04 •Kenma Kozume.

6.3K 357 47
                                    

El campamento juvenil duraba tres días y dos noches, todo un fin de semana contando el viernes básicamente. El viaje en bus no fue largo teniendo en cuenta que ya estábamos en Tokio, solo duró unos quince minutos como mucho, los cuales pasé sentada al lado de Kuroo porque aparte de ser su mejor amiga, también era su almohada humana.

El primer día pasó rápido, varios partidos de los chicos en los que algunos ganaron y en otros perdieron. No era muy complicado se manager del Nekoma, pero habría sido más fácil si hubiese tenido una ayudante como tenían otros equipos.

Me pasé la mayor parte del tiempo bromeando con Kuroo o separando a Yamamoto de las managers de otros equipos. Podía ser muy buen amigo mío, pero cuando hacía eso era desesperante.

Al fin llegó la primera noche, y como era costumbre, preparamos una fogata para sentarnos todos alrededor a comer marshmallows y contar historias.

Las bolsas con las pequeñas nubes no tardaron en llegar, y con ellas unas cuantas mantas para los que tuviésemos frío.

-Vale, ¿quién tiene frío?- Preguntó en voz alta Kuroo.

Yo y algunas otras chicas levantaron la mano, aunque también lo hicieron Lev, Yaku y un chico de Karasuno pecoso al cual aún no conocía. Al final acabé debajo de la manta que nos tapó a Kenma y a mí. Su manos se entrelazó disimuladamente con la mía, de manera que casi nadie lo vio.

-¿Quién quiere empezar este año con las historias de terror? Son tradición, ya lo sabéis...- Empezó a hablar Yamamoto consiguiendo que un escalofrío recorriese mi espalda baja.

-Tora, amigo, déjame empezar a mí.- Empezó Tanaka, a él le conocía porque Yamamoto me le había presentado.

-Esperad... ¿Historias de miedo?¿Enserio es necesario?- Hablé lanzándole un malvavisco e intentando restarle importancia para que no se notase que me daba miedo, y ni siquiera habíamos empezado.

-¿Por qué gatita, estás asustada?- Preguntó Yamamoto con una sonrisa.

Me había puesto ese mote hacía un tiempo, cuando me quedé dormida en uno de los entrenamientos y los chicos se dieron cuenta de que hacía un ruido parecido al ronroneo de un gato al dormir. También pegaba con el nombre de nuestra escuela.

-N-no claro.- Mentí, pero me tapé un poco más con la manta como si eso pudiese protegerme.

-¿Estás bien?- Me preguntó Kenma en voz baja.

-Si, no es nada.- Murmuré con una sonrisa, aunque apreté un poco más fuerte su mano.

-Bueno, esta es la historia de Teke Teke, una joven estudiante que fue víctima de abusos hasta morir. La pobre cayó a las vías del tren, donde fue arroyada y su cuerpo se partió a la mitad. Desde entonces, se dice que su espíritu vaga por diferentes lugares por la noche haciendo ruidos raros que la han dado ese nombre, buscando víctimas a las que asesinar separando su torso de sus piernas con sus propias manos.-

(N/A Todos hemos escuchado alguna vez esta historia no? xd)

Algunos rieron ante la absurda historia, otros parecieron creérsela, yo respiré hondo e intenté que mi mente no empezase a imaginarse cosas para poder dormir esa noche.

-Esa ha sido buena amigo, pero es mi turno.- Intervino Yamamoto. Ese maldito imbécil... -Yo os voy a contar la historia de Kuchisake-onna...- Comenzó.

Había empezado a temblar a mitad de la historia, pero Kenma me había abrazado por debajo de la manta. Había puesto la escusa de que simplemente tenía frío, pero me pareció ver que él sabía que no era así.

One-shoots | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora