35. Celo

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Este año ni Steve y yo celebrariamos nuestros cumpleaños. Mi cumpleaños lo pasé en una sala de hospital, y el de Steve posiblemente lo pasaríamos en la cama, esto sería porque su celo llegaría mañana cuatro de julio, mientras eso pasaba había huido de Steve que estaba más cariñoso que en otros días, pues me había acorralado luego del desayuno en la cocina con un candente beso, pero me había logrado zafar de sus brazos, no podía dejarme seducir, antes de eso tenía que colocarme una dosis de antipreñante, si, todavía no había intentado un nombre para mi anticonceptivo, pero no podía olvidarlo, no podía preñar a alguien que todos conocían como alfa, otra cosa es que ni siquiera habíamos hablado de hijos y yo no me sentía preparado aún para una responsabilidad tan grande.

Luego de ponermelo en el brazo, medite en los riesgos de usarlo dos semanas antes de la fecha que estaba estipulada, pero rápidamente me distraje con otras cosas que había olvidado hacer en el taller.

- Señor, la temperatura del cuerpo del Capitán Rogers está subiendo.

- Es el momento perfecto para tomar una ducha - Expresé saliendo del taller para dirigirme a mi habitación.

- No creo que sea lo más recomendable.

- Si Steve me necesita me buscará, ya olvídaste lo que pasó el mes pasado.- Refunfuñé desvistiendome en el baño.

- Fue usted el que olvidó tomar sus supresores.

- Y fue el que huyó cuando le contaste que estaba a punto de entrar en celo.

- El Capitán simplemente tuvo miedo de que usted lo marcara.

- He tenido muchas oportunidades para hacerlo y no lo he hecho. - Manifesté quitandome la ropa interior que era la última prenda que me cubría.

- Su situación ahora es más favorable con las vacaciones del Doctor Banner y el agente Barton.

- ¿Jarvis de que lado estás?

- Del suyo, señor.

- Pues me estás demostrando que rechazas a tu padre.

- Sólo le muestro los puntos a su favor, las heridas del Capitán Rogers ya están completamente sanas y no tendrán que mentirle a los otros miembros de la manada sobre el repentino celo conjunto.

Pensaba seguir debatiendo con Jarvis pero la puerta que había en el baño que conectaba con el baño de Steve se abrió dando paso a una nube de dulces feromonas, la agresiva cantidad de aroma casi me hace seder y arrojarme sobre el soldado, pero no lo hice, molestaría un poco al omega para desquitarme lo que me había hecho el mes pasado.

- Tony- Dijo el omega caminado rápidamente a mí, sólo llevaba ropa interior y su cabello estaba un poco despeinado señal de que había sacado rápidamente su camisa y en el proceso se había desordenado un poco.
- Tony - Volvió a decir colgando sus brazos en mi nuca para aspirar mi cuello.

- ¿Qué pasa capipaleta? - Pregunté fingiendo normalidad he intentando evitar que mi erección se hiciera presente.

- Mi celo. - Expresó con su rostro escondido entre mi cuello y pego su pene despierto a mi pierna, para luego frotar suavemente la tela en mi piel desnuda.

- Dime que necesitas. -Contesté tentandolo al hablarle al oído.

- Sabes lo que necesito.

- Sólo dilo y seré tuyo. - Respondí acariciando su nuca y sentí su leve escalofrío.

- Tony - Protestó al estar aún consciente, sabía que se volvería más manejable al estar en el punto máximo de su celo, pero cuando estuviera en esa etapa no recordaría lo que dijo he hizo, por eso quería que lo dijera ahora para que luego se acordara de ello y yo lo molestara con esa memoria.

Otra oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora