One-shoots | Haikyuu

02 •Miya Atsumu.

~Narra Atsumu.~

Abrí la puerta soltando un suspiro. Me había tenido que quedar casi una hora más en el instituto haciendo un trabajo. Osamu no había querido esperarme, diciendo algo sobre que tenía que haber alguien cuidando la casa.

"Ese estúpido, mira que dejarme solo..." Pensé girando con rabia la llave. Me quité las zapatillas de una patada, sin fijarme en las que ya habría por el suelo, y caminé por el pasillo con la intención de buscar a mi hermano.

Con el ceño fruncido y los puños apretados iba a gritar su nombre, claramente enfadado, cuando una suave y dulce risa perfectamente conocida para mí hizo que mi mente se desviase de todo objetivo que tuviese que ver con Osamu, centrándome solamente en ella.

Agudicé el oído y pude darme cuenta de que realmente estaba oyendo su voz, consiguiendo que una sonrisa se realzase lentamente en mi rostro. Cada emoción negativa que había podido sentir unos minutos antes había sido reemplazada por todo lo que ____ me hacía sentir.

Caminé siguiendo su voz hasta quedar delante de la cocina, y abrí la puerta lentamente para encontrarme a la pequeña chica removiendo algo en una sartén, siendo supervisada por mi hermano que cortaba en pequeños trozos unas hierbas.

Tosí dando unos pasos en su dirección cuando ella se giró, sorprendida de verme ahí por lo visto. Sus ojos brillaron y sonrió levemente acercándose rápidamente a mí.

-¡Tsumu, ya has llegado!- Exclamó dejando un besito en mi mejilla, teniendo que ponerse de puntillas para llegar.

-Sí, tuve que quedarme un poco más en el instituto. No sabría que vendrías, habría terminado antes para estar más tiempo contigo.- Empecé a hablar, pero me cortó rápidamente.

-No, tranquilo, había quedado con Osamu para hacer una cosa...- Se la veía nerviosa, y me empujaba suavemente hasta la puerta.

-Vale, ¿tardaréis mucho?- La pregunté. Después de ese pesado día solo me apetecía pasar tiempo con ella.

-No lo sé... Voy a buscarte cuando terminemos.- Cortó terminando de sacarme de la cocina.

Solo me dio tiempo a asentir cuando ya había cerrado la puerta separándome de nuevo de ella. Suspiré, no quería pensar en lo que estaban haciendo, y menos sabiendo que ____ se encontraba con mi hermano en esa cocina.

Subí las escaleras lentamente  intentando que mi mente no empezase a divagar ella sola. Fallé.

Me tiré en mi cama en cuanto llegué a mi cuarto, mirando el techo y frunciendo el entrecejo. ¿Por qué ____ habría venido a casa sin avisarme? Aunque había quedado con Osamu... Casi nunca hacían cosas ellos dos solos. 

Me giré quedando frente a mi escritorio, donde quedaban varias fotos. Con nuestros padres, con mi hermano, y por último con mi novia. Me abracé a una almohada, no dudaba de ella, dudaba de mí mismo. 

Había tantos otros tíos que querían estar con ella y aún así ____ me había escogido a mí, no le encontraba el sentido. Yo no era increíble, ni demasiado guapo, ni siquiera el más agradable, no entendía lo que ella había visto en mí.

¿Por qué siquiera volvía a pensar en eso? ____ era una novia increíble, cariñosa, tierna, atenta... Si había algún problema era por mí, porque yo habría hecho algo.

Suspiré, había sido un día duro y tener todos esos pensamientos no ayudaba. Cerré un segundo los ojos, y cuando intenté volver a abrirlos me di cuenta de que estaba muy bien ahí, tumbado en mi cama y al calor de la manta que tenía debajo. Realmente estaba cansado.