29. Placeres escondidos

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Narrado por Steve +15

Hacia una semana Tony se había ido por algo del trabajo, al parecer no se había desligado totalmente de la empresa, el estaba a cargo de la supervisión de proyectos importantes y se había ido junto con Pepper, pero mañana estarían de regreso.

Mi omega enserio lo extrañaba, a tal grado que me encontraba acostado de su lado de la cama para sentir su aroma, aunque era muy poco lo que se podía percibir, ya que se había perdido de tanto que yo dormía sobre el.

Tenía mis ojos cerrados y cuando los abrí me invadió la curiosidad sobre lo que Tony guardaba en su mesita de noche, no había nadie así que podía echar un vistazo y así lo hice.

- Jarvis esto es un...

- Un vibrador, Capitán. - Respondió la IA al momento que yo tomaba el aparato de dentro de la gaveta. Tony tenía un vibrador, ¿Por qué Tony tenía un vibrador? Había escuchado bromas en la agencia sobre usar vibradores, pero nunca creí que iba a conocer uno y menos que le perteneciera a Tony. Claro que no era de él, un alfa no usa esos objetos, pero es rojo, el color favorito de Tony - El señor Stark compró esos juguetes para su disfrute. - Agregó Jarvis. Al usar el término en plural lleve mi vista a el cajón y me percaté de dos objetos más, uno con la base redonda azul y con forma cónica, mucho más pequeño que el vibrador - Ese es un plug - Informó y luego de inspeccionarlo un poco lo puse en la mesita junto con el vibrador. - Y ese es un dildo. - Con sólo verlo me hizo sentir nervios, era más grande que el pene de Tony, ¿En qué pensaba cuando lo compro para mí? Era demasiado grande, y escogió un color rosado, como si su color fuera a aminorar el dolor que me podría causar. El dildo era de un inocente color rosado y la base era en forma de corazón para darle un toque ¿Tierno?

No me podía imaginar a Tony pidiéndome que usara ese objeto, el siempre era gentil conmigo, casi al punto de volver aburrido el acto de hacer el amor, siempre lo hacía lento, las veces que le había pedido que lo hiciera más rápido, decía que había...

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No me podía imaginar a Tony pidiéndome que usara ese objeto, el siempre era gentil conmigo, casi al punto de volver aburrido el acto de hacer el amor, siempre lo hacía lento, las veces que le había pedido que lo hiciera más rápido, decía que había que disfrutarlo, llegaba al orgasmo, pero algo me hacía sentir que no me había saciado por completo, por eso me invadió la curiosidad de masturbarme con un vibrador, no había nadie en la Torre. Natasha y Clint estaban en una misión y Bruce estaba en otro piso en su laboratorio, así que no subiría hasta en la noche. La excitación de hacer algo nuevo me estaba causando un hormigueo en todo el cuerpo.

Tome una camisa del entre la ropa de Tony que aún conservara su aroma y me fui a mi habitación, me quite la ropa y me puse la camisa que había llevado, así pensaría mejor en el mientras probaba el vibrador, lo había escogido por su tamaño mediano, el plug se veía pequeño y el dildo tenía un tamaño imponente que me hacía sentir algo de miedo.

Me deje caer en mi cama y me desplacé hasta el centro de la cama y apoyé mi cabeza en las almohadas, el sentimiento de hacer algo así sin mi alfa me había excitado un poco y yo llevaría más allá esa excitación, flexioné mis piernas y las rocé entre si, pequeños escalofríos me recorrían los muslos, puse el vibrador a un lado y lleve mis frías manos a mis pezones, el cambio de temperatura en la zona casi me hace jadear. Masajeaba y pellizcaba mis botones debajo de la camisa, me la había remangado debajo de mi cuello, pero sin llegar a sacarla de mis brazos y eso ocasionó que la esencia de Tony llegará con más fuerza a mi agudo olfato. La camisa se bajaba lo que estorbaba mi acción de toquetear mi pezones, así que me la quité, la hice un bulto y la puse al lado de mi rostro.

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