31. Convivencia

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Ayer habíamos estado casi todo el día fuera de la Torre, debido a que Steve le dijo a Susan que nosotros podíamos cuidar a Valeria y Franklin para que ellos pudieran celebrar como pareja su aniversario, al parecer no lo celebraban desde que se los cachorros nacieron y esta fue su oportunidad, debido al miedo de dejarlos solos con su tio y no desaprovecharon la propuesta del omega para tomarse un tarde para los dos sin preocuparse de que Johnny los perdiera o los descuidara.

La tarde había sido divertida, de hecho fue bastante entretenido jugar con los pequeños, casi fue como cuidar tres cachorros pues Johnny se comportaba como uno, cosa que al comienzo disgustó a Steve, pero al final terminó aceptando que su comportamiento infantil no era para coquetear conmigo sino que era parte de su personalidad.

A la mitad de la tarde horneamos galletas de avena, era la receta de Steve y estaba deliciosa. Cuando las galletas se enfriaron las comimos con leche sentados en el gran patio que tenían. Steve es muy bueno con los niños, a mi no me agradan mucho, pero congenié muy bien con Franklin, el niño se volvió bastante conversador conmigo, lo que despertó quejas de Johnny y risas de nuestra parte al perder la atención de los dos niños, pues Valeria estaba encantada con su abuelo Steve.

Estaba pensando en eso mientras Steve acariciaba mi cabello, ambos estabamos en la sala, dentro de una hora tendríamos una noche de películas, nadie había llegado aún, pero habíamos bajado antes de terminar haciendo otro tipo de cosas en nuestra habitación.

Tenía mi cabeza apoyada sobre las piernas de Steve, cuando escuchamos el sonido de las puestas del ascensor abriéndose, Jarvis no nos aviso que alguien venía, así que tuve que fingir tranquilidad quedandome quieto para no parecer sospechoso, en cambió Steve quitó a tiempo su mano de mi cabeza, pues eso sí volvería todo más raro.

- Esto es nuevo - Declaró Clint cuando se percató de nuestra presencia en la sala - No es normal que estén tan cariñosos, siempre están discutiendo.

Eso era cierto, no entendía porqué, pero siempre que estábamos frente al equipo teníamos pequeños roces de personalidad, lo que les hacía pensar a todos que teníamos una sería rivalidad de alfas. Me reiría mucho cuando se dieran cuenta que era todo lo contrario.

- ¿Comenzaremos antes?- Pregunté para desviar el tema.

- Subimos del laboratorio porque Nat me avisó que ella y Pepper subirían en unos minutos - Respondió el rubio alfa tomando asiento en un sofá de dos piezas y Bruce se sentó a su lado, siendo envuelto segundos después por el brazo de su alfa.

Me levanté antes de que hicieran otro comentario y me dirigí a la cocina en donde volteé varias bolsas de frutos secos mixtos y skittles en un bol grande, regresé a la sala y puse el recipiente en mis piernas para que Steve y yo comieramos. Minutos después Natasha y Pepper salieron del ascensor.

- La puntualidad ante todo - Bromeó Natasha al vernos ya reunidos.

- Deberíamos ponernos nuestras pijamas, no quiero ver un maratón de películas con un traje - Acotó Pepper y todos estuvimos de acuerdo con su propuesta - Y que sea en la sala de cine.

Todos subimos a nuestras habitaciones por ropa cómoda y luego volví por mi bol de snacks, pero escuché voces en la cocina asi que me encaminé a ella y encontré una tentadora imagen, Steve y Natasha recargados en la barra viendo a Pepper hacer palomitas, parecía que hacían una competencia de traseros más grandes, ambos tienen unas grandes posaderas pero a mi sólo me llamó la atención las redondas y respingadas nalgas del omega, así que sin poder evitarlo le di una nalgada, haciéndole dar un pequeño salto por el susto.

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