Vive tus sueños y duerme la realidad. - Harry Styles.

Capítulo VII

Ya ha pasado una semana desde ese beso, una semana en donde llamadas se apoderaban de mi teléfono, pero al contestar, nadie respondía…

Aún no había encontrado el momento para poder devolver la llamada, ya que van más de diez llamadas, pero nadie contestaba.

- Buenas noches, Lou. – dije subiendo las escaleras.

- Buenas noches, Harry. – respondió mientras veía la televisión.

Subí a mi habitación, me desnudé y me acosté. No podía conciliar el sueño y recordé las llamadas, así que tomé mi celular y marque al número desconocido.

- ¿Bueno? – contestaron desde la otra línea.

- Buenas noches, ¿con quién hablo? – pregunté.

- ¿Con quién desea hablar?

- Disculpe, pero es que he tenido varias llamadas de este número. – dije y escuché esa risita que había estado andando en mi mente durante estos días.

- ¿No me recuerdas? – esas risitas se volvieron a dar a conocer.

- ¿Steph? – reí.

- Aciertas, Styles.

- ¿Cómo estás?

- Bien ¿y tú? – respondió.

- Bien también, aunque sin poder dormir.

- ¿Tan temprano en cama?

- Mi trabajo me lo pide. – reí.

- Haha, oye, ¿mañana tenemos que grabar?

- No lo sé… - me levanté de la cama y me asomé por la puerta de mi habitación. - ¡Louis! ¿Mañana grabamos? – grité para que me pudiera escuchar.

- Estoy acá idiota. – dijo él abriendo la puerta del frente, que era su pieza.

- Ah, pues, ¿mañana grabamos? – repetí.

- Sí, pero es más tarde… así que no te preocupes por levantarte temprano. – rió.

- Gracias, ahora sí, buenas noches. – sonreí y me adentré en mi pieza. - ¿Escuchaste? – dije colocando el teléfono en mi oreja.

- Sí. – rió. – Me cae genial Louis… bueno, cada uno de ustedes tiene lo suyo.

- ¿Ah, sí? ¿Y qué tengo yo?

- Pues… eres el rizado… - rió y yo rodé mis ojos.

- ¡Gracias! – dije con sarcasmo. – Aunque sí, tienes razón, mi pelo es realmente perfecto. – reí.

- Idiota. – dijo ella.

- Cuidado con lo que dices que mañana te arrepentirás. – reí.

- Idiota. – repitió.

- Shht, calla, que mañana te las verás. – dije.

- No lo creo… ya Harry, debo irme, tengo que dormir. – rió.

- Adiós, cuídate, nos vemos mañana.

- Buenas noches.

- Buenas noches. – respondí y corté.