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Jimin estaba sentado en el patio junto a su único mejor amigo. El menor estaba chupando una paleta color rojo mientras observaba a la nada. Jimin se hallaba acostado en sus piernas con un libro en las manos. Jungkook de vez en cuando le hacía piojito en su suave cabello, relajando a Jimin al instante al sentir los dedos de Jungkook sobre su cuero cabelludo. Ah, era un masaje tan agradable para él.

— ¿Ya le preguntaste a tu madre acerca de nuestra salida? —Preguntó Jungkook.

— ¿Eh? —Jimin bajó su libro. — El viaje. —Repitió Jungkook. ¡Oh, mierda! A Jimin se le había olvidado por completo preguntárselo a su madre. El menor le había propuesto irse a la playa para las vacaciones de Diciembre y festejar Navidad juntos en una casa de playa que era del tío de Jungkook llamado Will pero Jimin estaba ahora tan concentrado en el contrato de Yoongi y el dinero que no se le había cruzado por la cabeza.

—Oh, sí. —Mintió Jimin.

— ¿Qué te dijo? —Preguntó Jungkook mientras lo acariciaba.

—Que iba a checar. — Jimin se recordó mentalmente preguntarse a su madre en la noche. — Aunque según yo no hay problema.

—Más te vale que sea un sí porque mi padre ya compró tres boletos de ida y regreso.

— Jungkook le clavó la mirada.

—Sí, haré todo lo posible para lograrlo. —Jimin sonrió y asintió.

El menor, que era inexpresivo todo el tiempo, simplemente asintió levemente y siguió viendo el patio. Su estómago gruñía y tenía unas terribles ganas de comerse un buffet completo. Palmeó a Jimin para que el mayor se reincorporara. Jungkook se levantó sacudiendo sus pantalones.

— ¿A dónde vas? — Preguntó Jimin finalmente temeroso.

— A la tienda a comprarme algo, tengo hambre y tenemos dos horas libres. — Jungkook alzó los hombros. —No te preocupes, voy a volver.

Jimin asintió no muy convencido e inclinó sus piernas para abrazarlas. Apoyó su barbilla en su rodilla y vio como Jungkook se alejaba.

Observó de reojo el entorno, Min Yoongi estaba bastante tranquilo platicando con un chico que apenas lo volteaba a ver. Jimin soltó un suspiro pesado y retomó su lectura mientras esperaba por su menor.

Jungkook por su lado, iba tranquilamente cruzando los pasillos para ir al patio trasero. Ese al que casi nunca iba pero donde estaba la tienda de la escuela. Ingresó viendo que estaba casi vacío, a excepción de dos chicas que estaban riendo mientras que platicaban de quién sabe qué.

— ¿Me puede dar dos barritas y un jugo? — Preguntó Jungkook.

— El jugo se hace, ¿quiere esperar? — Preguntó la vieja señora que lo atendía.

— Espero. — Jungkook asintió.

La mujer le dio las barras y se fue a la parte trasera donde estaban las frutas.

Jungkook se recargó, apoyando sus codos mientras suspiraba. Sin embargo, se reincorporó y observó a su derecha con una ceja alzada a ver quién estaba junto a él.

— Hola Jungkook. ¿Ya hace hambre? —Kim Taehyung se hallaba recargado contra la barra y cruzado de brazos, observando sonriente a Jungkook.

Llevaba una gorra puesta a la inversa y una camisa a cuadros blanca y azul, jeans ajustados y zapatos, bueno, Jungkook ya no vio más abajo. Le clavó la mirada al mayor, sintiendo su sangre calentarse. Desvió la mirada. — ¿Vas a ignorarme? — Taehyung ladeó su cabeza e hizo un puchero.

01001001 01101110 01101110 01101111 01100011 01100101 01101110 01110100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora