desataba un sinfín de deseos en su cuerpo y constantemente comenzó a soñarla. Le juró su lealtad de rodillas, pero lo que Hermione ignoraba era que la veela no solo le estaba dando su lealtad, sino también su corazón.

Había llegado tarde, la naturaleza le otorgó una pareja y Eren se vió perdido, pero luego recobró la compostura en cuanto supo por Fleur que entre ellos no se había formado aún un vínculo.

Se habría preguntado mil veces el por qué, estaba más que claro que cualquier hombre moriría por tener a alguien como ella.

Lo odió en cuanto la vio moribunda por él y se sintió culpable porque era su debes ayudarle a encontrar un equilibrio para que eso no sucediese y lo odió aún más cuando llegó a buscarla y tuvo que dejarla en sus manos.

El tiempo que pasaba ayudando a su Riona a controlar su magia era preciado para él y buscaba maneras de halagarla y hacerla reír porque le encantaba hacerla sentir especial. Hermione reía y se sonrojaba de vez en cuando, pero él sabía que su veela ya había escogido a alguien más.

Sin embargo allí sus planes no se verían truncados, pues había tomado la decisión de explicarle a Hermione cómo funcionaba realmente una veela y lo necesario que era poder saciar sus deseos. En algún momento si el mago aquel se seguía negando a tomarla en la ella se crearía una frustración tan grande que o bien podría terminar tomándolo igual por la fuerza... O inclusive dejar que Eren le ayudase y para ello tendría que explicarle sobre el Harén y como funcionaba.

La central de Hit-Wizards en Londres le había abierto las puertas y ahora era oficialmente el guardián personal de Hermione tanto en Myra como fuera de ella... Eren tenía planes.

Proteger a su Riona, quitarle de en medio a todos los que quieran dañarla, ser todo lo que ella necesitase y servirle eran tan solo unas de las tantas cosas que debía hacer.

Draco Malfoy no lo recordaba ahora, pero él era su mayor rival y el único que podría arrebatarle a su veela... Él es Eren.

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