Capitulo 10

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¿De quién sería la voz?

Últimamente acontecimientos raros en mi vida comenzaron a rodearme, raros en el aspecto de que, no eran cosas cotidianas. Cualquiera creería que me estoy volviendo loca. ¿Y cómo no pensarlo de mí si estaba comenzando a escuchar voces que solo yo podía captar? Sentía esa necesidad de contarle mis cosas a alguien, saciar las pocas sensaciones que tenía diciéndole a alguien, con la necesidad de que me crea. Pero sabía y estaba más que claro que si se lo contaba a mi mamá ella me iba a mirar raro, y si siguiera insistiendo probablemente pensaría que son problemas de adolescentes y me llevaría con un psicólogo.

Frecuentemente yo solía ignorar las cosas porque, siempre fui una chica calmada y cotidiana. Monótona. Y creía que si ignoraba las cosas raras que pasaban que solo yo podía escuchar y ver, pensé que si dejaba de un lado los problemas y me seguía envolviendo en el aire de cotidianidad, si ignoraba y rechazaba todos los problemas. Estos se cansarían de insistir y desaparecerían.

Vagamente mi mente voló a el recuerdo de Abid, sus esferas de ojos obscuras me atraparon, enviciándome en un camino largo y desconocido. Su torso desnudo vagó por mi cerebro, cuando entré a su cuarto con la intención de buscarlo y sin querer me topé con una vista maravillosa, cada poro de su piel me llamaba a tocarlos y acariciarlos, para comprobar si se sentía su piel suave a como se veía.

La cercanía que brotó de nosotros cuando segundos después me disculpé y estaba dispuesta a bajar las escaleras para alejarme y tratar de seguir ignorando estas sensaciones, pero me llamó y todo flotó a la luz, pensaba que era solo atracción. Una irremediable atracción fogosa que nos llamaba a sucumbirnos en ese ambiente de lujuria, amor y gozo, pero, tenía un poco de miedo al ver que.

En el sueño todo se sintió real, cuando me miró el nerviosismo brotó de mí y me hizo dudar y recordar cosas pasadas. Cuando la voz salió de sus labios, un sentimiento creció dentro de mí y ahí si no estaba segura de que sentimiento era. Cuando me jaló hacia él, pero antes sus dedos acariciaron mi muñeca envolviendo de calor la zona que él tocaba, lo sentí.

Eso a lo que yo desde pequeña tanto me había preguntado saber que se sentía. ¿Qué se siente tener la atención y el interés de un chico en ti? ¿Qué se sienten las mariposas en tu estómago? ¿Eso es real? ¿Qué se siente conectar la mirada con un chico y sentir cosas irremediables dentro de ti? ¿Qué se siente sentirte bonita, poderosa y una diosa ante su mirada? ¿Algún día lo experimentaré? ¿Algún día alguien se fijara en mí? ¿Qué se siente el toque de un chico, y que eso te provoqué calor o choques eléctricos? ¿Qué se siente sentir atracción por alguien? ¿Qué se siente..?

Sentir.

Hace unos años yo me encontraba vagabundeando, nadando por alrededor de todas esas cosas que algún día me hubiera gustado vivir, y hoy estaba experimentando y viviendo. Me salía un poco del tema pero, antes creía que si ignoraba todo, los problemas se aburrirían de mí. Y no era así.

El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos, quité mi mirada fija del techo obscuro de mi habitación y me levanté del suelo. Estaba acostada en el piso de mi cuarto, con las luces apagadas.

Cuando (hace una hora) habíamos terminado por hoy parte del trabajo de la escuela con ayuda de Alterd, mi madre no estaba en casa, ellos se tuvieron que ir cada quién por su lado y, había ratos en los que quería, necesitaba un momento a solas conmigo misma por lo que le puse seguro a la puerta de la casa y me subí.

La tarde había pasado tan rápido y con eso el atardecer se dejó vencer por la noche, todo estaba a oscuras que con mis brazos extendidos tanteé hasta llegar al interruptor para prender la luz.

Mi teléfono estaba sobre la repisa de madera a un lado de mí, lo tomé. Era un mensaje.

Gerardo: "¿Puedo marcarte? Algo urgente"

Eternamente Tú  (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora