17 •Bokuto Koutaro.

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Pedido para NishimuraHekima
Espero que te guste :))

Bokuto siempre saludaba todas las mañanas a sus compañeros nada más entraba a clase. Exclamaba un animado "¡Buenos días!" como si no fueran las ocho y media, con una gran sonrisa y de camino a su sitio.

Algunos le contestaban, otros le miraban de reojo y seguían a sus cosas (copiar deberes o mirar a un punto fijo de la pared cuestionando su existencia), y por eso el albino la mayor parte de las veces tampoco le prestaba demasiada atención a sus compañeros. (N/A gente se que Bokuto no es albino pero me parece una forma muy tierna de llamarle)

Les conocía, se llevaban bien entre ellos, pero no al punto de llevar una conversación fluida. Al menos no con todos ellos.

Fue por esa razón que Bokuto no se llegó a percatar de la presencia de ____ hasta un exacto día, y más bien por azares del destino.

Estaban en el descanso entre clase y clase, Kōtaro hablaba con Konoha sobre los planes que este tenía con una chica que estaba conociendo, y aunque el albino estaba realmente pendiente de lo que le estaba diciendo su amigo, no podía impedir que su mente captara trozos de las conversaciones que fluían a su alrededor.

Pero entonces una risa captó su completa atención. Levantó una mano mandando callar a su amigo y escuchó con atención. Había sido breve, apenas unos segundos de una bonita y delicada risa silenciosa, que él estaba seguro que no había llegado a escuchar en ningún momento.

Giró la cabeza, y supo la procedencia de la carcajada cuando vio a dos jóvenes de su misma clase reunidas en una mesa. Una sonreía con malicia y estaba inclinada sobre el pupitre, mientras que la otra se tapaba parte de el rostro con una mano para evitar que su risa se siguiera oyendo.

Tenía las mejillas sonrojadas, los ojos brillantes por las lágrimas y Kōtaro advirtió que su corazón se saltó un latido cuando vio la sonrisa de la muchacha en el momento en el que esta apartó la mano de sus labios.

-Ey Knoha... ¿Quién es ella?- Le preguntó a su amigo haciendo un pequeño gesto con la cabeza e intentando no hablar muy alto.

-Creo que se llamaba ____. No estoy muy seguro, no suele hablar mucho.- Le contestó él, y Bokuto asintió. -¿Por qué? ¿Te interesa?- Quiso saber.

Y por inocente que pareciera, su amigo sonrió con una pequeña sonrisa embobada, sin despegar todavía los ojos de la menuda chica que le había cautivado solo con su risa.

Apenas uno o dos días después, cuando ni siquiera él mismo se daba cuenta de lo que pasaba, se presentó ante él una oportunidad que desde luego no dejó pasar.

Muchos podían considerarle un desastre, y seguramente era cierto. En algún momento a lo largo de una de sus clases todo su estuche cayó al suelo.

Tampoco es como que tuviera muchas cosas dentro. Tres, cuatro bolis, un lapicero y una goma, un pegamento y por último unas tijeras.

Recogió todo lo que vio rápidamente, inclinándose en su silla hasta llegar al suelo y atrayendo con el pie los que más se había alejado.

Lo que no se esperó fue, cuando se levantó de nuevo, encontrarse de frente con la mirada tímida pero imponente de la chica que unos días atrás había llenado su corazón.

-Toma, se te cayó también esto.- Murmuró en voz baja. Maldición, si su risa le había parecido preciosa su voz no era ni comparable. Tenue, melódica, apenas audible.

El albino se quedó sin respiración un momento. ¿Que debía decir? ¿Muchas gracias? ¿Que amable?

-Muchas amable.- Farfulló dándose cuenta rápido de su error y sintiendo como hasta sus orejas se calentaban. -¡Q-quiero decir, muchas gracias eh...!- Exclamó casi al instante.

One-shoots | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora