Addicted | [Michaeng] G!P

Chapter XXXI

Los párrafos entre comillas (") son narrados por Chaeyoung, redactando una carta.

¡Disfruten!

___

"Myoui Mina"

"Dos palabras tan cortas pero que forman un nombre hermoso, que tiene tanto peso en mi vida."

Su foto al inicio del pasillo, justo en medio de una enorme corona de flores. Algunos lloran, otros simplemente están presentes. La mayoría personas de la empresa. La mayoría sus subordinados. Todos en trajes y vestidos negros, sin excepción.

- Estamos aquí reunidos para despedir a una gran mujer- Chaeyoung bajó la mirada al sentir las lágrimas caer por sus mejillas. Su madre le otorgó palmadas de apoyo en la espalda y Jeongyeon tomó su mano, ofreciéndole consuelo en un pequeño apretón.

"Sé que la mayoría de las personas no te conocía. Puedo asegurarlo. Mina, tú eras una mujer increíble, una empresaria sobresaliente y trabajadora, entusiasta con tus metas, íntegra en cada aspecto de tu trabajo. Esa es la faceta que todos conocían de tí."

Chaeyoung acomodó sus nuevos aparatos en su oreja y bajó un poco el volumen, no quería seguir escuchando cómo despedían a Mina. No quería creer que realmente... ya no estaba.

"Pero yo sé que había tanto de ti que deseabas poder mostrarles. Pero no lo hacías, porque no querías que te juzgaran."

La ceremonia seguía y Chaeyoung cada vez se hundía más en su asiento. Solo observaba, al padre, a la gente, la caja justo frente al altar...

"Porque detrás de las cámaras, detrás de la figura, de la grandiosa empresaria, eras Mina, una mujer encantadora, con días buenos y malos, con tantos momentos maravillosos por vivir, porque así era la vida a tu lado, magnífica."

La gente se acercaba y daban el pésame a Chaeyoung y sus amigas, pues ellas habían organizado el sepelio de la japonesa. Salieron de la capilla hacia el cementerio y todos iban en silencio, sólo acompañando a las jóvenes que sollozaban sin parar.

"Eras también, una amante entregada. Dabas cada parte de ti en cada palabra, cada beso, en una sola caricia... Nuestro amor era un amor al que no le temía. Porque amarte era un respiro para mi alma, porque sabía que al hacerlo todo estaba bien, yo estaba bien."

Chaeyoung limpió sus lagrimas y respiró profundamente al llegar al lugar indicado. Le dolía en el alma el perder a la japonesa, le dolía no haberla protegido.

"Se que soy codiciosa, por querer pasar la vida a tu lado, por querer envejecer sólo contigo, sosteniendo tus manos hasta que se arrugaran... Guardaré todos los momentos junto a ti en mi corazón, porque sé que los recordaré cuando te vuelva a ver. Tal vez no en esta vida, tal vez no en la siguiente, pero cuando nos volvamos a encontrar, te amaré y nunca dejaré tu lado."

La menor se acercó, con un puño lleno de tierra y una rosa blanca y un pequeño sobre que contenía su carta en la otra mano. Lanzó ambos hacia la caja fúnebre que se encontraba pocos metros debajo de ella y sintió una parte de su corazón irse con ellos.

"Tal vez no era el lugar o el momento indicado.. pero siempre fuiste tú, y siempre lo serás. Eres la única para mí. Porque incluso si no podemos estar juntas, tú siempre estarás conmigo".

___

- ¿Lista?- la coreana mayor la observó unos segundos esperando su respuesta. Chaeyoung la miró después de observar su maleta y asintió. - Vamos- Jeongyeon le ayudó con su maleta y ambas bajaron por el ascensor. Chaeyoung suspiró. Tenía tanto tiempo sin salir de Corea, sin tomarse un tiempo lejos de la empresa. Ahora se dirigían al aeropuerto para tomar su vuelo rumbo a Japón, más precisamente a Osaka, y buscaría a los padres de Sana, pues sabía que debía darles la noticia. Todo el camino fue cabizbaja, pensando en tantas cosas y al mismo tiempo en nada.

No había duda de que Chaeyoung había pasado por mucho y eso se reflejaba en su persona, una mujer con un fuerte carácter y con un alma tan resiliente, y eso Jeongyeon lo sabía. Sabía que la menor anhelaba superar todo ese dolor que parecía haberse acumulado en unos cuantos meses, en un par de años. Así como sabía que le tomaría mucho tiempo llegar a hacerlo.. si es que algún día lo hacía.

Se encontraron con su madre, Nayeon y su esposo en el aeropuerto. Y Chaeyoung se acercó a despedirse de ellos, charlaron un rato y finalmente las llamaron para abordar su vuelo.

- ¿Segura que llevas todo?- Chaeyoung asintió mientras rodaba sus ojos ante el afecto que su madre le mostraba frente a todos en el aeropuerto. - Uno más y te dejaré ir tranquila- le dió un último beso en la mejilla y la abrazó con fuerza. - Cuídate muchísimo y cuida a Jeongyeon, ¿de acuerdo?- la publicista rió mientras se acercaba a la mujer.

- La cuidaré bien- dijo en cuanto se alejó del abrazo que le daba la mayor. Ambas mujeres aprovecharon que la menor se distrajo con su celular un momento y se alejaron un poco. - Sabes que puedes llamarme a cualquier hora, cuídala bien- Jeongyeon asintió y le dió un leve apretón a la mujer en su brazo, reconfortándola. Se despidieron nuevamente con un ademán y se alejaron hacia la fila para abordar al avión.

"Algún día nos encontraremos de nuevo, Myoui Mina, e iré hacia ti como aquella primera vez.

Tuya por siempre,

Chaeyoung."