Vive tus sueños y duerme la realidad. - Harry Styles.

Capítulo XVII

Sólo levanté la mirada y ella estaba ahí. Con dos pequeñas de alrededor once años, eran gemelas.

- ¿Para quién el autógrafo? – dije intentando de no cruzarme con su mirada.

- Para Lea, Nicole y Steph. – dijo una de las pequeñas.

- ¿Yo? Yo no lo quiero- dijo ella.

- Claro que lo quieres… ¿Sabías que ella te ama? Tú eres su favorito. – yo sólo tragué saliva y respondí.

- ¿De verdad? Pues, es genial. – fingí una sonrisa y mi celular vibró.

- Tengan ahí tienen los tres. – les pasé las tres fotos y ellas se hicieron a un lado para seguir con Louis.

Vi mi celular y tenía un sms.

*X: Gracias por el autógrafo, mis hermanas te aman, pero no creo que tanto como yo. Como directioner, claro*

Era de Steph, la miré de reojo y ella me estaba mirando, miré Louis y también me estaba mirando, haciéndome gestos con los ojos para que viera quien estaba.

- Ya lo sé. – moví mis labios sin emitir sonido.

- ¡Pues háblale! – dijo Louis de la misma manera.

- Estás loco. – dije y seguí con lo que debía.

Luego de unas cinco chicas, Louis me golpeó en el brazo.

- ¡Auch! – dije tocándome donde me había golpeado.

- ¿Eres imbécil o qué? ¡La tenías frente a ti! – rodó los ojos. – A este ritmo te quedarás soltero y con cien gatos de compañía. – volvió a rodar los ojos y siguió en lo de él.

- ¿Pasa algo? – preguntó la chica que estaba en frente mio.

- No te preocupes, linda, es un asunto interno. – le guiñé el ojo y comenzó a chillar, porque realmente no estaba gritando, estaba chillando.

- Te amo. – dijo ella.

- Yo más, hermosa. – le dije y chilló más de lo que lo hacía, tomó su autógrafo y le bastó con el mío para ser feliz.

Así continuó la tarde, hasta que terminamos… y luego subimos al último piso del centro comercial, para comer algún cosa, ya que moríamos de hambre. Nos sentamos en una esa apartada y una chica se nos acercó.

- Al parecer el destino insiste en que nos encontremos. – escuché su voz y el maldito Niall me lo recordó.

- Harry, te hablan a ti. – dijo.

- ¡Lo sé! – dije. - ¿Y tus pequeñas? – le pregunté para luego tomar un sorbo de mi bebida.

- Por ahí deben andar, jugando, yo sólo vine a comprar algo de comer. – dijo alejándose.

- ¡Hey! – me levanté y se volteó. – Si quieres puedes sentarte con nosotros…

- No te preocupes, ya tengo compañía. – dije y fruncí el ceño. ¿Tiene compañía? Me senté, me volteé a mirar, y un chico la abrazaba por la cintura.

- Haz perdido como en la guerra. – dijo Liam.

- ¡Calla! – dije algo ¿furioso? ¿Celoso? No lo sé.