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Seokjin soltó una maldición cuando una molesta melodía se coló abruptamente hasta su consciencia adormilada. De mal humor por haber sido despertado, intentó localizar la procedencia de esta, descubriendo que se trataba de su celular. Procedió a sacarlo de su bolsillo y descubrió que era Taehyung llamándolo a las seis de la mañana.

--¿Taehyung, por qué me llamas tan temprano? -los sollozos de su hermano lo hicieron espabilar con eficacia --¿Tae, por qué estás llorando? ¿Qué sucedió? -la explicación dada entre hipidos y tartamudeos, le sentaron una bofetada a quien hacía su mejor intento por entender qué rayos intentaba decir su hermano. Ciertamente apenas y captaba una que otra palabra, hasta que la última frase llegó a sus oídos con claridad... --¿Que ese imbécil hizo qué?

Cuando Taehyung rompió en llanto y de su boca ya no salía más que balbuceos incomprensibles, Seokjin salió disparado de la cama --¿Estás en casa?.... bien, quédate dónde estás, ya mismo voy por ti. -declaró a la vez que sacaba descuidadamente ropa de su maleta y se la colocaba.

Apurado, salió por la puerta sin llevarse consigo nada más que el poco efectivo del que disponía.

Caminó hasta localizar un taxi, el cual -si le preguntaban a él- iba demasiado lento. Le urgía llegar al lado de su hermano menor y, de paso, romperle todo los dientes a Jung Hoseok.

¿Cómo se atrevía a acusar a Taehyung de infidelidad, cuando saltaba a la vista el amor y la devoción que el menor le profesaba?

¿Qué clase de cretino era?

Una vez el taxi paró en su destino, Jin se apresuró a pagarle la tarifa establecida y luego se adentró al elegante edificio donde trotó hasta el ascensor. Mientras este realizaba su lento ascenso, se esforzó por recordar cuál era el número de apartamento en el que vivía su hermano. Es aquí cuando se lamenta nunca haber ido de visita antes, pues apenas recordaba el número de piso mencionado por Taehyung en una de las visitas de este al hotel en el que se había estado quedando.

Decidió acabar con su dilema en cuanto estuvo frente a las cuatro puertas que conformaban dicho piso. Tocó cada uno de los timbres y aguardó.

--¿Estás bien? -cuestionó en cuanto la mirada acuosa de Taehyung se asomó por una de las puertas --¿Él está aquí? -quiso saber, refiriéndose a Hoseok y obteniendo una negación del castaño menor.

--Se marchó antes de que te llamara. -explicó con voz lastimera, haciéndose a un lado para que Jin entrara cuando otro de los inquilinos se asomó, atendiendo al llamado de la puerta --No sé qué pasó, Jin...y-yo...

--Pasa que es un desgraciado. -siseó con molestia --Sabía que no era de fiar... lo sabía y aún así...

Seokjin calló cuando notó la expresión compungida de su menor. Suspiró exasperado, recordando cuánto le disgustaba que se expresara mal de Hoseok --No pongas esa cara, Tae, ese idiota no te merece...

--Estoy embarazado, Jin. -revela de golpe, provocando que el nombrado se tambaleara ligeramente debido a una súbita sensación de vértigo.

Era todo una jodida mierda.

--Estábamos bien. -susurró Tae como perdido en sus pensamientos --Se lo iba a contar anoche, pero tuvo que salir con Yoongi y Namjoon... prometió regresar temprano, así que pensé que podría contarle cuando regresara... pero se hacía tarde y él no llegaba... -tomó aire temblorosamente mientras varias lágrimas se desplazaban por sus mejillas --...A-así que solo me dormí. Cuando desperté estaba sentado frente a mí... mirándome extraño. M-me preguntó a dónde había estado yendo estos días y qué hacía con el dinero que retiraba de la tarjeta de crédito. -Taehyung acalló un sollozo con su mano cuando Seokjin se acercó hasta él y lo hizo sentarse. Se sentía perdido y contrariado. Lamentaba muchísimo no haber dicho la verdad cuando Hoseok le preguntó --M-me acusó de mentiroso y de haberlo engañado, Jin... me odia... Hobi me odia...

Mi Terco Doncel 《NamJin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora