[En busca de una Niñera]_KOOKMIN_

15🍼

Yeonsang

La calidez que lo rodeaba lo hizo sonreír en su sueño, sus brazos se encontraban rodeando una suave y gran almohada, tenía un exquisito aroma que lo hacía inconscientemente acercarse y restregar su nariz para sentirlo más.

Era temprano demasiado diría, no daban no siquiera las siete pero Yeonsang ya había despertado y también había abandonado su cómoda cama para ir hacia la sala, no sin antes cumplir con sus tareas que eran cambiar su pijama y cepillar sus dientes.

La mañana se mantenía fresca, a pesar de que todo en la casa se mantuviera cerrado la humedad hacía que ese ambiente fresco de afuera se sintiera también adentro.

El pequeño se recostó sobre el gran sofá, cubierto por una frazada polar y con un pequeño cojín debajo de sus pequeños pies.

No había nada que interrumpiera su linda mañana.

Su serie favorita se reproducía en la gran pantalla de la TV, sus brazos rodeaban un tarro de galletas, esperaba que su padre no despertara antes que el señor Jimin o sería regañado por comer galletas tan temprano.

Rió bajo cuándo uno de sus personajes cayó en el agua, se veía demasiado gracioso.

Escuchó el ruido de un teléfono sonar y como los mayores no habían despertado aún, él sería quien contestaría el teléfono.

Corrió hacía la cocina, de dónde provenía el ruido, tomó el teléfono y esperó a que alguien hablara.

—Al fin contestas Jeon, te he llamado a tu teléfono y no respondías—Gritó una voz al otro lado de la línea.

Yeonsang sabía que era una mujer quien gritaba, pero no sabía que hacer.

—¿Me estás escuchando Jungkook?—Preguntó la mujer al no recibir una respuesta.

Yeonsang hizo un sonido de afirmación, si hablaba se daría cuenta de que no era su padre.

—Eso espero, recibí un mensaje de Jena, me dijo que debías contarme algo importante ¿De que se trata?.

El pequeño sonrió, ese era el nombre de su madre ¿Acaso aquella señora conocía a su madre?

Unos segundos pasaron, no podía contestar así que solo guardó silencio.

—Mira, si no me lo quieres decir por teléfono no te preocupes, por qué en unos minutos estoy llegando a tu casa, espero que tengas una buena excusa—Dijo la mujer antes de cortar y dejar al pequeño sorprendido.

¿Quién era aquella señora? ¿Y porque gritaba tanto?

En fin, estaba indeciso entre avisarle y no a su padre, si lo hacía despertaría antes y si veía las galletas que había sacado para comer, lo regañaria, no quería eso, así que sin pensarlo mucho continuó viendo su serie sentado en el sofá.

Luego de que su serie acabara, el timbre sonó, por lo que tuvo que dejar el tarro con galletas sobre el sofá y caminar hacia la puerta.

No debía abrir si su padre o el señor Jimin no estaba a su lado, así que fue hacia la ventana para ver de quién se trataba.

Lo primero que vió al correr la cortina fue una mujer, no era muy alta medía casi como el señor Jimin, vestía un elegante vestido y de su mano colgaba una cartera negra, sus ojos eran parecidos a los de su padre.

Llevó un dedo a su mentón sin saber que hacer.

El timbre volvió a sonar, no tenía más opción que abrir, si esa soñara conocía a su madre eso quería decir que era buena. Así que no había problema si le habría.