One-shoots | Haikyuu

01 •Hinata Shoyo.

Algunos compañeros giraron la cabeza al ver entrar al pelinaranja solo, puesto que había escuchado gritos venir del patio y normalmente estos eran creados por el colocador y él.

Pero lo que no se esperaron para nada fue ver entrar poco después al moreno, con el ceño fruncido como de costumbre y cargando a una joven bastante parecida a él en su espalda. Ella miraba el cielo, inclinándose un poco hacia atrás cuando entraron al gimnasio, provocando así que Kageyama tuviese que sujetar aún más fuerte sus piernas.

-¡Para de una vez maldita sea, te vas a caer!- Exclamó él.

-Callate, si me caigo pues tú me coges, no es complicado de recordar baaaka.- Le respondió la fémina dando un golpe en su cabeza y consiguiendo así que se callase, haciendo un puchero.

Todos los miembros del equipo a excepción de los dos de primero que habían entrado a la vez que ella la miraron con los ojos abiertos, sorprendidos y anonadados a partes iguales.

Era como ver una copia exacta de Kageyama, pero en una versión femenina, bastante más baja, con largas piernas estilizadas y pechos marcados aunque tampoco demasiado. Tenía sus mismos ojos azules, su mismo pelo oscuro recogido en dos complejas trenzas, pero portaba en casi todo momento una hermosa sonrisa que hizo que todos los corazones del gimnasio latiesen un poco más deprisa. Excepto el de su hermano.

Pero lo que más les había marcado era el hecho de que había conseguido callar al "rey de la pista" con una sola frase.

Kageyama no tardó en bajarla de su espalda procurando que su falda quedase en todo momento en su sitio, y después se giró hacia su equipo suspirando y llevándose una mano a la nuca.

-Mmh... Esta es mi hermana gemela.- Dijo simplemente.

El gimnasio se mantuvo en silencio unos segundos, hasta que la fémina chasqueó la lengua y avanzó un paso.

-Me llamo Kageyama ____, encantada de conocerles.- Se presentó con una dulce sonrisa.

Si antes los corazones de todos ellos de habían acelerado, ahora se habían detenido delante de semejante dulzura de la joven. Dos chicos de segundo año no tardaron en arrodillarse frente a la joven, cogiendo cada uno una mano y besándola exageradamente.

-Soy Tanaka Ryunosuke, a tu servicio.- Habló el primero.

-Yo soy Nishinoya Yuu, pídeme lo que sea.- Habló después el segundo.

-¡Oh, gracias Tanaka-sempai, Nishinoya-sempai!- Exclamó, consiguiendo que los dos jóvenes cayesen a un lado llorando.

-Ya, ya chicos, la vais a asustar. Soy Daichi, capitán del equipo, estamos encantados de tenerte aquí con nosotros Kageyama-chan.- Se presentó el capitán.

-Oh, si puedo pedirles algo, llámenme solo ____-chan, es un poco incómodo para mí cuando tengo a mi hermano cerca que nos llamen a los dos por el apellido.- Indicó entrecerrando los ojos.

-Claro ____-chan, ¿y podemos saber por qué nos vas a acompañar hoy en el entrenamiento?- La preguntó un peliblanco seguramente de tercer año.

-Vuelvo a casa con mi hermano así que tengo que esperarle...- Empezó, pero rápidamente su hermano la interrumpió.

-Perdió sus llaves así que ahora va a tener que esperarme todos los días.-

-¡Tobio!- Exclamó la chica notándose enrojecer.

Los chicos rieron mirándola enternecidos por su reciente inmadurez, pero cierto pelinaranja la observaba con un pequeño sonrojo acompañado de una sonrisa.

~Narra ____.~

La puerta del gimnasio se volvió a abrir poco después, enseñando a otra joven de aspecto débil pero determinado.