[En busca de una Niñera]_KOOKMIN_

18🍼

Jungkook

Luego de haber pasado una linda mañana en compañía de sus padres, decidió que era el momento de regresar a su hogar junto a sus acompañantes.

Mientras se despedían su madre le pidió que cuidará muy bien de Jimin, aún no entendía a qué se refería con exactitud, pero sin embargo el asintió dejando en claro que lo haría, luego de aquello la mujer sonrió y palmeó su brazo con cariño.

El viaje de regreso fue más corto de lo que esperaban, Jimin decidió ir en los asientos traseros junto a Yeonsang ya que este quería que le ayudara a practicar algunos números para mañana y él nunca podría negarse a aquello.

Almorzaron juntos, Jungkook fue quien preparó todo, y valla que Jimin había quedado sorprendido con todo lo que esté había preparado para comer, la mesa de encontraba repleta de carne y pasta con diferentes tipos de verduras cortadas de forma delgada.

Jugaron y vieron un par de películas junto a Yeonsang, hasta que el pequeño se quedó completamente dormido sobre el sofá.

Jimin sonrió y se puso de pie para buscar sus pertenencias, debía regresar a su departamento.

Había decidido dejar a su gatito, igual él vendría al otro día, el pequeño prometió cuidar de él mientras el rubio no estaba, e incluso preparó el lugar en dónde dormiría el minino.

Jimin guardó toda su ropa en su bolso y una vez estuvo listo bajó hacia la sala dónde el Alfa se encontraba apagando la TV.

-Llamé a un taxi para que te deje en tu departamento-Informó Jungkook cubriendo a su hijo con una manta celeste.

-Gracias señor.

-Espero que mí madre no te haya incómodado con sus preguntas en la mañana.

Jimin sonrió y negó.

-Su madre es muy amable, aunque un poco curiosa.

-Yo no diría curiosa, ella es muy...intensa-Musitó sin encontrar las palabras correctas.

El Omega rió un poco antes de que el claxon de un auto se oyera.

Jimin caminó hacia Yeonsang quien yacía durmiendo, sonrió antes de dejar un casto beso sobre su frente, se veía tan tierno descansando.

-Mañana será un día bastante agotador para él-Dijo Jimin acariciando por última vez el cabello del pequeño.

-Si, su maestra le está enseñando bastante bien.

-Eso es bueno, porque se atraso un par de meses, de ese modo aprenderá mucho.

-Si, estoy seguro de eso.

El Omega caminó hacia la puerta principal seguido por el pelinegro, abrió la puerta y dejó que Jimin saliera, las nubes grisáceas se podían ver en el cielo, las pequeñas estrellas desaparecían entre estás, al parecer llovería pronto y Jimin prefería llegar antes de que eso sucediera.

Así que se despidió del Alfa está vez con un beso en la mejilla, quizás fue muy precipitado pero si no lo hacia, no dormiría tranquilo.

Jungkook había quedado atónito por aquel gesto, si bien había deseado eso hace unos días, no podía creer que su deseo se hubiera cumplido realmente.

En cuanto el rubio desapareció de su vista, sonrió por qué estaba tan contento de que aquel hermoso Omega lo hubiera besado y dejado pensado en un sin fin de cosas, en la que obviamente se encontraban involucrados Jimin y él.