[En busca de una Niñera]_KOOKMIN_

41🍼

Jimin pasó sus últimos días de celo siendo acompañado por su madre quien cuidaba de él y se aseguraba de que todo estuviera bien y que no le faltara nada.

El Alfa se encargó de llevarle alimentos durante los días que estuvo en su departamento y su madre estaba encantada con Jungkook. Durante su último de celo estuvo mucho tiempo dentro de la bañera, porque su cuerpo se sentía demasiado caliente y no soportaba estar recostado sobre su cama.

Tomó sus supresores y ellos le ayudaron mucho a calmar a su lobo. Se alimentaba solo en la noche y porque su madre le convencía de hacerlo, su cuerpo no tenía apetito de nada que no fuera el Alfa, pero hacia caso solo porque apreciaba que su madre estuviera acompañándolo.

Aquel día cuando comenzó su celo, supo que no había forma de que Jungkook pudiera estar con él, y no porque el no quisiera al Alfa sinó por el simple hecho de que ellos no habían acordado nada. Y Jimin quería que ambos estuvieran de acuerdo en pasar sus celos juntos, pero aún era demasiado pronto.

Despertó en la mañana con un dolor de cabeza insoportable y tomó los supresores antes de unas pastillas para el dolor de cabeza y desayuno lo más liviano que pudo. Salió de la cerca del mediodía y tomó un baño antes de poner a cargar su celular.

—¿Quieres un poco de arroz con pollo para el almuerzo?

Su madre entró a la habitación asegurándose que todo estuviera en orden.

—Deberias abrir esa ventana, hay demasiado aroma dulce. —Arrugó su nariz —¿Te has bañado de nuevo?

—Mamá, está bien el arroz con pollo. —Se aproximó a abrir la ventana —Me sentía un poco pegajoso, estoy mejor.

—Sabes Jimin, nunca creí que llegaría el momento en donde tu llegabas a casa y presentabas a un Alfa —Ella se sentó sobre su cama recién hecha—Pero, debo admitir que Jungkook es todo lo que siempre he pedido para ti cariño.

Jimin se detuvo en medio de la habitación, y sonrió hacía su madre, todas aquellas dudas que tenía sobre como iba a ser la relación con su Alfa ya no existían y estaba seguro de que su padre sería igual de comprensivo que ella.

—Muchas veces llegue a creer que tendría que sacar de patadas al Alfa que quisiera robar a mí pequeño bebé, porque aún sigues siendo un cachorro para mamá.

Jimin no aguanto y se arrodilló entre las piernas de su madre, recargó su cabeza sobre su regazo y se dejó hacer cariños por la Omega mayor.

—Jungkook es un buen Alfa cariño.

—Lo es, mamá.—Susurró perdido en sus pensamientos.—Es demasiado para mí, creo que llegó en un buen momento.

—Ya lo creo, tu padre estará contento de saber que alguien podrá cuidarte mientras no estemos cerca.

—¿Tan bien te has llevado con Jungkook?

—Dejame estar contenta con él, ni siquiera nos habías contado sobre que estabas conociendo a alguien, casi llamo a la policía cuando lo vi en la cocina.

—Mamá!

Jimin soltó una carcajada incrédulo de lo que su madre contaba.

—Él se veía asustado, mucho a decir verdad. Pensó que tu habías hablado con nosotros, hasta yo quería llorar por él.

—Debo disculparme sobre eso, la verdad no lo pensé mucho pero debí contarles sobre eso.

—Tranquilo, ahora que estás mejor podrás hablar con él y solucionaran todo lo que no pudieron hacer durante tu celo. Por cierto, el habló sobre un pequeño, espero poder conocerlo también, tan joven y ya soy abuela.