CAPÍTULO 8

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Jade.

Anoche no pude dormir bien, en mi cabeza solo se repetían las palabras de Ali ¿serán verdad? y si es así entonces ¿que está buscando Zack de mí? ¿Lo que todos buscan? Creí que sería diferente, me creí cada una de sus palabras, que tonta soy.

—Hey Jade, ¿vienes?

—No, los alcanzo más tarde— digo sin ánimos.

—¿Todo bien?

—Sí Andrew.

—De acuerdo, nos vemos.

Y ahí estaba él riendo, ha de estar disfrutando el jugar conmigo. Maldito cobarde. Camine hacia su mesa y al verme se puso de pie justo como ayer, se acercó para saludarme, pero yo me aparte y tomé asiento, eso seguro lo desconcertó por la forma en la que me está mirando.

—¿Todo bien? — pregunta y toma asiento a lado mío.

—Sí.

—Bien...

Después de unos cuantos minutos y de que en mí cabeza pasaran una y mil imágenes de cómo podría eliminarlo, ya no aguanto más y se lo digo de golpe.

—Sé lo de Ali— todos en la mesa se callaron y la cara de Zack fue como la de si hubiera visto a un fantasma.

—¿Qué? — responde.

—Lo que escuchaste, ¡eres igual a todos! y yo me largo de aquí— tomo mis cosas y me voy.

—Jade, Jade ¡espera! — lo escucho detrás de mí.

No quiero escucharlo, ya sé lo que dirá, más vale que no se le ocurra acercarse más, es tarde para advertencias porque logra alcanzarme y tomarme del brazo suavemente para que volteé a mirarlo.

—Hey ¿qué ocurre? ¿Cómo lo sabes?

—Ella me lo dijo y ¡suéltame! — y a los segundos lo hace.

—¿Ella? ¿Qué te dijo?

—La verdad Zack, ya sé qué clase de chico eres. Un mentiroso.

—¿Qué?

—¡No finjas que no sabes!

—¡De verdad no sé! — responde con la misma intensidad con la que lo estoy haciendo yo. Para este punto ya estoy demasiado molesta.

—¡Solo jugaste con ella! ¡La usaste! ¡Eres igual a todos! Y yo pensé que eras diferente.

Sin darme cuenta mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas ¡pero qué demonios está pasándome! Esto hace tanto que no me pasaba.

—No Jade, yo diría que fue lo contrario...— responde con un tono más calmado.

—¿Qué? ¡No! Ali es mi amiga de años y a ti hace unas semanas que te conozco, así que adiós, conmigo no vas a jugar.

—Ahí lo tienes— da un paso para acercarse más—. Hace unas semanas que me conoces— me toma de los brazos y continúa: —Yo iba a contarte lo de Alice, yo nunca le haría eso a una chica, mucho menos a ti.

Estoy sin palabras, me mira con sus ojos verdes que son claros y sinceros, no lo soporto y aparto la vista. No cabe duda que desde que lo conozco no hace más que despertar emociones que hace mucho no sentía.

—Yo te lo contaré todo si me lo permites.

Asiento con la cabeza porque sé que no está mintiendo y quiero escucharlo.

—Vamos.

Zack.

Nos dirigimos a la sala de música ya que en el descanso es la única que se encuentra vacía. Seguro que Ali le inventó algo que no se acerca nada a lo que realmente pasó. Por favor, siento que puedo perderla y no quiero que pase.

—¿Y bien? — pregunta.

—Primero ¿qué te contó ella?

—Que a ti nada te importa. Nada te interesa, no te interesa una relación, hoy puedo ser yo y mañana tal vez sea alguien más así que no sé qué quieres de mí, ¡qué!

Me quede con la boca abierta al escuchar todo lo que decía. Malditas mentiras.

—Esas son mentiras Jade.

—¡Entonces! Dime la verdad.

Está muy alterada, jamás la había visto así y no creí que así fuera la Jade molesta. Tendré que intentar contarle todo, solo tengo que contar la verdad y todo estará bien.

—Sí, salimos por un tiempo, ella... me gustaba... Y al principio todo iba bien pero después Alice comenzó a cambiar. Siempre estaba hablando de ella y de ella, después comenzó a pedirme que hiciera sus trabajos, tareas...— escalofríos comenzaron a recorrerme de solo recordarlo—. Hasta que un día me negué y ella se puso furiosa porque se trataba de un trabajo final, dijo que era un idiota, un egoísta y que no se iba a quedar así.

Jade no dijo nada, solo nos quedamos ahí en un silencio, recargados en un piano hasta que alcanzó mi mano y la tomó.

—Lo siento Zack— dijo en voz baja.

—Sí, no te preocupes, no importa.

—No, sí importa.

—Era normal— la interrumpo—. Es tu amiga era lógico que creyeras en lo que ella te dijo.

—Sí pero no debí alterarme tanto... Además, debí decírtelo más discretamente.

Sonreí ante el recuerdo de ella gritándome frente a mis amigos.

—Está bien.

—Es sólo que no quiero que...—comenzó a cortarse su voz.

—Yo entiendo— apreté más su mano y sonrió—. Yo no voy a lastimarte, ¿cómo lastimar a lo que siempre he querido?

Sin decir una palabra más se acercó a mí y nos besamos. Sin ninguna voz a nuestro alrededor intentando separarnos. Supe entonces que así es como quería estar con ella siempre, abrazados, besándonos, escuchando solo el sonido de nuestros corazones.

—¿Sabes? esto no va a quedarse así— interrumpe Jade en el silencio.

—¿De qué hablas?

—Le diré a Ali, ¿cómo se atreve a decir esas mentiras de ti cuando la mala de la historia es ella?

—Jade no importa.

—Sí importa— dice mientras se pone de pie frente a mí.

—No le diremos nada y le demostraremos que no nos importa lo que dice porque sabemos que es mentira— respondo.

—Tienes razón, me gusta tu plan, salgamos de aquí.

Al salir nos dirigimos a la mesa donde se encontraba Ali y el resto de los amigos de Jade, tomados de la mano.

—Miren quien regreso— dijo ese chico... Louis.

—Pero si no es más que Jade con su nuevo chico— continua su amigo Math.

Ambos rieron y la mirada de Ali cayó sobre nosotros, hizo un gesto de desagrado para después ignorarnos. Justo lo que esperaba.

—Entonces ¿iras a la fiesta Jade? — pregunta Melanie.

—¿Cuándo es? — responde Jade.

—Este viernes.

—No lo sé...

—Vamos y tú, Zack.

—¿Yo? — jamás me metería a una de sus fiestas, sería casi como suicidarse.

—Sí tú— dijo Melanie con una sonrisa. Me miraba de una manera extraña, como si estuviera buscando algo, hizo que me intimidara.

—No lo sé, yo...

—Claro, no es lugar para alguien como tú— me interrumpe Andrew.

—¡Iremos! — dijo de repente Jade.

—¿Qué? — respondimos todos al mismo tiempo.

—Lo que escucharon.

Oh no, ¿y ahora qué? Seré un hombre muerto en cuanto ponga un pie dentro de ese lugar y en especial gracias a Andrew.

TENÍAS QUE SER TÚ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora