Estuvimos por varios minutos así, en silencio y solo abrazados. Su perfume se filtraba por mi nariz directo a mis puntos sensoriales más sensibles, me estaba volviendo loco y solo me daban ganas de enterrar mi cara en su cuello para poder disfrutar más del aroma.
Estábamos sentados sobre el capó de mi auto que estaba estacionado en una especie de acantilado desde el cual se podía observar la playa y, según Mar, el amanecer más hermoso de todos. Aún no aparecía así que no podía verificarlo.
- Juli - me llamó. -, tenemos que hablar de algo.
Una sonrisa ladina invadió mi rostro. Sabía de lo que quería hablar y, aunque yo quería evitar esa charla, era consciente de que era muy necesaria.
- Ya sé - respondí luego de unos segundos.
- Nos tenemos ganas, muchísimas.
Asentí.
- Pero no queremos cagar la amistad - agregué.
Fue su turno de asentir.
Otros segundos más de silencio.
Mar se separó de mí para poder enderezarse y mirarme.
- ¿Qué hacemos al respecto? - preguntó. - Porque la tensión sexual no se va de un día para el otro.
- Ni por arte de magia - concordé con ella.
Suspiró y repitió su pregunta en un murmuro.
-
2 mes después.
- ¿Qué onda, bro? - Martín me saludó cuando llegué al Starbucks frente al Obelisco.
Nada más sentarme me saqué el gorro de lana que traía. Estábamos a mediados de agosto y el frío que hacía era hermosamente crudo.
- ¿Todo bien? - saludé. Segundos después aparecieron Joaquín y Bhavi trayendo nuestros pedidos.
Minutos después estábamos los cuatro engullendo y calentandonos el cuerpo con café, muy rico café.
- Che - Coscu llamó nuestra atención y con su cabeza señaló a la puerta, que estaba a mis espaldas. Con disimulo me giré a ver, y me encontré con una pareja entrando al local, abrazados y riéndose.
- ¿Posta anda con ese? - Joaquín indagó mirándome. Me encogí de hombros mientras me metía un pedazo de budín de banana a la boca, pero de repente lo sentía amargo. Negué con mi cabeza. - Sos el mejor amigo, ¿no te contó nada?
- Qué sé yo, boludo - respondí en un tono un poco alto. -. Si te digo que no sé es porque no sé. Ya está. Si te interesa ahí están, andá a preguntarle.
Me levanté de golpe provocando que la fricción de la silla con el piso se escuche muy fuerte. No me importó. Levanté mi gorro y mi celular de la mesa y me di la vuelta para irme, encontrándome de pechito con la parejita feliz.
- Julián... - murmuró al verme. Asentí con la cabeza con una mirada muy seria y salí del local.
-
@tinistoessel ha publicado un video.
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👤 sebastianyatra
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Este video.. esta canción.. vos.. ❤ #Cristina
greeicy: Ayyy los amo!!!
franstoessel: 🤨🤨
martinpdisalvo: Nanana amiga sos lo único hermoso de ese video A @gonzaconde le gusta este comentario.
sebastianyatra: Te adoro chiquita!! Por más juntos 😍
tinipasion: ??? Hay más q lo profesional Martina????? Hablaaaa ↪ tinistaxsiempre: me mato blda la quiero con el bizaaaa 😭😭 A @tinistoessel le gusta este comentario.
Tiré el celular contra una pared y de ahí pasó directo al suelo. Me refregué los ojos con las yemas de mis dedos y me aguanté las ganas de gritar.
- Pará, wacho - escuché a Mauro. -, si ya no querías el iPhone X me lo regalabas, pero no era necesario hacerlo pija.
Me saqué las manos de la cara y le dediqué mi mejor cara de orto. Mauro se puso serio y se levantó para ir hasta donde estaba mi teléfono y levantarlo del suelo. La pantalla se encendió cuando lo desbloqueó y su semblante cayó un poco al ver lo que había en pantalla.
- Ay Gonza... - suspiró y lo volvió a bloquear antes de caminar hasta la cama. - Hacete para allá, dale, dame lugarcito.
Me moví hasta quedar junto a la pared para que mi mejor amigo pudiese acostarse ahí. Los dos quedamos estirados en la cama, con los brazos debajo de la cabeza y mirando algún punto del techo de mi cuarto.
Mauro volvió a suspirar y tras unos segundos en silencio, me hizo aquella pregunta que sabía que venía aguantando desde hace tiempo.
