One-shoots | Haikyuu

06 •Bokuto Kōtarō.

Me alisé de nuevo la falda gris con el ceño un poco fruncido y suspirando.

-Te ves bien, enserio.- Afirmó Kuroo desde mi móvil, apoyado contra el espejo.

Observé su imagen a través de la pequeña pantalla, estaba sentado en su cama con la manta por encima y sujetando un café que bebía a sorbitos. No parecía tener intención de prepararse, al contrario que yo.

-¿Eso crees? No estoy segura de que la falda gris quede bien, prefiero la negra de mi antiguo uniforme...- Seguí quejándome.

-____, has cambiado de escuela, y eso implica también cambiar de uniforme. No te preocupes tanto, te queda bien.- Intentó convencerme.

Llevábamos casi una hora en videollamada, me era imposible separarme de el que era mi mejor amigo desde la infancia, y menos en un día como este.

-No estoy preparada para cambiar de instituto Kuroo.- Me sinceré colocándome el lazo azul del uniforme reglamentario. -No conozco a nadie, me da miedo volver a estar sola.-

-Vamos, sabes que eso no es cierto, conoces a Bokuto, a Akaashi, y a todos los demás miembros del club de vóley, ¿o hace falta que te recuerde lo bien que te llevabas con ellos en el campamento de entrenamiento de verano?- Me retó con sus palabras bebiendo de su taza.

-Vale, vale, igual tienes razón... Pero no será lo mismo, o al menos al principio. Os voy a echar de menos, lo sabes.- Empecé a decir intentando apelar a sus sentimientos.

-Nos seguirás viendo pequeña, lo sabes. Y si no sales pronto de casa llegarás tarde.- Me avisó mirando su reloj.

-Está bien, gracias por aguantarme casi un hora.- Le agradecí volviendo a coger mi móvil. -Te veré otro día.-

-Claro, le daré saludos a los chicos de tu parte.- Se despidió justo antes de colgar.

Respiré hondo antes de ponerme la chaqueta del uniforme y coger mi mochila. Bajé las escaleras, me despedí de mi madre que se encontraba en el salón y me calcé antes de salir de casa.

Conocía el camino, había ido varias veces, pero eso no me impidió ponerme nerviosa pensando en que podría perderme. Con suerte no fue así, y llegué a tiempo para encontrarme dos altas y conocidas figuras esperándome en la puerta del instituto.

-¡Oh, ____ llegaste!- Exclamó Bokuto en cuanto me vio con una resplandeciente sonrisa que consiguió que mi corazón se acelerase un poquito.

-Buenos días ____-chan.- Me saludó Akaashi.

-Buenos días chicos... ¿Qué hacíais aquí esperando?- Les pregunté agarrando con fuerza el asa de mi mochila.

-Te esperábamos a ti.- Me respondió Bokuto como si fuese obvio. -¿Vas a querer ser mánager del equipo?-

-Eso tenía planeado, sí. Sabéis que fui mánager del Nekoma el año pasado, así que me gustaría seguir siéndolo, aunque este año sea en Fukurodani. Si tenéis sitio para mí, claro.- Aclaré.

-Nuestras dos mánagers lo han dejado este año puesto que al ser su último curso quieren centrarse en los estudios.- Me explicó Akaashi.

-Pero no nos hagas tú también eso el año que viene, aún estás en segundo con Akaashi...- Murmuró Bokuto, y su expresión pasó a una triste en cuestión de segundos.

-Claro que no Bokuto, no haré eso.- Aclamé palmeando su espalda, aunque realmente pensaba que él no estaría el año siguiente en el equipo.

-¡Bien, entonces estaré encargado de cuidarte ya que soy el capitán!- Exclamó emocionado de nuevo, y yo me reí un poco por sus cambios de humor repentinos.