𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐬𝐞́𝐢𝐬

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Una semana basura podía describir Jisung, y sólo era miércoles.

Sacó sus pesadas botas y encogió los pies para que luego tronaran como consecuencia de un día atareado, se tiró a su cama haciéndola rechinar.

El espejo rectangular en su pared le mostró su flojera y ganas de querer dormirse.

Vio su cabello, tenía raíces rubias y el tinte rojo estaba perdiendo su propio brillo inicial, debería aprovechar uno de estos días para pintarlo de vuelta. La cuestión era sacar tiempo y dinero de algún sitio.

Había conocido a los padres de Minho, tenía vergüenza al respecto, pese a eso, el castaño se lucía feliz, y en cierto grado podría decir que eso también reflejaba a él.

Su madre nuevamente había desaparecido, con llaneza no era de mucha relevancia pero siempre estaba dispuesta a meterse en problemas, así que traería algo junto con ella.

—¿Qué haces en mi ventana, bestia? —sonrió.

Una sombra nubló mucho más la habitación, además de que un viento helado llegó a su espalda baja logrando que un escalofrío recorriera su espina dorsal hasta su nuca.

—Sólo estaba buscando a Seungmin —contestó encogiéndose de hombros una vez ya dentro.

—¿Quién es Seungmin?

En tal caso, Lee Minho pudo ver que Jisung era muy insensible al respecto, a pesar de saberlo todo sus feromonas estaban normales, no podía oler ni detectar culpa alguna, ni una facción cambió en su rostro. O quizá no sabía nada.

—El chico beta del viernes, que secuestraste con tus amigos, porque por eso saliste con Changbin.

—Estoy cuidando de él —respondió de inmediato con un suspiro.

En efecto, el pelirrojo sabía que era muy mierda de su parte, de todos modos, sólo quería dormir.

—Mierda, Jisung, ¿por qué?

Han tuvo que sentarse para hablar directamente con el alfa.

—Porque se fue a amenazar a la misma Kira en su cara. Diosa, ¿quién se atrevería a hacer eso? Fue tonto de su parte, ese día intenté decirle a Changbin que todo estaría bien, pero tu amigo no cooperaba en nada.

Claro, el omega pudo ver el rostro de indignación en Lee, pero debidamente, él no era una buena persona y se lo había hecho saber desde el principio, no le debía nada a Lee Minho.

—Es mi mejor amigo —concluyó por verbalizar—, ¿cómo pudiste no decirme? Toda la razón si no quieres ayudarlo, pero yo sí lo haré.

—Él está bien, Minho, tiene sus tres comidas al día, va al baño, y todo —empequeñeció, cosa que enfadó al alfa mucho más.

—¡No! —tocó el puente de su nariz—, no es eso, no lo entiendes, sus padres están preocupados, no es algo que se alivia con solo decir que está sano, es una necesidad de ver a un ser querido.

—No es una necesidad tampoco... —masculló.

—Sus padres dieron su vida para que Seungmin fuera alguien, y yo siempre tuve a Seungmin a mi lado.

—¿Puedes para de decir Seungmin? No es mi puta culpa, me aburre la misma situación, ¡tú y tus amiguitos son bastante entrometidos!

—Y sé que no lo entenderías, habida cuenta tus padres no están a tu lado, o porque te aíslas de las personas por la misma razón de que eres una escoria —señaló.

❝Village, secrets and liers❞ ||MinSung||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora