Vindicare

Potencial amenaza

El sonido de los tacones se intensificaba a cada paso a través del elegante pasillo.

—Buenas tardes Señorita Delacour —le saludó una joven apresurándose a la puerta—. Él señor la está esperando.

Abrió la puerta para la rubia y Fleur rápidamente ingresó a la oficina.

—Delacour —Draco se puso de pie—, debo admitir que me sorprendió bastante tu carta.

Ella asintió mientras tomaba asiento por invitación de él.

—Debes saber Malfoy, que si no fuera realmente importante no te habría importunado —dijo mientras se quitaba sus guantes blancos de seda.

Draco frunció el ceño.

—No entiendo nada.

—No te culpo, es mucha información de hecho la que tendría que decirte, pero la mayoría no me corresponde a mí —suspiró—. Quiero que sepas que al estar aquí tal vez esté fracturando la poca confianza que ella ha ido extendiendo sobre mí.

—¿Ella, quién? —preguntó.

—Hermione.

Draco se sorprendió un poco ante la mención de su nombre.

—¿Es por Granger que estás aquí?.

La rubia asintió.

—Trataré de ser lo más clara posible —acotó—, sé que tú eres la pareja de Hermione, pero también sé que no tienes ni la menor idea de lo que eso significa.

Él alzó una ceja— ¿Y tú si?.

—Yo sé más de lo que cualquiera sabe de ella, pero antes de decirte cualquier cosa te advierto que nada de lo que hablemos aquí puede salir de esta oficina —advirtió—. Hermione no es una "Veela Reina", es "La Veela Reina",  ¿Comprendes?.

La cara des configurada de Draco le dió a entender que definitivamente él no comprendía nada.

Fleur miró hacia el techo buscando las palabras adecuadas para explicarle sin revelar más de la cuenta.

—Yo soy una cuarta veela como yo hay muchas, también hay veelas puras —explicó—, pero hay una sola como Hermione. Ella no es como las otras, es única aún en nuestra especie.

Draco se rascó la mandíbula comprendiendo un poco más.

—Entonces, ¿quieres decir que ella es como tú superior? —preguntó curioso.

—Sí, correcto. No sólo mía, sino de todos los que somos parte de esta especie —dijo tratando de ocultar el restante.

Ella sabía que Draco todavía no estaba listo para saber que Hermione no solo era la Reina de la veelas, sino que además gobernaba sobre toda especie animal que fuera terrenal.

—Sí, eso dijo el profesor Scamander. Dijo que ella era superior en su especie.

Fleur asintió— Sí, pero eso va mucho más allá de lo que todos se imaginan.

—Al grano Delacour, tengo mucho trabajo y muchos pedidos por concretar —habló exasperado.

—Las Rionas son la especie superior de las veelas, son veelas igual pero sus poderes y su linaje es por mucho más poderoso —comenzó a explicar—. Sin ellas el equilibrio natural se perdería y toda una especie perdería el control. Durante años las veelas han convivido con los magos e incluso con los muggles, pero no fue hasta que descubrieron a nuestra especie que comenzaron incluso a experimentar con ellas. Cómo bien sabrás por tu trabajo una de nosotras contiene demasiado núcleo mágico, en especial en nuestro cabello.

Draco asintió, por supuesto que lo sabía. No solo el cabello, también conocía lo que proveían incluso ciertos órganos de su cuerpo.

—Desde entonces viven más cuidadosamente entre las gente.

—¿Y el punto es? —preguntó alentándola a ir más rápido.

—El punto es que durante siglos han habido diferentes tipos de Rionas, antes de Hermione hubo una su nombre era Aína. Era poderosa, pero su pareja no le correspondió y cuando estaba convaleciente tuvo que ir tras su sucesora... —hizo una pausa antes de continuar— sin embargo jamás había visto a nadie como ella. Hermione no es como las demás Rionas... Su poder es superior, ella hace cosas que ninguna antes había hecho.

—¿Y eso es malo?.

Fleur se encogió de hombros contrariada.

—Todos reaccionan a ella diferente, e visto lo que puede provocar en el pueblo. Ellos la adoran y cuando la ven solo ven esperanza, el hecho de que alguien como ella pudiera ser transformada sin ser sangre pura es casi un milagro —dijo sonriendo levemente—, pero su corazón está lleno de rencor. La han herido tanto que temo todo esto sea demasiado para ella. Quiero que algo quede claro Malfoy, Hermione es extremadamente peligrosa.

Draco se enderezó sobre su asiento.

—Si es tan peligrosa como dices, ¿acaso no es mejor notificárselo a Kingsley o a Scamander?.

—¡No! —exclamó—, dije que es peligrosa, pero jamás he dicho que sea mala. Nadie puede contenerla y si buscan de hacerlo temo que se salga de control. La criatura y ella cohabitan en el mismo cuerpo pero no serán una sola hasta que tú y ella... Se vinculen. Mientras que eso pase hay que asegurarnos de que Hermione siga intacta o se dejará llevar por su instinto y no habrá un equilibro dentro de ella.

—Dices que es imposible contenerla, ¿entonces que papel juego yo aquí? —preguntó incrédulo—. ¿Terminaré con la garganta desgarrada igual que Astoria?.

Fleur frunció el ceño— Imposible contenerla para alguien que no seas tú —aclaró—. Tú eres su pareja, eres la única persona que la puede controlar. Solo tú Malfoy, puedes contenerla. Cuando te des cuenta de eso comprenderás que ella hará lo que sea por ti... Incluso morir si se lo pides.

Él sabía que eso era cierto, ya Hermione lo había retado una vez.

Una palabra suya podría darle vida o silenciarla para siempre.

—Quédate a su lado, aprende a quererla. Tienes que demostrarle que puede confiar en ti y que no está sola, sólo así ella se quedará y la criatura no la consumirá... Malfoy, se qué tal vez es mucho lo que te pido, pero de eso depende no solo nuestra especie tanto veela como mágica, sino incluso el orden natural de las cosas. Aína antes de morir nos pidió que cuidásemos de ella, porque ella creía que Hermione era la respuesta y solución a todos nuestros problemas... Yo también lo creo, creo en ella. Te pido que hagas lo mismo.

—Todavía no estoy listo para establecer un vínculo con ella, ¿que pasará si lo hago? ¿Mi vida va a cambiar de alguna forma? —preguntó.

—Eso no me corresponde a mí decírtelo. Hay muchas cosas más, pero eso solo puede decírtelo ella. Haz lo que te digo, gánate su confianza y el vínculo llegará de manera natural.

El rubio suspiró.

—Bien, lo intentaré.