Equinoccio ✓ [Terminada]

Epílogo

Maxim.

Solo tenía diecisiete años cuando Timerio, el gran rey despiadado de Lyra me reclutó para su ejército. Recuerdo el rostro de mi madre y de Sharon cuando simplemente me alejaron de ellas sin dejarme despedir de ninguna.

El sentimiento que me provocó el pensar que jamás volvería a verlas, que ni siquiera pude despedirme, era algo que me hizo causar bastantes problemas.

Llegué al castillo sabiendo que mi vida ahí podría darles una ventaja económica, pero eso no se comparaba con la idea de jamás volver a ver sus rostros y abrazarlas al menos una última vez.

Cuando me llegó la noticia de que mi madre había muerto a causa de una rebeldía accidental todo mi mundo se volcó, recuerdo el sentimiento de impotencia, las ganas que tuve de matar a los culpables, la tristeza y frustración porque jamás volví a verla, tenía la esperanza de que... Al crecer Levanna y tomar el trono, ella me permitiría volver a tenerlas a mi lado, pero la mataron antes de que eso ocurriera.

Sé cómo se siente ella ahora, la frustración y el dolor de haber perdido más de lo que ella quería la esta absorbiendo poco a poco, primero su padre, luego su madre y ahora, el único chico al que le había abierto su corazón la traicionó y llevó todo nuestro plan a la mierda.

Sé que ella es capaz de lograr que ganemos sin necesitar de grandes ejércitos, pero incluso ella misma se tiene miedo sin saberlo. Recuerdo las miles de veces que escuché a su madre hablar con su esposo acerca de lo letal que podía ser, si Anna se propone terminar de una vez por todas con los Tascón puede hacerlo, pero con una pérdida a gran escala.

─ ¿No deberías estar en alguna camilla improvisada reposando? ─Reth se acerca y me mira con una ceja levantada.

─No la dejaré ir sola ─murmuro─. Sigo sin creer que esta sea una buena idea y ella no está del todo consciente aun de ello.

─Ya, pero estamos prácticamente derrotados, es la única opción que hay por ahora ─se cruza de brazos. Observo su mano y su rodilla que traen un vendaje, él se da cuenta y resopla─. El rayo quemó mi mano y al chocar con un árbol me lastime la rodilla. ─aclara y yo asiento─. Todo hubiera salido tan bien si no hubiera sido por...

─Ni lo menciones ─lo detengo─, se ha negado a hablar de él, y en lo personal, no quiero tener un viaje de varias horas con una chica a la que le recordaste su desastre amoroso.

Reth ríe y me es inevitable seguirle la corriente

─Jamás entenderé el tipo de relación que llevan ustedes dos.

─Es una relación de envidiarse la verdad ─digo con algo de orgullo fingido.

─Ya lo creo, ─me mira─, siempre admiré tu paciencia y buena cara para aguantarla.

─Mi paciencia es digna de admirarse ¿no? ─levanto las cejas divertido.

─Si ─ríe─, yo jamás hubiera aguantado su mal humor tanto tiempo.