—No puedo creer que Damien te haya dejado traerlo volando. —Es lo primero que dice Joni cuando pongo un pie en el suelo.
—No la dejé. —Dice el mencionado arreglándose el cabello. —Me secuestró.
Le doy mi más molesta mirada.—Bastante que lo disfrutaste.
—Casi me como una paloma por tu culpa, Lara. —Dice poniendo lo ojos en blanco y ubicándose junto a su hermana. —¿Qué era lo que necesitabas Jen?
Miro a Jonathan quien está serio. —Descubrimos que es lo que tiene nuestro padre en la cabeza.
—Eso es bueno ¿no? Digo si sabemos que tiene, solo queda descubrir como quitárselo. —Miro a Jen, según le dijo Damien su hermana es muy inteligente, demasiado, sabe muchísimas cosas sobre las ciencias, un genio —Tu podrías ¿verdad Jen?
—Hoy pasé todo el día en el laboratorio de la Batcueva. —Dijo la rubia sin darme una mirada alentadora. —Llegamos a algunos resultados.
—¿Cuáles? —Siento como Damien se acerca.
—Un humano. —Empieza Joni. —Muere al contacto inmediato con la krytonita roja modificada en la frente de nuestro padre.
—No soy humana.
—La mente de un krytoniano quedaría en ella. —Mi hermano me mira. —Hemos llegado a un callejón sin salida.
—Pues usa tu visión de rayos láser —Digo envalentonada caminado para ponerme frente a ellos.
—Creo que no lo decía de una forma literal. —Habla Damien y lo cayo.
—Lo que tiene en la frente es krytonita roja ¿no? —Asienten. —Alguien la puso ahí ¿no?
—Si debemos descubrir como. —Asiente Jen. —Lo que si sabemos es que mientras mas lejos de esa roca estén. —Nos mira a Joni y a mi. —Mejor.
—Joder. —Mascullo, siento como la impotencia comienza a llegar, muy dentro de mi sabía que las cosas no serían fáciles, pero aún así tenía la esperanza de que lo fuera, de que por fin tendría una familia normal. —Necesito pensar. —Suelto.
Comienzo a caminar a toda velocidad hacia el bosque nos encontrábamos en un claro cerca del bosque tras la Mansión. Ahora solo quiero perderme, golpear algo soltar mi ira, llorar, quiero llorar porque no soy normal, porque pasé toda mi vida queriendo tener otro familiar además de mi tía y ahora que se que los tengo... Simplemente me siento más sola.
Y eso me mata.
Sin poder evitarlo me siento en una piedra y comienzo a llorar. Porque a mi, porque simplemente no puedo ser una chica común conversando con su madre sobre su increíble cita, o discutiendo con su hermano, por tonterías, una que tiene a un padre para que la consienta. —Porque estoy sola. —Me respondo a mi misma.
—Hey papita. — La voz de Joni me hace levantar la mirada empeñada por las lágrimas del suelo. —Soy yo Jonathan, soy tu hermano.
Mi hermano.
Mi sangre.
No estoy sola.
No estamos solos.
Lo abrazo con tanta fuerza que temo romperlo pero lo necesito, necesito sentirme segura como solo me siento en sus manos. —Los quiero de vuelta, los necesito.
—Yo también. —Me abraza. —Por eso no podemos rendirnos, no podemos rompernos... Debemos permanecer juntos hermana.
Ya, se acabó el llorar, no fui criada por Wonder Woman para ser una niña llorona, mis padres están vivos, mi hermanos está vivo, es más de lo que una vez tuve, solo tengo que rescatarlos. —Te prometo Jonathan Kent que voy a rescatar a nuestra familia y estaremos juntos para tu graduación.
El me mira a los ojos. —Lara, no quiero que te arriesgue demasiado, quiero también encontrar a nuestros padres, pero no soportaría perderte.
Me sentí irremediablemente conmovida por las palabras de mi hermano, pero aún así era una promesa que no podía cumplir y ni siquiera sé porque, solo sé que daré y haré cualquier cosa para que mis padres vuelvan. Se merecen una vida luego de sacrificarse por mi. Aún si esa vida es sin mi.
...
Me bajo de la moto de Damien y como cada mañana corro junto a Jen y mi hermano, Damien y yo no hemos hablado de nuestro fabuloso día y sé que es porque no hay que hablarlo, después de todo desde el principio el dijo que solo sería una día y ese día terminó.
—Abuela te mandó un trozo de pastel de chocolate. —Es lo primero que dice mi hermano luego de darme un abrazo. —Te dio el más grande.
—Eso es Philippe porque yo soy la favorita. —Digo tomando el paquete que me ofrece. —Lo sabemos desde que nos nombraron.
—Lo peor es que ni siquiera me puedo burlar de ti porque tus nombres son perfectos. —Hace un tierno mohín y río con el.
—Perra a la vista. —Habla Jen mirando a alguien tras de mi. —Amanda.
Me volteo para ver de quien se trata y veo a una morena, monumental tocándole el cabello a Damien y riendo de algo que está diciendo. El chico se mantiene serio ante la sonrisa de la PERRA esa.
Siento la molestia subir y subir, sabrá dios a cuantas chicas he besado por transitividad por culpa del gilipollas ese.
Toco mi collar, las gana de arrancarlo y volarle la cabeza a ambos es inmensa.
Trato de seguir sonriendo y me volteo hacia mi hermano. —Creo que voy a ir a saluda a Amanda.
—Me das miedo. —Murmura.
Camino decidida hacia ellos, la chica es mucho más alta que yo pero no me intimida ni un poco. —Hola Amanda.
—Lara. —Damien se sorprende al verme y noto el tono precavido en su voz.
—Un gusto soy Lara, amiga de Damien. —Extiendo mi mano y cuando ella la toma le doy un apretón que dudo olvide.
Luego mi mirada va a un pelirrojo junto a ellos, uno muy guapo he de decir, acompañado por una pelirroja, sin duda hermanos. —Hola a ti también.
El chico que se nota es otro mujeriego como el pelirrojo se acerca. —Un gusto soy Don Allen.
