Addicted | [Michaeng] G!P

Chapter X

Chaeyoung se detuvo y la miró. ¿Mina acababa de decir que la amaba? ¿La amaba? ¿Mina... la amaba?! La vio y abrió su boca, nada salió.

- Ehh... Mina,- finalmente dijo - ¿Te encuentras bien?- susurró. Se golpeó la frente mentalmente, ¿Por qué tuvo que decir eso? Mina la observó y sonrió.

- Estoy bien, sólo... ¿Podrías hacerme acabar? En verdad lo necesito- Chaeyoung asintió con duda. Comenzó a moverse nuevamente, pero las preguntas en su cabeza no la dejaban concentrarse. Se detuvo una vez más y se separó, ya ni siquiera estaba dura. Negó y se acercó a la cabecera de su cama, desató las manos de la mayor y la enfrentó.

- Creo que tenemos que hablar- suspiró al ver la decepción en los ojos de Mina.

- No quiero hablar de ello- dijo secamente, sin mirarla a los ojos. Chaeyoung asintió, sentía la tristeza crecer dentro de ella, ¿Por qué Mina no confiaba en ella? ¿Por qué siempre había algo que la detenía de ser completamente sincera?

- Entonces no hablemos- se sentó en la cama y acarició la espalda de la mayor, - Ven aquí- susurró y la abrazó contra su pecho. Sentía que Mina temblaba, ¿Que había pasado en la vida de Mina que no dejaba que hablara de sus sentimientos? La empresaria sollozaba, y eso sólo traía lágrimas a sus ojos, ¿Por qué tenían que hacerse eso a sí mismas? ¿Por qué no podían estar juntas de una sola vez? Ni siquiera ella podía contestar esas preguntas.

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- Te ves hermosa, verás que te irá muy bien en esta entrevista- Mina sonrió acomodando el castaño cabello de la chica, sonrió aún más al ver sus ojos brillar.

- ¿Sabes lo mucho que te amo?- Mina sonrió y la besó. Sana abrazó a la entonces emprendedora, y no la soltó.

- Vamos amor, tengo que llegar a la reunión con los inversionistas- Mina besó la frente de la chica y se separó. - Y tú tienes que llegar a la entrevista, no podemos seguir pidiéndoles dinero a tus padres, han hecho mucho por nosotras, pero ahora debemos valernos por nosotras mismas- Sana rodó sus ojos y besó la mejilla de su esposa. Si por ella fuera, no tendrían que trabajar y vivirían en una de las casas de sus padres, en la playa probablemente.

Mina acompañó a la chica hasta el cruce y esperó a que el semáforo indicara que podía pasar. Estaban abrazadas, era un día peculiarmente frío y ambas se congelaban. Se despidieron con un tímido beso, si bien las cosas en Japón habían mejorado y la comunidad lgbtq+ no era atacada a diario, había mucho camino que recorrer aún.

- De acuerdo, nos vemos en la noche- Sana sonrió y caminó hacia el otro lado de la avenida. - ¡Te amo!- gritó despidiéndose con su mano y lanzándole un beso a Mina. Ella sonrió y caminó hacia su reunión, a unas cuantas cuadras de distancia.

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"La mujer presenta hipotermia y está en estado de coma; fue encontrada en el suelo de la calle Sakurabashi con un golpe en la cabeza, se presume que fue causado por la caída. La policía se encuentra investigando. Ahora mismo se encuentra en el Sakurabashi Watanabe Hospital, en estado de gravedad."

Mina tomaba su café tranquilamente, había llegado a casa hace unos minutos y se encontraba descansando en el cómodo sillón, completamente tapada con un caliente cobertor. Ni siquiera veía la televisión, estaba revisando su celular: las 22:18 pm, Sana aún no llegaba a casa y eso la preocupaba.