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Jimin

El frío cala mis huesos, el ambiente es húmedo y el olor característico de estos climas inunda mis fosas nasales. Los escalofríos recorren mi piel pero no puedo saber si es debido realmente al frío de Diciembre o lo que está sucediendo.

Mi espalda se estrella agresivamente contra la pared soltándome un jadeo, sonrío y tiro de la camisa de Yoongi que se encuentra besándome ferozmente, acorralándome cual bestia a su presa en la firme pared de los baños.

Sus manos se meten debajo de mi camisa con desespero y sus dedos se aferran a la curvatura inferior de mi espalda donde hace presión para pegarme más a él, sus labios atacan con más fuerza y otro jadeo sale de los míos cuando muerde mi labio inferior. Se separa para tomar un poco de aire y ahora ataca mi cuello, me aferro a sus hebras castañas lanzando mi cabeza hacia atrás y sintiendo mi erección palpitar vivamente en mis pantalones.

—Sabía que no aguantarías tanto... —Susurra en mi oído. —Dos meses Jimin sin tocarte, ¿tienes idea de lo que fue para mí?

—No... —Contesto con una sonrisa.

— ¡Casi pierdo la maldita cabeza! —Se separa para tomarme de la barbilla. —Y tú, oh, lucías tan desesperado al verme.

—Y tú fuiste quien prácticamente me arrastró a los baños. —Me defiendo con una sonrisa. — ¿Y me llamas a mí desesperado?

—Parece que perdiste el respeto, ¿debo volver a educarte? —Pregunta socarrón arrastrando sus manos por mi cuerpo, muerdo mis labios. — ¿Me extrañaste mucho muñeco?

—Mucho... —Enredo mis dedos detrás de su nuca y abulto mis labios. — ¿Tú me extrañaste Yoongi?

—Me parece hasta absurdo que lo preguntes. —Sonríe y me carga causando que enrede mis piernas en su cadera, estoy excitado, terriblemente excitado. —Extraña tus lindas expresiones de dolor, tus agudos gemidos al sentirme entrar en ti y revolcarte bajo mi tacto.

—Yoongi. —Mi voz quiebra. —Tómame... Tómame...

— ¿Eso quieres? —Dirige sus manos a la cremallera de mi pantalón. — ¿Quieres que te tome aquí en los baños de la escuela?

Asiento repetidas veces sintiéndome desesperar con cada segundo. Volvemos a unir nuestros labios mientras sus manos se mueven con agilidad. Tiemblo y me aferro a él sintiendo el ambiente pesado y mareos. Pero él no se detiene. Observo su sonrisa tornándose cada vez más borrosa al igual que la imagen, como si estuviera siendo succionado por una extraña fuerza que me lleva lejos de allí. Todo se torna negro.

"Bip— bip ; Bip— bip ; Bip— bip".

— ¡Ah, carajo! —Exclamo molesto apagando el estúpido despertador que ha sonado en el peor momento.

Aviento el cojín sintiéndome molesto y me reincorporo de la cama sacudiendo repetidas veces mi cabello. Bufo antes de dirigirme a paso lento al baño para lavarme la cara y aprovechar para ver por la ventana.

Las hojas que decoraban las calles el día que regresé se habían esfumado por completo, el recuerdo de Yoongi y lo que vivimos se va esfumando como ellas, volando para dar paso a una era fría y vacía. Invierno. Diciembre ha entrado y arrasa con todos los alrededores llenándolos de nieve, colocando una nueve capa donde yacía la antigua.

Al final, parece que Yoongi si cumple sus promesas. Desde el día en que volvimos hasta ahora él se volvió un fantasma en mi vida, dos meses sin hablarme, cruzar una mirada o hasta un maldito roce. No hay nada, él realmente ha encontrado la mejor manera de matarme lentamente: Con su indiferencia.

01001001 01101110 01101110 01101111 01100011 01100101 01101110 01110100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora