- Nunca salimos, estoy aburrido de ver a través de los vidrios sólo edificios y nubes. - Declaró Pietro lanzando su tableta al sofá y luego se tumbó en la alfombra en la que estaban sentado Steve junto a Johnny pintando en un libro para colorear.
Yo estaba cargando a Wanda mientras Nat le preparaba un biberón, ya todos teníamos una rutina de cuidado con los tres niños que teníamos bajo nuestra protección, hasta Susan se había sorprendido de que aprendieramos a arreglarnosla con tres pequeños, pero poco a poco lo habíamos logrado.
Valeria y Franklin estaban felices de jugar con más niños en las varias ocasiones que vinieron. Ya teníamos un mes así. Y debido a todos mis intentos fallidos de volver a todos a la normalidad había sido vetado de mi taller, ahora mi vida era ser el guardián de niños. Me la pasaba cambiando pañales, o era el de Wanda o el de Johnny. Al menos Bruce me suplía cuando yo no quería hacerlo, al parecer quería adaptarse a su nueva vida. Ya tenía dos meses, aún no se notaba nada, pero su dulce olor nos daba calma y una especie de felicidad por ser el primer bebé nacido de la manada.
- Por la noche saldremos a pedir dulces. - Animó Natasha al omega cuando se sentó a mi lado para cargar a la bebé y alimentarla.
No pasó desapercibida para mi la mirada de adoración del pequeño sobre la alfa, tenía un flechazo por ella. La espía se hacía la desentendida, pero todos lo notabamos, Pietro ponía excusas para estar cerca de ella y la más reciente era que tenía pesadillas debido a eso se quedaba en la habitación de Pepper y Natasha. La beta lo trataba como si fuera su hijo y se notaba el lazo de amistad que habían formado los dos en poco tiempo.
- ¿Cómo están mis niñeras favoritas? - Dijo con alegría Clint cuando las puertas del ascensor se abrieron, en sus manos traía las bolsas de frutas que había ido a comprar a última hora, pues a Bruce se le había metido en la cabeza hacer smoothies para todos y su alfa le cumpliría el capricho.
- Priviet (Hola) - Reprochamos todos los presentes.
Ahora la manada intentaba aprender palabras simples en ruso con la esperanza de que Wanda aprendiera a hablar. Los recuerdos que poseía eran en ruso y todos hablábamos inglés, por eso pensamos que eso le podría retrasar el habla. No escuchar su lengua natal la detendría para comunicarse con nosotros y no es que la criariamos nuevamente, sólo intentaríamos tenerla lo más ambientada posible a su anterior infancia.
- Estaba pensando que podríamos ir a Krispy Kreme, hace unos meses un local aquí cerca abrió sus puertas y escuche que preparan las mejores donas.
- Se me hacía extraño que quisieras salir, pero ahora que veo la razón, no me sorprende. - Expresó la rusa. - Iré a buscar una toallita para sacarle los gases. - Dijo y pasó la bebé a mis brazos.
- Si ese lugar me sacará de este encierro, yo voy. - Manifestó Pietro con su marcado acento ruso.
Había tomado a la pequeña de forma automática para comenzar a darle palmadas en la espalda y comprendí mi error hasta que sentí algo tibio bajar por mi camisa, estaba tan acostumbrado a hacerlo, pero siempre olvidaba algo, el vómito.
- Por una razón subí por esto. - Informó Natasha divertida y Pietro se comenzó a reír cuando vió lo que me había pasado.
Me quite la camisa que tenía sobre otra camisa de mangas largas y tiré la camisa hecha una bolita al suelo y justo cuando Steve me iba a regañar apareció Clint con una bandeja llena de vasos, el arquero le dió a todos un vaso, pero a mi me ignoró, así que estaba dispuesto a protestar, pero Bruce llegó con dos vasos y se sentó a mi lado después de dármelo.
- Spaciba (Gracias) - Expresé con alegría revolviendole su rulos.
-Ne za shto (De nada) - respondió con timidez y se arregló sus lentes.
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Otra oportunidad
General FictionLos personajes no me pertenecen. Esta historia es Omegaverse. Si no te gusta esta temática te animo a buscar otra historia, así te evitas traumas y momentos incómodos. Si eres como yo que amas leer a Steve y Tony en diferentes roles esta historia e...