|44

33 4 0
                                    


Jimin pov


"El grupo L se ha movido por todo el este de Estados Unidos, avanzando peligrosamente al centro y amenazando con llegar al Oeste en un par de días. Han habido poco más de cien muertes en la semana después de la gran explosión en Nueva York y el atentado que se dio dos días después donde muchas personas fueron heridas. Italia está en alerta roja después de las bombas en Roma que volaron miles de casas, edificios y provocó miles de muertes. El ejército está haciendo todo lo que tiene en sus manos para atrapar a cualquier persona de este grupo e interrogarlo, tengan mucho cuidado al salir a la calle."

Observo la radio y a mi madre apoyada en el taburete mordiendo su uña. Apaga el aparato bruscamente y observa por la ventana con una gran preocupación, me voltea a ver a mí poco después.

— ¿Qué sucede? — Pregunto tragando los cereales.

— Es muy preocupante lo que está sucediendo aquí en América. — Dice sentándose frente a mí con delicadeza. — No es seguro.

— Es terrible. — Susurro. — Desearía que ya no hubieran más muertes, ¿por qué el mundo debe ser así?

— No lo sé Jimin. — Ella suspira. — Quizás estaríamos mejor en el extranjero y no acá.

— ¿De qué hablas? — Pregunto asustado.

— Que quizás... — Hace una pausa y suspira. — Que quizás estaría bien que fuéramos al extranjero, vivir en otro lugar.

— Pero... ¡pero yo tengo aquí a mis amigos! ¡La casa! ¡Mi colegio! — Exclamo.

— Sé que no es fácil Jimin, pero prefiero que hagamos ese sacrificio a arriesgarme a que te pierda o tú me pierdas. — Dice ella. — Sacarte de la escuela a estas alturas es muy complicado, el año nuevo comienza en una semana así que podríamos esperar a que finalices.

— Pero tengo beca para la Universidad Linsday, no puedo irme de Estados Unidos.

— Suplico con la mirada. — Por favor mamá.

— Eres legal ahora Jimin y eres responsable de las cosas que haces, tú tomas tus propias decisiones. — Baja la mirada. — Pero lo que es seguro es que aquí ya no estamos completamente a salvo.

— Nunca lo estamos, hemos pasado por muchas cosas similares y nunca dijiste nada.

— Alzo una ceja. — ¿Por qué ahora sí?

Mi madre se mantiene en silencio y niega con la cabeza antes de darle un trago a su café. Espero su respuesta pero nunca llega. Finaliza el café y se levanta agarrando unas llaves.

— Llegaré tarde, por favor me mantienes informada dulzura. — Ella me sonríe débilmente. — Tendré juntas hasta tarde y seguramente regresaré en la madrugada.

— Estaré bien. — Le sonrío débilmente. — Quizás salga a hacer unas cosas, quién sabe.

— De acuerdo. — Ella asiente y revisa su reloj. — Nos vemos mañana Jimin, con cuidado.

— Cuídate mamá.

Ella sale del departamento dejándome solo. Suelto un suspiro y finalizo mi desayuno rápidamente, lavo los trastes y abalanzo al cuarto para vestirme. Agarro una camisa blanca y una chaqueta brillante azul, verde y amarillo que me queda de maravilla, unos jeans ajustados y unos tenis. Me termino de arreglar y agarro mi teléfono con una sonrisa.

"Voy para allá"

No espero la respuesta y lo guardo. Me pongo loción y agarro mis llaves antes de salir del departamento a paso veloz. Es triste no tener un auto así que me conformo con un taxi al que le indico por dónde ir, me acomodo nuevamente con el corazón latiendo con fuerza dentro de mi pecho, tomo un respiro y espero para llegar. Bajo corriendo del taxi después de pagar y recibir mi cambio. Veo el parque a lo lejos y atrás un restaurante de hamburguesas al carbón, sonrío y me acerco rápidamente hasta llegar a la entrada. Observo de izquierda a derecha hasta que mi vista se bloquea por completo cuando unas manos cubren mis ojos. Esbozo una sonrisa.

01001001 01101110 01101110 01101111 01100011 01100101 01101110 01110100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora