Epílogo

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5 años después.

La brisa abrazaba sus largos y oscuros cabellos, sentía el viento tocar su rostro mientras el sol besaba su blanquecina piel. Observaba a la pequeña correr en el gran jardín de su villa mientras ella sonreía como una adolescente enamorada. Su mejor amiga se acercó a ella y tomó una foto de su cara. Chaeyoung salió de su ensoñación al ver el flash de la cámara.

  - Mierda- susurró Jeongyeon, mientras corría lejos de la menor y observaba como ésta la miraba a la lejanía. Chaeyoung simplemente suspiró. Sabía que su sonrisa no se despegaba de sus labios, no podía evitarlo, su hija era idéntica a cierta japonesa que cruzaba su mente y corazón cada dos segundos.

  - Danielle, ven aquí- llamó a su retoño con una dulce voz. La niña hizo caso de inmediato, pues sabía que su mamá Chaeyoung era bastante estricta en cuanto a sus llamados. - Ve a lavarte las manos, tenemos que partir el pastel- la niña asintió pero no se movió de su lugar. En cambio, bajo su mirada y movió sus piecitos en el suelo. - ¿Qué pasa?- la coreana supo al instante que su pequeña quería decirle algo. Se agachó hasta quedar a la altura de la niña y agarró sus manitas entre las de ella.

  - ¿No esperaremos a mamá?- susurró, haciendo un pequeño puchero y levantando su mirada hacia su madre. Chaeyoung sonrió con ternura y acarició las mejillas de su hija.

  - Por supuesto amor, no tarda en llegar- la niña asintió sonriendo y corrió hacia dentro de la casa. Nayeon se acercó con su pequeño en brazos y sonrió hacia Chaeyoung.

  - Son como dos gotas de agua- susurró hacia Chaeyoung, quien asintió sonriendo. - Aún no sé cómo lo hicieron, pero esa niña, es una mini versión de Mina- la diseñadora la observó. Y, después de un segundo, acarició la cabeza del bebé de Nayeon.

  - Suerte, supongo- alzó sus hombros y se dirigió a su asiento. Su pequeña llegó en cuestión de segundos a su lado, agitando sus manitas hacia ella, pidiendo que las secara con una toalla de papel. Chaeyoung lo hizo con cuidado y después acercó el pastel hacia la niña. Ella la miró y Chaeyoung supo que, nuevamente, preguntaba por su madre. - Encenderé la vela y ella estará aquí en cuanto la apagues, ¿de acuerdo?- la niña asintió contenta y Chaeyoung encendió las velitas. La pequeña observó a todos a su alrededor sonriendo, para después cerrar sus ojitos y pedir su deseo. Sopló las velas y sintió un cálido abrazo por detrás. Abrió sus ojos y gritó de la emoción.

  - ¡Mamá Mina!- la niña brincó hacia la japonesa, abrazándola con emoción. Chaeyoung se unió al abrazo y sintió como pequeñas lágrimas escapaban de sus ojos. Era demasiado para ella, estaba agradecida con Dios, con el universo, con quien fuera que le había concedido ese regalo de tener a sus dos grandes amores en su vida.

La tarde pasó volando entre juegos de los niños, risas y anécdotas por parte de los mayores. Todos se veían tan bien, tan felices. Nayeon junto a su esposo e hijo, Jeong y su nueva novia, Momo y Dahyun riendo ante las bromas de la pálida chica. Mina abrazó a Chaeyoung por detrás y se acomodó en el hueco entre su cuello y su hombro.

  - Te amo- susurró mientras se apretaba contra su ahora esposa. La menor sonrió mientras suspiraba y acariciaba la mano de Mina entre las suyas. Despues de disfrutar su cercanía, se alejó del agarre de la japonesa y la tomó por las mejillas.

  - Minari, no te imaginas cuánto te amo- los ojos de ambas brillaban con intensidad ante sus palabras. Se unieron en un cálido beso y se abrazaron nuevamente, observando a su pequeña hija mientras corría a ellas para unirse a su acogedor abrazo.





























FIN.

Addicted | [Michaeng] G!P Donde viven las historias. Descúbrelo ahora