𝐓𝐫𝐞𝐜𝐞

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El profesor Ma no era muy disciplinado, así que dejó pasar a Minho y Jisung de inmediato, además que ni siquiera estaba haciendo su clase, sino contándoles a todos cómo iba su divorcio y estaba a un paso de tener que dormir en las calles.

Hyunjin estaba al fondo de la sala, compartían matemática y también el pupitre.

No hizo un recorrido largo, pero notó cómo varios chicos de su equipo le saludaron, cómo chicas le dieron sonrisas insinuantes, luego de haberle visto horrorizadas cuando llegó con la respiración agitada y de la mano del pelirrojo.

Una situación vergonzosa y lamentable, cuando Jisung se soltó de él como si quemara. Y fue a sentarse con Yerim, su compañera de banco.

—Hola —susurró el rubio—, tengo algo que decirte.

Minho lo supuso, se le veía inquieto y había rayones sin sentido en sus hojas.

—¿Qué? 

—Joder, no puedo aguantar. Pide permiso para ir al baño.

—¿Al bañ- ?

—Sólo hazlo, no te voy a violar —gritó en voz baja.

¿Ya les conté que Minho había tomado clases de actuación a los seis puesto a que era muy guapo? ¿No?

—¡Profesor, Ma, se me aflojó el estómago! —exclamó Minho.

—¡Tenemos diarrea! Se está saliendo de mi culo, oh, no. ¡Ayuda! ¡Ayudaa~!

—Es todo por esos tamales de la calle, Hwang —lo tomó de los hombros—. ¡Eres un cerdo sucio!

Y para hacerlo más creíble, empezaron a tener una pelea de dedos mientras se agarraban los traseros.

—¡Diosa, váyanse, ya!

Y así fue como salieron corriendo a empujones y las manos en la parte trasera de sus pantalones y caras nerviosas bajo la mirada de todos los estudiantes que juraban oler sus pedos, los cuales no existían.

Ya a medio camino tomaron un paso lento, no de esos que te dejaban pasmado y en silencio, sino de esos cómodos que no querías que terminaran. Es decir no había nada de porqué se sintieran extraños el uno del otro, ya se conocían desde pequeños, se habían bañado juntos haciendo guerra de espadas.

—Luego de clases tienes que acompañar-

—Lo siento —interrumpió—, papá dijo que llegara temprano. Hoy no puedo.

—Mañana tienes práctica... Supongo que tendrás que saltarte la práctica —murmuró Hyunjin, más para él que para el castaño—. O luego de ella, si aún tienes cuerpo.

No dijo nada sentía que Hyunjin estaba confundido.

Aunque también de paso a él.

Minho entró al baño de alfas, pero de alguna forma se acordó del día que encaró a Jisung en el baño de omegas y se agarraron a golpes, sinceramente nunca se habría imaginado que el pelirrojo le pegara, pero bueno, eso pasa cuando sucede.

—¿Qué ocurre? Pareciera que te metiste unas anfetaminas de más, Hwang —intentó bromear a su extrovertida personalidad.

Más el muchacho no le respondió, ocupándose de abrir todas la puertas del baño, revisando de que estuvieran vacías.

—Las últimas semanas no hemos estado juntos... ¿Recuerdas cuando besaste a Jisung y yo saqué a Kira de ahí? —Minho no hizo más que asentir. La mirada del alfa rubio parecía querer soltar más de inmediato—. Le pedí una cita a cambio, ella no fue, mandó a otra persona. Jeongin, se llama el chico, es omega, no es bajo, pero tampoco muy bajo.

❝Village, secrets and liers❞ ||MinSung||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora