Addicted | [Michaeng] G!P

Chapter IV

*Nota*

De ahora en adelante colocaré en itálica lo que sea pasado, y lo actual estará normal.

Espero que les esté agradando la historia (y que vayan entendiendo el hilo de la misma :v) Si tienen preguntas/sugerencias, hablen ahora o callen para siempre :b

Saludos :B

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Chaeyoung se quedó ahí, tratando de cobrar la compostura. Era verdad, la amaba y no podía evitarlo. Limpió su rostro y tomó una profunda respiración. Salió, tomó el picaporte y lo observó; sus ojos, oscuros, pero esta vez por la tristeza que sentía.

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Mina suspiró. Llevaba varios meses asistiendo a las reuniones, y no veía gran mejoría. Todo era aburrido, como siempre, las mismas personas adictas a estupideces, el mismo hippie mugriento dando sermones y... esa cara era nueva. Observó a cierta joven que estaba sentada justo frente a ella, al otro lado de la habitación. Era una chica linda, de pálida piel y ojos grandes, oscuros. Tenía un tentador lunar debajo de sus labios rosados.

La empresaria lamió sus labios y no quitó su mirada de ella, sabía que la había visto en algún lugar. Sonrió al escucharla tartamudear y después cuando la enfrentó con la mirada y habló con confianza. Su sorpresa fue grande al conocer el rostro detrás del nombre, "Son Chaeyoung".

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- Ahhh..- su respiración era agitada, - Ahh- jadeó una vez más mientras escuchaba ese exitante, en otras circunstancias, sonido. Su mano se movía a una alta velocidad y sus ojos se mantenían fijos en la fotografía. Chaeyoung estaba tratando de deshacerse de esa inoportuna erección en el baño de su oficina.

Se tensó al sentir que llegaría al orgasmo en cualquier segundo, cerró sus ojos y mordió su corbata al correse. Suspiró al ver que tendría que limpiar el desastre que acababa de hacer. Tomó unas cuantas respiraciones profundas y observó la foto una vez más. Mina se veía hermosa e infernalmente sexy en la misma, acostada en su cama con su lencería negra de encaje y su látigo en sus manos, mordiendo su labio inferior.

Bloqueó el celular y se recargó en el lavabo, tomó bastante papel y limpió su semen, con cara de asco. Suspiró una vez que había recobrado la compostura y sonrió tratando de mostrarse natural ante sus empleados una vez que saliera de ahí.

Sintió algo vibrar en su muslo, tomó el celular y se quedó paralizada, viendo el número en la pantalla.

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Llegó al departamento puntual, se paró frente a la puerta cerrada y se quedó ahí, viéndola sin tocar el timbre. Después de unos momentos tocó. No pasaron más de dos segundos y Mina ya la había metido en el departamento, tomándola por el cuello y llevándola a la habitación principal.

Chaeyoung se dejó llevar por un momento pero se separó al recordar sus intenciones al asistir al llamado: hablar con la mayor. Mina la miró con el ceño fruncido y se levantó de la cama. Chaeyoung la observó, sin moverse del sitio donde estaba: la cama de la empresaria.

- Mina- comenzó la diseñadora, la japonesa  la ignoró, siguió peinando su cabello en un moño y acomodando su ropa. - Tenemos que hablar- la escuchó suspirar frustradamente, Mina simplemente se volvió y salió de la habitación. Chaeyoung suspiró.

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- ¡Adicta al sexo!- Mina se acercó juguetona a la chica, sonriendo y alzando su mano para saludarla. Al ver la reacción de confusión en la cara de la contraria rascó su nuca. - ¿Muy raro?- Chaeyoung sonrió y observó la curvatura en los labios de la mujer y ese pequeño lunar en su nariz, muy lindo.

- Myoui Mina- dijo aceptando el saludo, aún con su mirada fija en la cara de la mujer. - Es un placer, soy la adicta al sexo- ambas rieron.

- Es agradable conocer el rostro detrás del nombre- musitó, sin soltar la mano de la chica. Chaeyoung asintió sonriendo, viendo cómo la mujer le daba una pequeña caricia en su mano. - ¿Te molestaría si te pido tu número?- dijo, finalmente soltando su mano y sacando su celular de la bolsa.

- No suelo pasar mi número a extraños...- - Pero- Mina la interrupió, Chaeyoung sonrió. - Lo haré por ser tú, aunque tendrás que ir por un trago cuando termine la reunión- ambas se miraron unos segundos, sonriendo.

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- Ch-Chae- Mina jadeaba mientras se besaban, la reunión acababa de terminar y ambas habían ido a tomar ese trago prometido; que llevó a otro y finalmente las condujo al sucio baño del lugar. La falta de luz y la alta temperatura que se sentía fueron detonantes para que comenzaran a besarse. Debía admitirlo, nunca se había excitado tanto con tan sólo un beso. Suspiró cuando Chaeyoung se separó un poco.

- Hay..- suspiró, -hay algo que debes sab..- Mina la interrumpió, colocando un dedo sobre sus labios, y la volvió a besar. Introdujo su mano lentamente en el pantalón de la chica y su sorpresa fue grande. Se separó lo suficiente para ver el rostro de Chaeyoung, que estaba ligeramente sonrojada. Movió su mano, tratando de asegurarse de que no estaba alucinando. El jadeó que salió de la boca de la menor confirmó sus sospechas. No dijo nada, sólo siguió moviendo su mano, hacia arriba y hacia abajo. Los gemidos que salían de la boca de Chaeyoung la exitaban, y no quería parar. - E-Espera- musitó la chica, completamente sonrojada. Mina la miró y sonrió con malicia.

- Quítate el pantalón- Chaeyoung quedó desconcertada.

- ¡¿Qué?!- Mina la empujó hasta que la menor chocó con la puerta de uno de los baños.

- Dije... - se acercó a ella, colocando sus manos en la puerta del cubículo, a los costados de la chica, - Quítate el pantalón, no lo volveré a repetir- la miró seria, Chaeyoung tragó saliva, la empresaria en verdad podía ser intimidante. Se desabrochó su cinturón y miró a Mina, quién sólo levantó una ceja. Bajó una de sus manos, y desabotonó el pantalón de la menor, al ver que Chaeyoung no se movía.

El sonido sordo de la prenda al caer no importó. Mina no observaba la entrepierna de la chica, tenía sus ojos en los labios de Chaeyoung, en ese lunar tan tentador que la incitaba a besarla. Tomó el rostro de la chica entre sus manos y susurró, viéndola a los ojos.

- ¿Confías en mí?- no sabía por qué, en verdad que no, pero Chaeyoung le confiaría su vida a esa desconocida. Asintió y vió a la mayor arrodillarse frente a ella, mientras bajaba su boxer.