03 •Kuroo Tetsurō.

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Mafia AU.

Vieron como el hombre en el suelo, que no pasaría de los treinta años, pedía clemencia ante los pies de la bestia.

Suspiró con los ojos cerrados, y no dudó en dispararle en el segundo en el que les abrió. No sabían en que momento había levantado el brazo puesto que había usado esa rapidez inaudita que la caracterizaba.

Sin dudar, sin inmutarse. Simplemente apretó ese gatillo sin remordimientos.

Vieron durante unos segundos la sombra de su antiguo jefe sobre ella, su manera de guardar la pistola, sus afilados ojos buscando algo entre la oscuridad, el modo tranquilo en el que lo había hecho todo, o el disparo justo entre los ojos del hombre que ahora yacía en el suelo, sin vida.

Pero su dulce voz les trajo al presente, recordándoles que ella era lo único que les quedaba de su antiguo jefe ahora muerto.

-Ya está chicos, buenas noches.- Indicó la fémina, comenzando a caminar con paso delicado por el callejón.

-Jefa, ¿necesita que la acompañemos?- La preguntó Alex, uno de los chicos de su banda.

Esta se volvió con una sonrisa, y levantó su arma un segundo, recordándoles que nada podría con ella. Se puso su capucha y se alejó en sentido contrario a ellos, desapareciendo rápidamente por una calle lateral.

El puma, es como la habían apodado por los barrios cercanos. Certera, silenciosa, y definitivamente letal.

~Narra ____.~

El coche ya me esperaba dos calles más allá de dónde se había producido el disparo. Me senté en el asiento central de atrás, sin quitarme la capucha.

Respiré hondo y levanté la vista, complacida al ver que todo era igual que siempre. Tanto el cochero como el copiloto, las dos personas en las que mas confiaba mi vida.

Una de ellas por haber estado conmigo desde que lo encontré en las calles, y la otra por haberse convertido en mi mejor amigo tiempo atrás

-¿Donde vas esta noche ____?- Me preguntó Sing desde el asiento del copiloto.

-Kuroo me está esperando en casa, creo recordar que tenía algo para hoy aunque no recuerdo muy bien el qué.- Hablé pasándome un dedo por el puente de la nariz. -¿Y tu, donde te estamos llevando hoy?-

-Vuelvo a Chinatown, mis chicos me necesitan por lo visto. Primero te dejaremos a ti en tu barrio de ricos y luego ya iré yo a pie.- Indicó con una sonrisita.

South Central Park era ese barrio con altos edificios acristalados en el que solo solían vivir las personas más afortunadas de todo Manhattan. Ricos, empresarios, mafiosos...

En tan sólo quince minutos en coche ya habíamos llegado a mi casa. No era mi hogar, pero era donde vivía, y tampoco podía quejarme de todo lo que tenía.

Bajé despidiéndome de los dos hombres dentro del automóvil y caminé rápidamente hasta la entrada. Saqué una llave y abrí la gran puerta que daba a nuestro apartamento.

En cuanto entré Kuroo pasó delante de mí hablando por su teléfono, y no pareció verme. Aunque parecía estar teniendo una conversación importante colgó unos segundos después, dándome la oportunidad de saludarle después de un largo día.

-Hola...- Murmuré detrás de él sorprendiéndole.

-Preciosa, estás aquí ya. Te he echado de menos...- Dijo sosteniendo mis mejillas con una sonrisa.

Ese día había tenido que salir temprano en la mañana cuando él aún estaba dormido, y cuando volví al mediodía Kuroo ya se había ido a trabajar, por lo que esta era la primera vez que lo veía en todo el día.

One-shoots | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora