10 •Tsukishima Kei

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Risas y cuchicheos se apagaron en el momento en el que la profesora entró al aula. No era estricta, pero se hacía respetar, y de algún modo conseguía que los alumnos siempre la prestaran atención cuando hablaba.

Ese día no fue diferente. Fue una hora calmada, dando teoría de biología y comentando datos curiosos. Pero lo sorprendente fueron sus palabras al final de la clase.

-Habeis estado trabajando duro este último tema, por lo que no lo evaluaré con un examen sino con un trabajo en parejas. Yo las haré y os diré el tema, y no miréis a vuestro mejor amigo así, no lo haréis con el.- Comento con una sonrisa.

-Señorita.- La llamó un joven de la primera fila. -¿Cuáles serán los temas?-

-Tengo varios apuntados, animales marinos, aves, mamíferos, animales voladores, pájaros...- Enumeró.

Y no tardó en empezar a hacer parejas, dándoles a cada una un tópico con el que trabajar. Exclamaciones de sorpresa se juntaban con suspiros de alivio, mezcladas con sonrisas furtivas.

-Por último, Tsukishima Kei con Yokimaru ____. Vuestro tema será animales extintos. Tendréis todos dos semanas para preparar vuestro trabajo, y después los expondremos aquí delante. Tenéis cinco minutos para poneros de acuerdo con vuestra pareja sobre los detalles más importantes sobre el trabajo ya que lo haréis fuera de clase.- Finalizó, y les lanzó una última sonrisa alentadora. -¡Ánimo, se que podéis!-

El rubio observó con el corazón latiéndole a demasiada felicidad como la fémina que sería su pareja durante ese trabajo se acercaba a él.

Se maldijo a sí mismo cuando su sonrisa le cautivó una vez más, y su melena enmarcando su delicado rostro no ayudaba en la tarea de no mirarla.

Llevaba enamorado de ella varios meses, y era cierto que se podían considerar más amigos que compañeros, aunque no habían tenido demasiado tiempo como para afianzar esa relación.

Pero por una vez, Tsukishima decidió que esta vez sí que quería acercarse al menos un poco más a ella.

-Narra ____.-

Me acerqué a mi compañero con reciente entusiasmo, emocionada a partes iguales por el tema y por hacerlo con él. Habíamos coincidido un par de veces y realmente disfrutaba estar con él, nos llevamos bien en poco tiempo.

-Bueno, ¿cuándo podemos empezarlo?- Le pregunté nada más llegar a su lado.

La silla de su compañero de enfrente estaba vacía, por lo que me senté apoyando los brazos en el respaldo y pasado una pierna a cada lado, colocando mi falda cuidadosamente, aunque realmente eso no me preocupaba.

-Tengo entrenamiento de voley tres días a la semana, así que cualquier día que no sean esos.- Me respondió jugando con un boli entre sus dedos.

-Vale, yo trabajo de lunes a jueves en una cafetería, pero puedo intentar sacar algo de tiempo.- Aclaré.

Tsukishima chasqueó la lengua y frunció el ceño antes de hablar.

-Mis entrenamientos son los lunes, miércoles y viernes, pero son una hora después de que terminen las clases. Podemos usar esa hora para ir empezando.- Me propuso.

-Me parece bien.- Accedí, y el timbre que indicó el final de la clase cortó mis palabras. -¿Podríamos elegir cada uno dos animales extintos para ir empezando?-

-¡____-chan, vamos a comer todas juntas!- Me llamó una de mis amigas.

Tsukishima asintió y yo sonreí despidiéndome de él.

-Ooh, ¿tienes que hacerlo con Tsukishima? Me compadezco de ti.- Dijo otra de mis amigas en cuanto llegue al pequeño grupo.

-No digas eso, es un chico bastante amable cuando le conoces.- Repliqué.

One-shoots | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora