- Sabías quien era su compañero y no me lo contaste.-Tony no era mi deber y tú nunca tendrías oportunidades con él, aunque el no tuviera a Bucky, el nunca estaría con otro alfa.
- Pensar que te ayudé con Pepper, hasta borré las cintas de seguridad en el aeropuerto para que no te llevarán.
-Y yo no te pude ayudar con Steve, aunque lo intente, su corazón ya tiene dueño.
-Espero que esto no te exploten en la cara. - Expresé furioso saliendo del complejo, me iría a la Torre, mi refugio más cercano, el lugar en que me desconectaba, ahí ya no tenía que reírse frente a las personas o a las cámaras.
Aunque trataba de actuar normal frente a los demás, los recuerdos me estaban consumiendo, sentía que las heridas frescas nunca se cerrarían, en lugar de eso estaban desangrandose lentamente, ¿O es que nunca se cerrarán? Quizá era demasiado pronto para esperar que ya estuvieran cerradas, aunque hay cosas que simplemente no se superan nunca.
Justo acababa de regresar de la casa de Peter para encontrarme con esa desagradable conversación, que se tornaría en despedida. Le había dejado al chico un sobre con la carta de su madre y una mía, también le entregué una copia de la prueba de paternidad. En el papel le expliqué que cuando fuera mayor de edad podría ir a mi empresa para reclamar la parte de acciones que había dejado a su nombre, en menos de un mes ya había resuelto todo. Estaba consciente de que en algún momento Pepper querría ahorcarme por no contarle lo que había hecho, pero yo ya no estaría aquí, ya nada me ataba a esta vida, porque el me dejó, como todas las personas buenas en mi vida y con eso no sólo lo perdí a él, me perdí a mi mismo.
Steve y Bucky se habían vuelto a encontrar después de tantos años separados, ellos se merecían estar juntos otra vez, se lo merecían más que lo que yo tenía con él, ellos se necesitaban, Steve me lo había demostrado y a mí ya no me requería.
Ahora se como es que se sienten los omegas cuando su alfa los deja, solos, desesperados y vacíos. Me sentía mal por no haberle dado importancia a los omegas que se suicidaban por ese mal de amor. El suicidio era lo mejor, era la mejor decisión para no sentir este dolor tan profundo, era una opción en la que meditaba mucho los últimos días. En esos momentos en los que sentía en lo más profundo de mi corazón un dolor que nunca desaparecería, es un dolor fuerte que se había vuelto insoportable.
El mundo no necesitaba a Tony Stark, sólo era un alfa olvidado, si muero sólo me velarán, enterrarán y olvidarán. No tenía que preocuparme por la empresa, estaría en buenas manos con Pepper y la persona que ella designara cuando tuviera a su bebé.
Mi testamento estaba actualizado, Rodhey y Happy estarían bien beneficiados, Pietro y Peter también, las cosas como pinturas caras y objetos de valor que tendría serían subastados para ir a diferentes organizaciones benéficas y las propiedades las dividiría el abogado por igual.
Ahora todo ese dinero me daba igual, ya comprobé que el dinero no sirve para nada, todo es mentira, los humanos luchamos por conseguir algo que es mentira, sólo son papeles con números pintados, no son nada más. Arne Garborg un poeta noruego escribió: "Puedes comprar comida, pero no el apetito; puedes comprar medicinas, pero no la salud; camas cómodas, pero no el sueño; libros, pero no la inteligencia; diversión, pero no el placer; conocidos, pero no la verdadera amistad; sirvientes, pero no la fidelidad, puedes comprar días tranquilos, pero no puedes comprar la paz". Cuanta realidad había descrito ese hombre.
Esta no sería la mejor de las muertes, habría preferido morir salvando el mundo o haciendo una buena obra, pero al menos recibiría descanso, alivio del terrible dolor que me aquejaba gracias al lazo que estaba a punto de romperse. Nadie sabría la razón de mi partida pues las cicatrices emocionales no son visibles, pero son tan reales como las físicas y nada puede curarlas, algo que en algún momento todo el mundo descubre en su momento.
Realmente creí que el era para mí, que éramos el uno para el otro, pero la vida es cruel y despiadada, no nos da una felicidad duradera, aunque eso es lo que dicen, la felicidad sólo es momentos no es siempre y yo en algunos momentos fui el hombre más feliz del mundo
Los recuerdos de nuestra última pelea se arremolinaban en su mente, los fantasmas de mi infancia a atacaban y quería desahogarme, no podía sufrir esa tortura de nuevo, debía controlarme como siempre hacía, pero esta vez no podía, aunque esta sería la última vez. Por eso en esta ocasión quería llorar hasta que mi corazón cediera de sentirse vacío.
Me fui a mi tina, la llené de agua fría y me metí en ella, mis lágrimas calientes caían por mi frío rostro, con mis brazos me abracé y dejé que mi sollozos escaparan de mis labios, no había quien me escuchara, estaba sólo, así que intente desahogarme hasta los gritos, pero la presión en mi pecho no se iba, llorar no era suficiente.
Salí de la bañera y busque todas las pastillas que pude, en la habitación había una botella de agua que deje hace varios días, la tomé y regresé con los botes de ansiolíticos, pastillas para el insomnio y pastillas de otro tipo que encontré, me tomaría un cóctel de muerte. ¿Debería meterme al agua desnudo? Bueno ya no importaba, que me vieran como sea, quité de mi cuerpo la ropa empapada y la deje sobre la alfombra, ya no habría quien me regañara por esto, por el desorden o por cualquier razón, también me quité la venta que cubría mi pecho y dejé al descubierto la herida casi cicatrizada del escudo de Steve, no sólo había roto el reactor de mi armadora, había roto mi corazón y mi piel, la cual yo había unido con una grapadora quirúrgica que había encontrado en el laboratorio de Bruce, me dolió como el infierno, pero lo soporte esperando que la herida se infectara y me matara, lastimosamente eso no pasó.
A medida las tomaba sonreía, sabía que nadie me iba a rescatar y aunque alguien lo intentara, eso no me iba a devolver la felicidad que había perdido, ya no tenía ganas de fingir sonrisas, pero en mi soledad lo hice, sonreí, tal vez por alivió o por costumbre. Ahora recuperaré mi mente aunque signifique perder la vida.
Al rodearme con mis brazos, recordé los momentos de alegría que tuve, con mi manada y con mi alma gemela, eso era suficiente, sabía que si alcancé a sentirme vivo. Alcancé a sentir ese amor que tanto anhelaba, un amor puro y sincero, al menos se que sí, lo viví durante un poco tiempo.
Ahora con tanta destrucción y tormenta quería sentir un poco de paz, ya no quería más ruido en mi mente, dicen que lo que no mata te hace más fuerte en mi caso ese dolor llevaría a cabo la primera opción y no me importaba, pues ya no tenía a nadie que me extrañara. De igual forma, ¿A dónde podía ir si el problema era mi mente? No había una buena escapatoria, no si el problema estaba dentro de ti, sólo habia una salida. Me era muy difícil pelear una guerra que ya sabías estaba perdida.
Dicen que después de la tormenta viene el sol, después del llanto vuelven las sonrisas, pero ¿Después de él? Después de él ya no había nada, no quedaba nada, solo el verdadero dolor que se conoce cuando la persona que amas se va. Pero, otra vez compruebo que es mentira ese pensamiento de que entre más perdones el amor se acaba, yo te he perdonado muchas veces y te sigo amando más que cuando nos casamos, por eso deseo que seas feliz aunque sea con él y no conmigo.
Te amo, aunque estemos destinados a no ser, espero seas feliz con el y perdón por interponerme, en serio quería que fueras tú, creí que tú eras más que el amor de mi vida, creí que eras mi alma gemela, creí que éramos todo. Fue lo último que pensé antes de desvanecerme totalmente en la espesa oscuridad de la inconsciencia.
Antes de dejarme ir recordé el cálido abrazo que me dió Peter de despedida después de decirle que abriera el sobre cuando cumpliera dieciocho años, también la caricia que le di a mi pelirroja en su barriga de ocho meses y el fugaz abrazo de Pietro cuando me vio aparecer después de no volver al complejo luego de la pelea con Steve y el asesino de mis padres, no, no pensaría en eso, no quería malos recuerdos en mis ultimos minutos de vida.
Ya no tenía miedo a la muerte, a la oscuridad, a lo desconocido, lo descubrí cuando el sueño llegó y le dí una dichosa bienvenida, más que feliz de encontrar, por fin, la oscuridad, el silencio, la paz y serenidad que sólo se encuentra en la nada, porque la muerte es el comienzo de un viaje superior.
29 de Febrero 2021
Perdón por haber alargado la historia innecesariamente, amo demasiado los personajes por eso me costó tanto dejar de escribir sobre ellos.
Nos vemos en la segunda parte titulada Otras Oportunidades, ya está disponible la introducción ❤
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Otra oportunidad
General FictionLos personajes no me pertenecen. Esta historia es Omegaverse. Si no te gusta esta temática te animo a buscar otra historia, así te evitas traumas y momentos incómodos. Si eres como yo que amas leer a Steve y Tony en diferentes roles esta historia e...