Capitulo 31: ¿Huirías Conmigo?

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Me dirijo a los Jardines con Casey esperando pronto ver a Sabi, tengo tantas cosas que contarle aun que dudo si en verdad puedo confiárselas.

El me espera sentado en nuestra banca de siempre, voltea a verme y sonríe cuando me ve caminar hacia el, cuando llego me hace ademan de que me siente a su lado sin borrar su sonrisa.

Algo en mi interior se siente diferente. El verlo sonreír me renueva.

-¿Como estas?- pregunta preocupado

-Estoy bien y ¿Tu? ¿Como te fue ayer?

-Tessa, sedante y suero, en resumen

-Woow ¡Intenso!

-Lo mismo pienso

Las palabras quedan flotando, en medio de los jardines; contemplamos en silencio las paredes que se ven a lo lejos como si fuéramos capaces de huir algún día, de trepar esas altas y electrificadas paredes

-Son demasiado altas no lo lograríamos- dice Sabi leyéndome el pensamiento

-Ni siquiera podemos arriesgarnos a intentarlo, he escuchado que están electrificadas

-De poder huir, ¿Huirías conmigo?

-Sabes que ni siquiera tienes que preguntarlo- digo y el sonríe tiernamente

Pone su mano sobre la mía en la banca y la entrelaza con sus dedos

Abro los ojos con sorpresa pero me giro para evitar que me vea.

-Lo se- termina por decir mientras me aprieta la mano

Siento como una especie de cosquilleo interno. Lo miro y me pierdo por un instante en sus ojos grises, Sabi me mira subiendo una ceja y después la otra para ponerlas a bailar arriba y abajo.

Suelto una carcajada y después de unos segundos trato de regresar a mi respiración normal.

-Muy gracioso-digo tratando de no reírme

-No mas que tu y tus poemas del escusado

-Gracias, yo ya soy una experta-

Pongo mi mejor cara de presumida y el a su vez sonríe formando unos hoyuelos en sus mejillas

En ese momento algo dentro de mi se rompe, no se si es la ilusión de escapar juntos que cada vez pienso que es mas irreal o el darme cuenta de que en verdad he llegado a quererlo. Al ver sus ojos y grises, su cabello negro, su sonrisa y sentir su mano con la mía me duele el pensar en un día que ya no pueda verlo. Una expresión de tristeza cubre mi rostro y El lo nota al instante.

-¿Estas bien?¿Pasa algo? Sabes que puedes confiar en mi- dice con voz seria

Pero antes de responderle vuelve ese pensamiento inquietante que me ha atormentado durante varios días, ¿Debería confiar en Sabi? ¿Debería contarle que he recordado todo?

-Bueno yo... -dudo pero después me recupero- si estoy bien, me pone triste que ya casi se nos acaba el tiempo-

-Tranquila, nos veremos mañana- dice mientras me acomoda un mechón de cabello detrás de la oreja

Se me eriza la piel y contesto tartamudeando

-Emm si claro, mañana...

Su mano contra la mía es una sensación que no quiero olvidar, su mano es cálida y delgada, la mía es mas huesuda y fría la mayor parte del tiempo aun en verano. Pero esta tarde de otoño, viendo como las hojas caen y el cielo se pinta de un gris brillante tengo algo que había perdido, logre recuperarlo y ahora aquí esta: un poco de esperanza

El Silencio De Su VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora