Equinoccio ✓ [Terminada]

Arianna: Traidores

Traidores

Unas horas antes...

Han pasado exactamente siete días desde que Levanna escapó, cuatro desde mi coronación, no se sabe nada de ella más que las declaraciones de algunos pueblerinos que afirman haber encontrado restos de leña quemada en medio del bosque y algunas señales de campamento.

He mandado a unos cuantos guardias a registrar el bosque completo, además de que se ha ofrecido una gran recompensa por su captura. Tienen que encontrarla a ella y a su cómplice a como dé lugar.

Shawn descubrió que efectivamente un guardia no está y no se le ha visto desde el día de la fuga de Levanna. Aun no entiendo que pudo haberle ofrecido ella a cambio de su ayuda y mucho menos en qué momento lo hizo.

─ ¿Más té? ─Zaida acerca la tetera pero le digo que no─. Quita esa cara larga. Ya la encontrarán y al traidor también.

La ignoro y tomo el último sorbo de té que me queda. Me he aferrado cuánto puedo a la idea de traerla viva pero cada vez se me hace más difícil.

El poder me está sobre pasando, tantos años preparándonos para esto, tanto nos dijeron y enseñaron y ahora parece que no está bien, nada de lo que delego está bien.

Mi boda es en unos cuantos días, Yeray sigue distante, trato de que eso no me importe pero la realidad es que si lo hace y me frustra bastante su indiferencia y más porque Zaida no deja escapar el tema siempre que puede.

─Has pensado en remodelar está oficina ─Zaida mira el lugar donde mi padre solía pasar la mayor parte de su tiempo con desprecio─. No es tu estilo, se ve algo lúgubre.

─Me gusta como está ─contesto con indiferencia.

─Lo aburrido ahora es lo que te gusta. Anotado. ─Toma de su té─. Hablando de lo aburrido... ¿Dónde está tu prometido?

─No lo sé ─mantengo mi vista en la ventana─, debe estar por ahí arreglando algunos asuntos.

─ ¿Asuntos?, ¿Qué asuntos puede tener? ─deja la taza y se acerca sentándose en la mesa a un lado de mí─. Su padre se está haciendo cargo de todo en Tylam. ¿No es así?

─No lo sé Zai ─me levanto, quitando sus largas piernas del camino─. ¿Por qué no vas a preguntarle personalmente? Así sirve que me dejas pensar un rato.

─No, no me apetece adentrarme en una aburrida conversación sobre lo fabulosas que son las cascadas de su reino.

Camino por los libreros recordando la última vez que platique con papá aquí mismo.

─Lo sé ─murmuro distraída─, el Rey Candross se lo recuerda a mi madre siempre que puede.

Ella se levanta y camina del otro lado examinando los adornos con aburrimiento.