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Taehyung

Al abrir los ojos lo primero que percato es que estoy en la sala. Me he dormido demasiadas veces allí como para no reconocer la lámpara amarilla del techo con pequeñas cadenas de oro colgando de ella. Alzo una ceja y tallo mis ojos tratando de recordar algo.

Me remuevo pero me tenso al ver una espalda desnuda junto a mí, apretando duramente contra mi entrepierna con su culo y allí me percato que estamos desnudos. Abro mis ojos con horror y tapo mi boca para evitar gritar. Destapo la cobija viéndome desnudo sin nada que me cubra, mi cabello está revuelto y distintos chupetones adornan mi piel.

Dirijo la vista al sofá viendo los rasguños en los brazos del chico junto a mí, los chupetones aún visibles en su hombro, cuello y espalda, adornando absolutamente todo su cuerpo con dulces marcas y cicatrices.

— Jungkook... — Susurro apenas tomándolo del hombro y sacudiéndolo. — Jungkook despierta.

— Umh. — Gruñe antes de que se remueva agudamente. Niego con la cabeza sintiendo un fuerte dolor en mi cabeza, siento que está a punto de estallar.

— Jungkook. — Vuelvo a reclamar sacudiéndolo y viendo su cabello castaño. — ¡Jungkook despierta, mierda!

No contesta, el teléfono junto a él comienza a sonar. Me abalanzo sobre él rápidamente y veo la llamada entrante, la sangre y el alma se me van del cuerpo.

"Llamada entrante de Jungkook"

Dejo caer el teléfono al suelo al sentir una mano sobre mi hombro y un beso ser depositado cerca de mi cuello, en curvatura entre mi hombro y él. Mi garganta se seca y aprieta, comienzo a negar en silencio.

— ¿Taehyung? — Llaman riendo. — ¿Tan despierto ya tan temprano? Creí que te agotarías después de lo de anoche...

Lentamente me volteo y finalmente mi piel pierde color. Abro la boca pero nada sale y mi pecho se oprime con dolor, estrujando y revolviendo todas mis entrañas. Y lo veo.

Park Jimin se encuentra con una hermosa sonrisa en sus labios, viéndome con una mirada inocente mientras muerde sus labios... completamente desnudo.

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Meses antes

Jimin

Llegar a Oregón fue un enorme alivio para mí. Al bajar corriendo del avión y despedirme de la señora Min finalmente pude sentir una ansiada libertad que buscaba desde hace horas. Yoongi me lanzó una última mirada pero yo simplemente salí corriendo hasta la estación de taxis. Me sentí en euforia absoluta al treparme al auto con mis maletas y llegar al corazón de la ciudad, cruzando zonas que conocía muy bien hasta finalmente ser depositado en la entrada. Pagué, agradecí y me abalancé al departamento con mis llaves, le daría una sorpresa a mi mamá.

Abrí en silencio el departamento y cerré la puerta detrás de mí. Deposité las maletas en la entrada y me acerqué de puntitas a la habitación de mi madre, escuchando unas risas del otro lado.

— Le pedí a Jimin que me mandara un mensaje cuando llegara. — Esa era definitivamente mi madre. — No debe tardar, pero hay tiempo.

— ¿Sí? — Ahora una voz masculina que me hizo ponerme en alerta.

— Muy. — Mi madre nuevamente. — Vamos, tu hijo Jungkook no está. Volvamos a los viejos tiempos...

Me tambalee hacia atrás tapando mi boca cuando escuché un fuerte azote en la puerta y varios sonidos de besos y jadeos suaves. No es necesario decir más. Salí huyendo de la casa.

01001001 01101110 01101110 01101111 01100011 01100101 01101110 01110100Donde viven las historias. Descúbrelo ahora