023.

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Chicxs estoy que lloro de la felicidad, ¡la novela está #2 en la etiqueta de bizarrap!!!

Gonzalo.

Apenas me desperté sentí un pequeño dolor en un lado de la cabeza pero pasó a un segundo plano apenas sentí algo sobre mi pecho, o más bien a alguien. Abrí los ojos y miré hacia abajo, y juro que me quedé sin aire. Tenía un angel acostado sobre mi pecho. Se veía tan dulce, tan hermosa. A mi cabeza vinieron recuerdos de nuestra charla durante la noche, cuando me contó toda la realidad de su relación con el colombiano ese cara de bobo.

Volví a mirarla y no pude evitar darle unas caricias en el cuero cabelludo. ¿Cómo podía ser posible que una madre prácticamente venda a su hija por un año? Me sonaba súper loco. Y según me contó en la madrugada, el contrato también especificaba que tenían que sacar algún tema juntos y así fue que tuvo que ceder la mitad de los derechos de una canción preciosa que tenía escrita desde hacía un tiempo. Mariana siempre me pareció ese tipo de personas a las que mejor tenerlas de amigas que de enemigas, pero aún así hay que tenerla lejitos. Pero con eso perdió gran parte de mi respeto.

Mi cabeza llegó a la parte en que me dijo que cuando dijo que no quería una relación seria lo hizo por miedo a perder a su mejor amigo... ¿osea que en realidad sí quería algo conmigo?

Suspiré y volví a mirarla. Parecía un acosador pero no me importaba, su belleza era algo digno de admirar y además el hecho de que esté recostada sobre mi pecho me hacía demasiado feliz y era una imagen que quería atesorar. Frené las caricias en su cabeza unos segundos después cuando me di cuenta de que podía despertarla, y me estiré un poco y con mucho cuidado hasta alcanzar mi teléfono que estaba en mi mesa de luz.

- Mhm... no pares, Juli - murmuró de repente. Por un momento me quedé quieto en mi lugar pensando en que quizá estaba soñando, pero después sus dedos empezaron a trazar pequeñas caricias en mi pecho y ahí vi que estaba con sus ojitos abiertos y un poco achinados.

- ¿Te desperté?

Asintió con su cabeza. - Pero no importa, igual debería desayunar e irme para casa, tengo una charla pendiente - hizo una mueca.

Suspiré y asentí. - ¿Unos minutos más en la cama abrazados y fingiendo que no tenemos que hacer nada más?

Una sonrisita somnolienta se le cruzó en el rostro antes de estirarse para darme un beso en el cachete y volver a colocarse sobre mi pecho. Dejé mi teléfono sobre la mesita de luz de nuevo y usé ambos brazos para abrazarla fuerte y, por un momento, fingir que solo éramos nosotros dos en este mundo, nada de contratos de relaciones ni esas cosas. Ni siquiera Bizarrap y Tini. Solo Gonzalo y Mar, dos jóvenes que se aman mucho.

- Ay - escuché seguido de una carcajada parecida al sonido que hacen los delfines.

- ¿Martín? - pregunté mirando a un costado de mi cana. Mar levantó su torso para mirar también. Ahí estaba Coscu tentado sobre una sábana en el piso.

- ¡Cierto que él durmió en esta pieza también! - Mar sonrió pero después de unos segundos me miró confundida. - ¿Tenés idea de por qué se ríe tanto?

Me encogí de hombros en señal de que no tenía ni idea. Agarré una almohada y se la tiré a Martín.

- Wacho, pará un poco y contá el chiste así nos reímos todos - le dije.

Martín siguió riéndose por unos segundos hasta que se calmó un poco y tomó aire.

- Es que me desperté con Mar diciéndote que no pares, wacho, flashé que estaban haciendo el sin respeto conmigo acá adentro - tomó aire. -. Hasta que me atreví a ver y solo estaban abrazados. Dios mío, buen susto me llevé, ya me veía con una porno en vivo y en directo, man.

BLURRED LINES • BizarrapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora