13 •Daichi Sawamura.

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Pirate AU.

-No me puedo creer que hayas conseguido subirte aquí a escondidas.- Farfulló exasperado cierto moreno.

-¡Lo se, es increíble!- Exclamó la joven chica a su lado.

-No puedes estar aquí, lo sabes.- La recordó el mayor, aunque la sacaría solo dos años.

-¿Y qué vas a hacer? ¿Tirarme por la borda, capitán Daichi?- Le preguntó con una sonrisa bravucona, sabiendo que ella tenía la ventaja.

-No soy tu capitán ____. Y te volveré a dejar en Tortuga* nada más volvamos a esa isla. Como mucho en dos meses.- Indicó Daichi, oteando el horizonte como si así pudiera ignorarla.

(Tortuga: isla del mar Caribe que drante el siglo XVII fue un bastión para piratas y filibusteros que navegaban en la región.)

-Vaya, habéis visitado la isla recurrentemente en estos últimos tiempos y ahora no volveréis en dos meses, tengo suerte.- Exclamó ____ claramente feliz.

-No tientes tanto a la fortuna, podría dejarte mañana mismo en el primer lugar en el que paremos.- La recordó el capitán del barco.

La chica se rió, y se alejó de él en pocos pasos risueños.

El capitán suspiro, asiando con fuerza entre sus manos el timón y sintiendo la astillada madera de este clavarsele en las manos. Era una sensación agradable.

Sus tripulantes también lo habían notado, que desde hacía medio año visitaban Tortuga más a menudo, aunque sólo fuera para hacer algún intercambio o porque les pillaba afortunadamente a mano, por algún azar del destino y no porque su capitán los había conducido ahí sin darse cuenta.

Todo había empezado cuando vio una vez a una muchacha de mirada curiosa en la isla, a la que no había visto nunca antes. No parecía igual a las otras mujeres que rondaban la isla y que sólo buscaban ofrecerse por algo de dinero, si no que esta parecía buscar algo más allá. Un botín, un futuro, un hombre con el cual pudiera vivir... Pero nadie lo sabía, y el capitán había indagado bien.

Por eso capturó el interés de Daichi, que sin darse cuenta se había encontrado totalmente interesado en la viva joven que ahora ocupaba la cubierta de su navío, imponente como pocos.

____ se había colado en el barco la noche anterior, antes de que la tripulación dejase la isla. Vestida como un hombre, con el pelo recogido y un gorro tapandola parte del rostro, nadie había reconocido en ella a la muchacha que solía hablar a veces con ellos cuando paraban en Tortuga.

Daichi y ella habían hablado varias veces durante sus visitas a la isla, y la tripulación solía encontrarles compartiendo alguna bebida y riendo juntos. Por eso les había tomado por sorpresa el arisco comportamiento de su capitán desde que habían partido del puerto de Tortuga y habían descubierto a ____ entre los barriles de la bodega.

-Capitán, ¿vamos a cambiar nuestro rumbo ahora que hemos encontrado a la joven entre nuestra tripulación?- Le preguntó su maestre, segundo a mando en el barco.

-Ah, Sugawara. No, tenemos que llevar este cargamento a nuestro destino, ya tenemos la reunión planeada. Sabes que con ellos no se pueden aplazar las cosas.- Ordenó Daichi.

-Vale, le llevaré la orden al contramaestre Asahi, él se la dará a la demás tripulación.- Indicó.

Daichi sonrió ante las formalidades que su maestre siempre llevaba, incluso aunque se conocían desde hacía ya varios años.

Se ajustó el sombrero para que el ala le tapara el sol, y el Karasuno surcó los mares durante día y noche, alzándose orgulloso con su brillo negro sobre las ondas claras del océano.

One-shoots | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora