Addicted | [Michaeng] G!P

Chapter XXVI

¡Feliz a año nuevo a todos!🎉 Espero tengan un excelente año, lleno de prosperidad, salud y amor🤗 pero sobre todo, lleno de buenas historias🤭

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- ¡No puedo creer que te hayas casado!- la publicista musitó fuertemente mientras cubría su boca con sus manos. Observó el enorme y brillante anillo que portaba la pelinegra. Ambas sonrieron.

  - Tampoco yo, pero esa pequeña realmente me robó el corazón- dijo aún sonriendo y mirando su sortija. Recordaba perfectamente el día que la menor le había propuesto matrimonio.

  - Me alegro muchísimo por ti Momo- Jeongyeon sintió cómo un nudo se formaba en su garganta. La bailarina la observó, conocía a su amiga, sabía que no le hablaría de sus sentimientos, pero que por más que intentara mostrarse fuerte ante los demás, estaba completamente rota.

  - Nunca dejes que nadie pisotee tu corazón Jeong- la mayor la miró. - Vale muchísimo- Momo acarició su mano y después se levantó. - Es tarde, debo regresar o Dahyun se preocupará- Jeong asintió.  Estaba feliz por su amiga, que hubiera encontrado a alguien que en verdad la mereciera. - Sabes.. siempre creí que tu terminarías casada y formando una familia antes que yo- Jeongyeon rió ante la ironía. - Ahora me alegra que no lo hayas hecho- Jeongyeon la observó, - Comenzar una familia.. Me alegra que no lo hayas hecho con Nayeon- susurró y comenzó a alejarse. Jeongyeon la miraba en silencio. Ella también agradecía que nunca hubieran dado el siguiente paso.

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- Señorita Myoui- su nombre apenas retumbó en su cabeza, estaba distraída, demasiado para su gusto, pero simplemente no sabía cómo demostrarle a Chaeyoung que esta vez era sincera con sus sentimientos. - ¡Mina!- dió un brinquito en su silla y después observó a su asistente. La sonriente pelirroja le sonrió y después entró a su oficina, una de las mejores del edificio.

  - ¿Qué es esto?- aclaró su garganta al notar su tono de voz grave, llevaba toda la mañana sin pronunciar palabra, solo.. miraba hacia el paisaje urbano que tenía frente a ella. Tomó el sobre y lo observó, era de parte de Bambam. Un escalofrío recorrió su espalda al pensar en el ahora difunto hombre. Lo abrió con cuidado, contenía 2 cartas. En una le dejaba las acciones de la compañía, todas sus acciones. Mina abrió sus ojos y, con unos movimientos que a la otra mujer le parecieron eternos, abrió la segunda carta. Jihyo, su asistente, tuvo que acercarse a ella para leerle el contenido.

  - Le dejó todas sus propiedades- la chica pasaba de mirar el documento a observar a Mina. Ninguna podía creer lo que estaba pasando. - Pobre señor Bambam, aunque usted nunca mereció que le traicionaran de esa forma- de solo recordar cómo los extranjeros le habían arrebatado su compañía le hizo hervir la sangre. Pero ahora tenía nuevamente la parte mayoritaria de la empresa, su empresa, ahora volvía a ser dueña de Grupo Myoui. Sonrió y abrazó a la mujer.

  - Gracias por traerlos Jihyo- susurró cuando pudo controlarse. Estaba por confesarle sus verdaderos sentimientos a la coreana, la empresa volvía a ella.. Sentía que todo comenzaba a volver a la normalidad.

Se sentó nuevamente en su escritorio, de espaldas a la puerta, como se encontraba antes de ser interrumpida por la coreana. Observó una vez más el paisaje y después tomó su celular, convencida de hablar con la menor.

  - Vamos.. contesta- tres timbres, después directo a buzón. Frunció su cejo y volvió a marcar. No tuvo buena suerte, ninguna de las 5 llamadas que realizó fue atendida. Guardó su celular en su chamarra y después se dirigió hacia el escritorio de su asistente. - Reagenda todas mis reuniones del día de hoy Jihyo, saldré y me desconectaré unas horas- la pelirroja asintió y después comenzó a hacer llamadas. Mina observó su escritorio y después tomó sus llaves con determinación, Chaeyoung no se escondería de ella.