𝐓𝐫𝐞𝐬

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Han Jisung.

¿Cómo describirlo?

Era lindo, sí, pero bastante prefería esconderse del mundo.

Recordaba los intentos fallidos del Alfa al invitarlo a jugar con él. ¿Por qué no se cansaba? Minho lo había buscado reiteradas ocasiones. Él se hubiera aburrido, además de que era lo suficientemente tímido para salir y decir que sí quería jugar con el castañito. Sus padres eran amigos, pero ellos dos no solían frecuentarse entre sí.

La anterior noche había repasado el plan. No podía retractarse.

Felix le había teñido el cabello rojo. Originalmente iba a ser rosa, pero a Jeongin se le pasó la mano con el tinte, lo cual agradeció, el rosa no era lo suyo. Era un cambio nuevo. La ropa que le habían prestado a Jisung era muy diferente a su estilo. Era como el cambiazo que daba el feo y luego todos se lo querían coger, si no que Jisung ya era lindo y no feo.

—No sé si es bueno o malo, Jeongin —habló a través de la línea—, pere me siento como una puta profesional —levantó su trasero y lo acarició.

—Supongo que bueno, porque vas a serlo —fingir, le corrigió mentalmente, pero aquí Jeongin ni él necesitaban ser corregidos por pequeñeces—. Recuerda cómo caminar, Jisung. Debes tener un aire seductor. Oye —se oyó indeciso, Jisung podía percibir eso—. Escuché que Kira va a reclamar la mesa esa en donde están los populares y esa mierda. Ve que no se sobrepase, ¿sí?

—Si sólo lleva unos cuatro días, no creo que lo haga hoy. A lo mejor en un mes, sería tonto de su parte —colgó antes de conseguir una respuesta por parte del omega—. Nos vemos, Jeongin.

Se dio una última mirada repasadora en el espejo rectangular frente a él. Unos vaqueros negros ajustados y rotos realzaban su figura, el hoodie verde daba vueltas a la imaginación. Se sentía extraño, como en una piel ajena, no es que no usara ropa atrevida, pero sentía esto muy tierno, de alguna manera, aunque no lo fuera.

Había pasado ya unos tres días analizando cada pequeño gesto de Lee Minho, qué le molestaba, qué le agradaba, quiénes tenía por amigos. Eso de estar en el mismo año y salón le atribuía ventajas. El castaño tenía buenas notas, no era el mejor, pero pasaba por encima del promedio y él. Podría perfectamente ser el del papel perfecto. Era gentil, amistoso, bien parecido, un cuerpo tallado a sus diecisiete años de edad, e inteligente.

Estudiar metódicamente a un alfa, nunca había sido tan difícil, porque éste también lo miraba, y obligado se veía a voltear y quitar la mirada al ser pillado.

Lee Minho conocía que le tenían al acecho.

—¡Ya me voy! —gritó a su madre que a estas horas debería seguir dormida.

—¡Ten buen día, cielito!

Absteniéndose a responder eso, vio que no iba muy tarde, ni muy temprano tampoco, sólo desapercibido, como lo haría cualquier persona normal. Sin embargo, Jisung, no era común.

De él siempre se había hablado, como una oveja negra, como la mancha que perjudicaba al pueblo, y hasta quizá sí. Pero no era una ramera, no se acostaba con cada persona que se le cruzase en medio, sólo podía dejarlos hablar, estaba lejos de querer imponerse como alguien a quien le importaban las opiniones públicas.

And boy, I got ya.
Cause tonight I'm making deals with the devil.
And I know it's gonna get me in trouble.
Just as long as you know you got me.

Side To Side de Ariana Grande, posiblemente podría ser la mejor canción para ir a la escuela y no tener que saludar a nadie a causa de los audífonos. Odiaba y no odiaba a todos al mismo tiempo. Mmh, pensamientos difíciles y contradictorios.

❝Village, secrets and liers❞ ||MinSung||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora