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Sus manos recorrían con lentitud su dura erección, sobando con sus dedos el glande y haciendo una ligera presión en él. Dejó escapar un gemido entrecortado y se mordió los labios los labios mientras cerraba con fuerza sus ojos con fuerza y comenzaba a jadear con más fuerza conforme aumentaba el ritmo y hacía más presión, dejándose llevar vergonzosamente placentera.

Sin embargo sus movimientos seguían siendo tímidos y delicados, el sonrojo en sus mejillas lo hacían verse tremendamente adorable y delicado. Juntó sus piernas y siguió tocándose, liberando gemidos cada vez más agudos y suspiros temblorosos al ver que su erección se volvía más sensible al tacto y rojiza.

— Yoongi... —Jadeó en voz baja. —Y-Yoongi-ah...

Siguió moviendo su mano con más fuerza, arqueando su espalda y ahogando más gemidos. Sus manos se movían desesperadas por su cuerpo para finalmente llegar a su ansiado clímax. Presionó más sus dientes contra su labio inferior y apretó sus ojos al momento en que se sintió correr.

Enterró su rostro en sus sábanas blancas y sacudió violentamente su cuerpo al sentir su tibio semen escurrir de su mano. Aquello le hizo lloriquear y temblar entre suspiros. Sus labios se hallaban rojizos y brillantes debido a la saliva que se hallaba en ellos, así que se los relamió y aspiró profundamente el olor de su cama.

Abrió sus ojos que se hallaban brillantes de placer, con sus pupilas dilatadas y el cuerpo ligeramente sudoroso. Se tornó completamente rojo al pensar nuevamente en lo que había hecho y sobre todo el nombre que se había escapado de sus labios.

Apretó sus labios y ahogó un chillido agudo en su garganta y se levantó de la cama.

Cogió unos pañuelos que se hallaban en su escritorio y comenzó a limpiar su pequeño desastre.

Soltó un pequeño suspiro cuando finalizó y tiró el pañuelo a la basura. Se colocó su pijama y se deslizó dentro de su cama aún con los ojos muy abiertos y pensando seriamente en lo que comenzaba a pasarle. Habían pasado cuatro días desde que

Yoongi le hizo unas cortaduras después de que salieran a "imprimir" las hojas de la profesora. Terrible, sin duda terrible.

Siguió dando vueltas en su cama cuando escuchó un mensaje llegar. Se reincorporó y cogió su teléfono que se hallaba cargándose y lo desbloqueó para entrar a

WhatsApp. Se sorprendió bastante al ver que le había llegado un mensaje de Min Yoongi. Tenía su número ya que el mayor le había literalmente exigido que se lo diera.

"¿Estás despierto?"

Jimin pensó en ignorar el mensaje pero ya había entrado al chat y saldría el visto.

Apretó su labio inferior y que contestó sí.

Yoongi vio el mensaje pero se demoró un rato en contestar. Jimin salió de la aplicación y checó algunas notificaciones para perder el tiempo. Cuando el mensaje de Yoongi llegó, sintió su corazón nuevamente frenarse.

"Baja y no hagas ninguna maldita pregunta"

Jimin alzó una ceja entre confundido y asustado. Soltó un bufido y se levantó de la cama para colocarse una sudadera sobre su playera de pijama color gris. Se quedó también en el pantalón negro para dormir y se puso rápidamente tenis. Agarró las llaves en su escritorio y abrió la puerta de su cuarto; su madre ya se había ido a dormir. Cerró la puerta de su cuarto en silencio y se deslizó por la sala hasta la entrada principal. Abrió la puerta con lentitud para no hacerla rechinar mucho y salió. Cuando estuvo en el pasillo del edificio, soltó un suspiro de alivio y cansancio, bajó las escaleras con rapidez y se dirigió a la entrada principal para salir a la calle.

01001001 01101110 01101110 01101111 01100011 01100101 01101110 01110100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora